lunes, 30 de noviembre de 2009

...y sigue opinando

Benjamín es un poeta de gira eterna, ahora anda por Quito, y además se sube cada noche a cada escenario de la gira que Joaquín Sabina está dando para presentar su Vinagre y Rosas, donde Joaquín le menciona siempre, como su gran amigo que es, y escritor de las canciones del disco.

Pero no abadona su sana constumbre de opinar, cada jueves, en El País. Entre tanta literatura, tanta música y tanta poesía, aún le queda tiempo para politizar un rato.

Subes los precios y matas la crisis. Por Benjamín Prado.
"En mi casa el dinero andaba a caballo y nosotros a pie", dijo Hada Delcine, la narradora de la última novela de Hernán Rivera Letelier, La contadora de películas; y Juan Urbano le contestó: "En la tuya y en la de todos los que, por más que le demos con la fusta a nuestras nóminas, no conseguimos dejar atrás la crisis". Y tras pensar eso, cerró el libro, abrió el periódico y después de leer las noticias de Madrid se dio cuenta de que aquí y ahora la política es la acitílop, es decir, ella misma al revés y, por lo tanto, lo contrario de lo que parece: de cara a la galería, es un modo de sacar a los ciudadanos del pozo en el que los ha metido; pero en realidad, no es más que una forma de seguir sacándoles dinero, para financiarse a sí misma.

"Pones en una lista la nueva Ley de Seguridad Vial", me dice Juan al otro lado del teléfono; "le sumas la tasa de recogida de basura del Ayuntamiento y las subidas de precios que planean el Consorcio de Transportes y los taxis, por ejemplo, y te das cuenta de lo que les importan el tráfico y los accidentes: nada".

Se refiere, por un lado, a que a partir de ahora no se perderán puntos del carnet por aparcar o estacionar en el carrilbus, o estacionar en curvas, cambios de rasante, túneles, pasos inferiores, intersecciones o cualquier otro lugar peligroso que constituya un riesgo a la circulación y a los peatones; o por circular en motocicletas y ciclomotores con menores de 12 años; o por no llevar el alumbrado reglamentario; o por conducir de forma negligente, creando un riesgo cierto y relevante para los otros usuarios de la vía... Pero en todos esos casos la multa económica se mantendrá igual que hasta ahora. Además, también desaparecen las suspensiones temporales del permiso, con lo cual los desasfaltados podrán regresar a las calles y volver a ser multados: la justicia retrocede, pero el dinero no. Y, por añadidura, como hace falta dinero rápido, llegan las rebajas, se reducirá un 50% del precio de la multa a los que la paguen pronto, y se aceptarán tarjetas de crédito en la propia carretera. Es para morirse de risa.

Para completar el círculo, y a eso supuse que era a lo que se refería Juan Urbano en segundo término, el Consorcio Regional de Transportes, que controla el Gobierno autónomo, subirá en el año 2010 el billete sencillo de autobús y metro, el bono de 10 viajes y la tasa del viaje al aeropuerto, que cuesta dos euros, "mientras que en Roma", dicen según le echan aceite a la caja registradora, "ir a Fiumicino cuesta 11 euros y en Londres vale 18,4 ir a Heathrow y 18,86 ir a Gatwick".

De postre, los taxis también serán más caros el año que viene, porque van a subir la tarifa nocturna, que además se va aplicar a partir de las nueve, en lugar de a las diez; y los sábados se considerarán festivos a partir de las cinco de la tarde, es decir, que desde esa hora cada kilómetro pasará de costar 0,98 a 1,15 céntimos; y se cobrará un suplemento de casi tres euros a todos los clientes cuyo destino sea una estación de tren o autobús; y se subirá el que se aplica para recorridos fuera del término municipal de Madrid; y el que se añade en Nochebuena y Nochevieja (6,70 euros) se pondrá también la noche de Reyes. Vale, no es una invitación al transporte público, pero sí un castigo ejemplar: como la crisis ha hecho que haya menos viajeros, hay que poner boca abajo a los que no pueden ir andando y a ver qué les cae de los bolsillos. Si la novela de Hernán Rivera Letelier en lugar de pasar en la Pampa hubiera pasado en Madrid, la segunda frase habría sido: "Así que el Ayuntamiento y la Comunidad decidieron cobrar un impuesto por los zapatos y otro por las baldosas del suelo, y después hicieron chuletas al caballo y lo vendieron en la carnicería a precio de carne de buey".

