Con motivo de la entrega del premio Nobel de medicina se plantean el coloquio en torno a la importancia de los reconocimientos y cómo deben ser éstos.
Decía Ramón y Cajal, "la gloria no es sino un reconocimiento aplazado".
B.P. Reconozco que estoy muy bien. Me gusta mucho el tema de esta noche porque reconocer es un verbo bonito, más que conocer. Conocer no es un verbo valorativo, uno conoce cosas buenas o cosas malas, pero reconocer implica justicia, gratitud, se reconoce aquello a lo que uno está dispuesto a conceder el valor que tiene. Por eso es tan triste cuando no se reconoce el valor de un músico o un científico, que muere en el olvido, o el escritor que no tuvo en vida la fama que después le llegó. Hay quien dijo, "en esta vida tener éxito es fácil, lo difícil es merecerlo o mantenerlo". Hay mucha gente que mereciéndolo no lo tiene y es muy triste. Hay veces en la que la sociedad en general o una persona en particular reconoce el valor o el mérito de lo que hacen otros es un acto muy bonito y conlleva una de las palabras más bonitas del diccionario, la palabra gratitud.
B.P. Yo creo que el reconocimiento implica justicia y con Gaspar, que es una persona a la que yo estimo mucho, que es una persona honrada, algo que no se puede decir de mucha gente, sobre todo en gente que se dedica a algo tan extraño como la política. Dentro de su propia coalición ha habido grandes grupos de poder, de oposición, que no han reconocido el trabajo de Gaspar. Tampoco los votante porque los resultados han sido claros. Es una persona honesta que creo que lo ha hecho lo mejor posible y ha tenido más enemigos dentro que fuera, y así es muy difícil que te reconozcan nada.
Entran los oyentes...
B.P. (respondiendo a Paco, de Valencia) Qué difícil nos resulta a las personas reconocer las cosas. Cuando alguien te dice, reconoce que te has equivocado, que has mentido... qué trabajo nos cuesta, ¿verdad?
B.P. (Respondiendo a Juan, de Asturias) "El tuyo también es muy bonito, en esta vida a veces tenemos dificultad para reconocer a la gente que nos ayuda, que nos hace bien. Entre la marea de las cosas, entre la vegetación confusa de las cosas, a veces se nos escapa el darnos cuenta. Reconocer en el sentido de ser capaces de ver, de escoger, de valorar a quienes nos ayudan, también es muy bonito por tu parte".
Sobre Paul Auster y la presentación de su nuevo libro en Barcelona...
B.P. No se me ocurre mayor acto de reconocimiento que el de Nuria (Ribó. la otra colaboradora del program) que ha hecho umm, no hay mejor reconocimiento que eso.
Paul Auster ha hablado sobre Obama, y sobre él opina Benjamín. Lo que se le puede pedir a los políticos, a los gobiernos, es que podamos reconocerles en el cumplimiento de sus promesas. Ese es un aspecto del verbo reconocer importante. Cuando una persona le dice a otra te has vuelto tan frío o tan distinto que no te reconozco. Eso pasa en los ámbitos más íntimos, pero también en la relación entre los ciudadanos y los políticos. A veces comparas las promesas de los políticos con lo que hacen y dices, la verdad es que no lo reconozco. Esperemos que Obama gane las elecciones, a mi también me gustaría, y esperemos que se parezca la manera de gobernar los Estados Unidos a sus promesas.
B.P. Respondiendo a un oyente. La palabra reconocimiento se parece mucho a la palabra respeto.
Creo que no hay peor silencio que el que se produce después de haber estado dando voces en el desierto. Cuando uno está haciendo cosas, está dando, está compartiendo y tiene la sensación de que la otra persona no valora lo que haces, uno entra en una sensación que yo comprendo de mezquindad, quizá, porque cuando uno hace algo de corazón no espera que sea reconocido. Pero la falta de gratitud, la falta de reflejo en aquello que haces es muy dolorosa. Las relaciones de pareja mucha veces se acaban porque una de las dos partes no siente que se reconoce lo que está haciendo por la otra. Ese es un de los primeros puentes que se hunden y debajo está todo el abismo.
B. P. Respondiendo a Óscar, Burgos. Estaba pensando mientras hablaba Óscar, y puesto que su trabajo es el de vigilante, que es muy bonita esa capacidad de reconocer, en el sentido de intuir, de identificar, ver venir las cosas, reconocer a un persona que no va a ser leal contigo, que te va a hacer daño, un peligro que viene.
Hablando de la película Vicky, Victoria Barcelona y el reconocimiento de la prensa francesa al papel de Penélope Cruz...
B.P. Reconocer a alguien tan visiblemente guapo y talentoso como Penélope tiene poco mérito. Me parece más valioso el mérito de quien reconoce el mérito de lo poco visible, de quien busca el mérito de personas a lo mejor un poco más en la sombra , pero que ayudan a mucha gente. Por eso el premio Nobel de medicina, o de Física, les tengo mucho respeto. El premio Nobel de Literatura, por ejemplo, es un reconocimiento a alguien que ya es muy reconocido. Le das el premio Nobel a Hemingway o a Cela y ya son muy conocidos, salvo en algún caso en el que se la haya otorgado a alguien poco famoso. Uno tiene la sensación de que los médicos, los físicos, están trabajando en el silencio del laboratorio, horas, días, preparando fórmulas, haciendo mezclas, y de repente que se conviertan en personas tan visibles que ocupen todas las pantallas, que ocupen todas las portadas, me parece muy bonito. Es como sacar a la luz aquello que ya en la oscuridad estaba trabajando mucho por todos nosotros, ayudando a miles de personas, pero que no veíamos. De repente reconocer ese trabajo y que todos lo veamos es un reconocimiento muy bonito.
Sobre el reconocimiento oficial de los represaliados de Franco...
B.P. Nada que sea justo llega demasiado tarde. Se puede lamentar que en otros momentos de la democracia no se haya tenido la iniciativa o el valor de hacerlo. Al menos aún hay personas que pueden disfrutar este reconocimiento, en muchos casos póstumo. Creo que la ley de memoria histórica ha llegado con un poco de retraso, un poco vacía de contenido y con muchos matices. Pero algo es algo, y mucho más que la nada que existía hasta ese momento.
B.P. Reconocer es hacer visible aquello que merece la pena ser visto, y en la radio, que merece la pena ser oído.
Benjamín dixit.
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