Por cierto, y ya que hablamos de comida, les recomiendo que después de la cena de Navidad se coman los huesos del cordero y los envoltorios de los polvorones, porque la tasa de basuras se va a poner por las nubes. Qué bien, ya llegan las fiestas.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Sigue siendo poeta

Sí, Benjamín ha escrito un nuevo libro, y es que ha escrito las canciones del último disco de Joaquín Sabina, Vinagre y Rosas. Pero Benjamín, sigue siendo poeta, y además de las canciones a él le gustan los poemas, y a nosotros la poesía. Por eso y porque José Miguel, desde México, nos ha pedido el poema del libro Todos Nosotros. Ponemos aquí el de "Mi Antología", publicado en México por la Universida de las Américas Puebla:

Parejas. Por Benjamín Prado.

Por lo mismo que une a Vallejo y los miércoles,
el mercurio y Bob Dylan,
Neruda y las ballenas.
Esas son las razones por las que estás conmigo.

Y también porque sabes todo lo que importa:
porque entiendes al niño que llora entre los árboles;
a la mujer que sueña con oscuras cocinas,
con cucharas que buscan su corazón partido.

Silenciosa, lámpara interminable,
yo pronuncio tu nombre para saber qué somos.
Te llamo bosque azul,
pájaro del océano,
estrella entre dos torres,
luna sobre la isla.

Tú te acercas;
entras en el poema
y desde ese poema abres una ventana,
descuelgas un teléfono,
coges un pez en la palabra río.

Estás aquí
y fuera se oyen voces,
gente que aún se mueve en donde ya no hay nadie,
una sirena,
un hombre que a lo lejos
pasa junto a nosotros:
ruidos de algún lugar en el que ya no estamos.

Por lo mismo que Julio Cortázar y el boxeo,
Bukowski y los hoteles pintados de naranja.
Handke y los lanzadores de cuchillos.
Por eso.
Esas son las razones por las que estamos juntos.

lunes, 23 de noviembre de 2009

La presentación que no fue

Estaba previsto que hoy a las 13:00 horas se hubiera celebrado la presentación de Romper una canción, con el autor, Benjamín Prado, y Joaquín Sabina, a dúo, en el Círculo de Bellas Artes.

Ha sido en la puerta cuando nos hemos enterado de que se había suspendido la presentación. La editorial no nos tenía en el listado de distribución y quien nos invitó se debíó olvidar de comentárnoslo. Según nos han comentado desde la editorial, no se sabe si finalmente se celebrará. Pinta a que ha sido cancelada definitivamente. Si hay novedades, os informaremos.

Disculpas desde aquí a quien se haya informado en este blog y se haya visto afectado.

Fragmentos de una entrevista

Antes de que este mediodía del lunes se presente en Madrid "Romper una canción", y tras el inicio de gira de Joaquín Sabina, que el sábado dedicó en Salamanca el concierto en general y "Cristales de Bohemía" en particular a Benjamín, quería colgar en el blog los extractos de la entrevista que el sábado por la mañana en Onda Cero le hizo una mal educada Isabel Gemio a Benjamín Prado. Una entrevista que, como casi todas las apariciones públicas de Benjamín nos dejan interestantes declaraciones, pese a tener que escuchar a la Gemio decirle, en varias ocasiones, al entrevistado, que sí estaba allí, que "es una pena que no esté aquí Joaquín, con toda la promoción que estamos haciendo de su disco". Un poco más de respeto tampoco le vendría mal.

Fragmentos de una entrevista. Onda Cero. 21/11/09

"Cuando fuimos a Praga ibamos aterrorizados creyendo que nos íbamos a decepcionar uno al otro".

"Eel libro al género tonto, jeje. En serio, no conozco ningún libro en el que se cuente cómo se escribe un disco. Pero es que al lado de Joaquin siempre ocurren cosas que merecen la pena ser recordadas, y ser contadas. Darle a la gente la llave de casa para que sepan cómo se escribe un disco".

"Él define su lado personal como nube negra, de pronto se le pone nube negra y le rodean unos perros del infierno y se deprime de tal manera que no te lo puedes creer. Para eso yo soy muy Mari, todos los días a las 12 le llamaba a su puerta y aunque estuviese mal le tenía más firme que una vela. Me decía que era un berbiquí".

"La canción de Cristales de Bohemía es una de las canciones que yo más quiero. Resume muy bien el espíritu por el que fuimos allí"."Es una canción que me emociona mucho. Cuando fuimos a escribirla Joaquín decía que tenía que escribir varias como José Alfredo. Y para convencerme alquiló una oferta de Mariachis para que me las cantasen y convencerme. Nos salió esta chuleria de que “si hay que pisar cristales que sean de Bohemia”. "Me dejan, sí, pero porque yo quiero".

"Viudita de Clicot es un regalo, con él celebramos ayer en el camerino el primer concierto de la gira".

"Joaquín creo que ha ayudado mucho a la poesía, cuando sacó Ciento volando de catorce, muchos se metían con él. Muchas veces hacemos lectura de poemas juntos, y cuando Joaquín va, a veces acuden 3.000 personas, que escuchan poesía. El oído de las personas está predestinado a la poesía. Conozco poca gente a la que no le guste un poema".

"Habría que enseñar algo en los institutos, porque no se enseña nada, también a leer poesía. Es como el manjar de los solitos. Se descubre fácilmente".

"No solo no veo la televisión basura, sino que me indigna profundamente. Me irritan mucho los programas de cotilleo hechos de personas que el único merito es acostarse con alguien, ser mala persona., o ir a dar gritos. Eso y la estatua al ciudadano anónimo no me gustan".

"Ahora le digo a Joaquín que, te voy a tener que invitar a Budapest, porque el feliz soy yo. Una chica saca otra chica. Y he salido ganando".

"La desgracia necesita poemas, a la felicidad le basta con almohadones, para reclinarse en ellos".

"Ayer quemé Salamanca. En su camerino nos quedamos mi chica y yo, su manager, sus cantantes, su mujer, su exmujer y su hija. Así no hay quien se vaya de fiesta. Él no ha salido, hoy también actúa".

"Había escrito hace años un libro parecido, en el que contaba la amistad que tenía con Alberti. Este libro tiene ese mismo ambiente. Pero es distinto escribir de música, que de poesía".

viernes, 20 de noviembre de 2009

Tengo una pregunta para Benjamín

El pasado lunes El País puso a Benjamín Prado delante de los internautas para que le preguntasen lo que quisiesen. Y le preguntaron lo que quisieron, desde la última versión de Ecuador, a su faceta musical, desde qué se siente al escribir con Sabina a qué te han aportado Alberti o Ángel González. Una entrevista de calidad, con las respuestas a las que nos tiene acostumbrados, de quitarse el sombrero

Los internautas preguntan a Benjamín Prado. El País.

Caballero de la Tenaza
Benjamín, la canción "Viudita de Clicquot" me sugiere un correlato culturalista, ¿podrías explicar la relación entre esta señora francesa tan particular en su tiempo y la histora de la canción?

Bueno, la señora Cliquot, que en realidad se llamaba Barbe-Nicole Ponsardin fue una de las primeras mujeres de negocios de la Historia, en plena época napoleónica, y es algo así como la segunda inventora del champán, después del abad Pierre Perignon, porque inventó la mesa de removido, exportó su marca fuera de Francia y, en resumen, fue tremenda empresaria, que dirían en Cuba. Bueno, descorchar una botella de Veuve Clicquot, como hace el protagonista de la canción, es un lujo pero no tan caro: te sale por unos 33 euros.

lamagdalena1
¿Cantarás con Sabina en alguno de sus conciertos?
Él quiere que lo haga y yo lo haré o no dependiendo de lo que me tome al pie del escenario ese día...

Pedrito
Hola Benja, fenómeno, ¿tu ex te sigue hablando después de airear vuestras intimidades? Es delicado eh... Un abrazo


Me ha gustado lo de fenómeno. Pero lo que hay en las canciones, como en los poemas, no son personas, sino sólo personajes, y los personajes de ficción sólo hablan dentro de los libros o los discos.

Pedro
En tu libro "Mala gente que camina" hablas de los niños robados a las presas republicanas. Ahora están apareciendo casos en clínicas de maternidad hasta el final del franquismo. ¿Qué crees que habría que hacer con la investigación de esos casos?

Fácil: tratar a los jueces que quieren encausar el franquismo igual que los tratan cuando quieren juzgar a Pinochet o a Videla.

drus
'Romper una canción' ¿es una especie de "making-of" del disco, o es más una historia de historias basada en las canciones? ¿para cuándo un nuevo libro de poemas de Benjamín Prado?

El libro de poemas está en marcha, y además he encontrado una chica a la que escribírselo, ja, ja, ja. Y Romper una canción es la historia de cómo escribimos las letras de Vinagre y rosas, pero también es un libro sobre la amistad, y una especie de taller literario: ¿cómo se escribe una canción? La respuésta abreviada sería: matándote por ella.

David
Buenos días Benjamín: ¿Que otras artes te gustan a parte de la escritura? ¿Te gusta la fotografía? ¿Qué autores?

No me importaría nada ser Alberto GArcía Alix en lugar de yo.

Dylandixit
Qué tal, me gustaría saber si te gusta el fútbol como a Sabina y otros escritores y qué opinas del fútbol como movimiento sociológico,gracias.

Soy socio del Real Madrid y también seguidor del Athletic de Bilbao desde niño. Hay fines de semana bonitos y otros en los que sufro dos veces.

valquiria
Prado, ¿te han dicho que eres igualito que Sabina, pero en flaco?
Querr´´as decir "pero en guapo"

sandra
¿En qué os basabais para escribir las canciones?
En cosas que estaban dentro y en cosas que estaban fuera. Creo que una buena canción se parece a un buen poema en que si habla de alguien que está triste o alegre es peor que si habla de la alegría o la tristeza de un modo más general. LAs canciones de Vinagre y Rosas son emocionantes porque van a emocionar a quienes las oigan.

A.G.M.
¿Qué se siente al saber que sus vivencias personales pronto también serán las nuestras? No se quién de los dos ha escrito la canción de Cristales de bohemia pero es una de las canciones que más me gustan del nuevo disco.

Y a mí. De hecho, en Romper una canción es la que se da como ejemplo máximo del modo en que trabajábamos, y ahí podrás leer varias versiones de Cristales de Bohemia y vas a encontrar muchos versos y hasta varias estrofas que al final descartamos. Y lo que dices de las vivencias es la magia de la música y de la poesía y su destino mejor: convertirse en la autobiografía de los demás.

Iciar
Explicame eso que dices en tu libro de que las cosas que no tienen explicación suelen ser las más divertidas.guapo!

Guapa tú. Claro, lo que te intriga te atrae, lo que no conoces te da ganar de descubrirlo. Y como metáfora de la escritura, no está mal, ¿no? Cuando Joaquín y yo encontrábamos un buen verso pero lo encontrábamos demasiado deprisa, simpre decíamos: es genial, pero seguro que está ocultándonos otro aún mejor.

Bassini
Podrías comentar esos versos que les dedicaste a J.Sabina: "tu sabes que la vida igual que el arte, si no está en ti no está en ninguna parte, lo que importa es la isla, no el tesoro.". Gracias; a raíz de este poema, indague en tu bibliografía y leí alguno de tus libros. Me gusto mucho "Mala gente que camina".

Gracias por indagar. Esos versos los hice cuando Joaquín estaba bajo su nube negra, y quieren decir que la superstición de que su talento dependía de sus excesos era absurda. Creo que Vinagre y Rosas es toda una demostración de eso.

noam@ya.com
Hola Benjamín ¿cómo valoras tu experiencia con Sabina? ¿te ha gustado Praga como escenario de inspiración? Un saludo y gracias. Marcos

Joaquín es amigo mío hace casi 30 años y de Praga hemos vuelto como si lo fuese desde hace 60. Ha sido muy excitante, y muy misterioso, porque la verdad en que hemos estado siete meses en un estado de inspiración interminable. Creo que si la compañía no nos lo quita de las manos, podríamos haber seguido escribiendo y escribiendo. Igual ahora teníamos un disco quíntuple, como nuesto amigo Andrés Calamaro.

turu
Hola Benjamín.Aunque no tenga nada que ver con el disco me permito hacerle esta pregunta.Mañana se cumplirán 10 años del fallecimiento de un gran amigo de Joaquín y el que es para mi el más grande artista de este país,Enrique Urquijo.Unas palabras para este genio.Muchas gracias.

Un tipo estupendo, un gran cantante y, efectivamente, un buen amigo de Joaquín. Por suerte, su hermano ha seguido con los Secretos, que es una forma de que Enrique esté muerto, pero no mucho.

PPK
Hola, Benjamín: Soy PPK, de Zafra. ¿Qué tal se te da a ti la música? Porque Joaquín ya ha demostrado saber algo de poesía. ¿Has intervenido, aunque sea en lo más mínimo, en la parte musical de algún tema? Un abrazo extremeño.

Ja, ja, ja, yo creo que hace falta ser muy temerario para acercarse a una guitarra cuando andan por ahí Pancho Varona y Antonio García de Diego. No, toda la música es de ellos, ¡y qué música! Yo creo que en Vinagre y Rosas han hecho el mejor trabajo de su vida.

fmcantador
Prado, Sabina, García Montero, González,... ¿Estamos hablando de lo que los libros de literatura llamarían "Generación" o "Estilo" común? Si fuera así, ¿qué nombre propondrías para el grupo? Gracias por tu nueva obra.

Gracias a ti. Yo creo que cuando se habla de nosotros se habla de poesía y de amistad, y no se me ocurre un modo más hermoso de definir una cosa de este mundo.

Esther
El anterior trabajo de Sabina era el resultado de un proceso depresivo por el cual pasó el artista. ¿Podríamos decir que este trabajo es más optimista? ¿Qué adjetivo usaría para calificarlo?
Optimista no, desde luego. Pero sí apasionado, que no le anda muy lejos. Es un disco melancólico pero lleno de energía.

Hernán, el argentino
¿Qué se siente escribir mano a mano con Sabina, el mejor poeta popular del siglo XX en España (y en cualquier lado) o, por lo menos, a la altura de cualquiera de los mejores?

He aprendido mucho, y ha sido todo un lujo para mí. Yo lo quiero mucho, mato por él, pero no se me olvida que a la hora de escribir canciones es el más grande. Los dos lo hemos pasado muy bien y lo mejor de todo el proceso ha sido volverlo a ver tan feliz como no lo veía desde 19 días y 500 noches.

Dani
Hola Benjamín. He de decir que te tengo envidia. No sabes la suerte que vas a tener de que 20.000 personas en Las Ventas le griten "¡¡Embustera!!" a tu virgen de la amargura. La suerte es que Sabina se lo gritará a la mía por mí. Por cierto, sigo esperando el libro que me prometiste hace unos años en El ombligo de la luna. La pregunta es: ¿tendreis el morro de salir a cantar juntos Joaquín y tú? ¿Seréis capaces de hacernos eso a los que pagamos por ir al concierto? jejeje. Saludos!
Ja, ja, ja. Sí, esa canción, según dice Joaquín salpica arena de las Ventas y cuando la estábamos escribiendo me dijo: Benja, hay que hacer un estribillo para que la gento lo cante con el dedo corazón arriba. ¿Que si cantaremos juntos? Bueno, en casa lo hacemos todo el tiempo, pero no sé si ante tanta gente me atreveré. Pero apuesta a que en algún concierto lo hago.

Don Caimán
Hola Benjamín. Soy un gran admirador tanto tuyo como de Joaquín Sabina. Supongo que no habrá sido facil escribir canciones "a dúo", aunque me imagino que por otro lado habrá sido un proceso satisfactorio. ¿Nos puedes contar las dificultades por un lado, y lo gratificante por otro, de este trabajo? Muchas gracias.
Las dificulatades, todas las que nos pusimos nosotros mismos. Desde el primer día dijimos: no vamos a tirar de oficio ni en un verso, y no lo hicimos. No hay una sola canción de Vinagre y Rosas que no haya salido de una batalla y que no tenga cinco o seis versiones distintas. Pero es que esa es la segunda cosa que más nos divierte del mundo, así que hemos trabajado muchísimo, pero nos hemos divertido aún más.

dvs
Hola Benja. Si tuvieras que definir tu relación y la de Joaquín con un verso,¿Cuál sería? Un abrazo

Bueno, si te valen dos, hace poco hice un descurso en verso, pala leerlo el día que le dieron el premio Juliàn Besteiro, que empezaba así: "Cuando alguien me pregunta quién es Joaquín Sabina / respondo que un cantante que, además, es mi hermano."

Miroslava
¿Te meterías a compositor?

¡Miroslava! Eres una de las protagonistas de nuestra historia en Praga y cuando leas Romper una canción sabrás hasta qué punto. Ya soy compositor.

kika
¿Te quedaron letras en el tintero?
Nos quedaron muchas, versos, estrofas, ideas, títulos... Casi todo ellos están en Romper una canción, los puse allí para que además de ser inéditos estuvieran publicados, y así no tener la tentación de volver a ellos en el futuro. No me gustan los platos recalentados.

roman lokati
Puede ser peligroso tener unas canciones a medias con un amigo... ¿qué pasaria si os pelearais?

Imposible. Para mí, Joaquín es sagrado, y viceversa.

Pepe Momia
Me interesa mucho ese territorio fronterizo entre poesías y canciones que vosotros parece que habéis cruzado y que Sabina siempre explora. Leí algo de lo que escribiste sobre las letras de Antonio Vega y te posicionabas mucho en que una canción es, siempre, otra cosa (no un poema) ¿Sigues pensando así? ¿Tu libro aborda este asunto?

Por supuesto, Pepe. Pedirle a una canción que sea un poema es tan absurdo como lo sería lo contrario, creer que un poema se convierte en una canción con sólo ponerle música encima, o debajo. No, tienen reglas distintas y objetivos distintos. Lo que pasa es que en una canción puede haber toda la poesía del mundo, y eso lo demuestran las de Dylan, Cohen, Tom Waits y Joaquín, por ejemplo.

cuscuscu
Felicidades por esas letras. El amor es el sentimiento mas fuerte y brutal? o lo es el desamor?

Tiene razón Joaquín en que de la felicidad salen menos versos que del desamor. En poesía lo intentó Jorge Guillén, con todos aquellos versos que decían: ¡el mundo está bien hecho! Y cosas por el estilo. Se canta lo que se pierde, decía Antonio Machado.

Lluis
Leí tu libro "mala gente que camina". ¿Está equilibrada la balanza entre la historia y los hechos? Gracias.

Creo que sí. Todos los hechos que salen en la novela son verdad y toda la trama es inventada. El equilibrio del que hablas lo da la verdad, y lo que se cuenta en esa novela, por desgracia, fue verdad.

gumero
¿Sabina tiene aura?

Joaquín es una de esas personas al lado de las cuales no existen los minutos vacíos, ni las horas vulgares. No hay tantas.

Marqués de Urquijo
Benjamín, ¿cuál de las canciones del disco es más tuya?

Ninguna y todas. Sinceramente, no hay una sola coma de Vinagre y Rosas que uno de los dos pudiera reclamar como sólo suya. Eso ha sido lo fantástico de estos siete meses, que no fue una colaboración, sino una simbiosis.

Juan Manuel Fernández
Salud, Benja. He leído hasta ver que eres socio de "ese equipo" y definitivamente "no es un buen día para comenzar esta conversación". Tal vez si lo sea para terminar esa novela que dices " te hiere como un cuchillo en la espalda". Me muero por terminar de "romper una canción contigo" y robarte frases con las que poder triunfar. Tú ya me entiendes. Estoy recuperando toda tu obra "de la que jamás saldré vivo". Que lo pases relativamente mal para que lo cuentes muy bien.

Ja, ja, ja. Gracias, Juan Manuel. Me gustan los tipos a los que les gusto y también los que defienden su camiseta, aunque no sea la mía. De manera que ¡salud!

Elo
Moviéndote en esos límites, y viendo lo bien que te sienta el escenario y la coquetería de casar la guitarra con un buen verso, y volviendo un poco a tus primeros versos de juventud, en los castillos que construías en tus sueños ¿eras Alberti o eras Dylan, firmabas "Sobre los ángeles" o "Pat garrett & Billy de kid"? Gracias por todo.

Gracias a ti. Yo, si tengo que elegir algo, siempre elijo a Dylan, claro. Por otra parte, ¿por qué elegir? Mira, al final uno hace novelas, libros de poemas, canciones... La vida es larga para los que trasnochamos...

Pedrito again
Benja, ¿te vas a vacunar de la Gripe A?

Creo que deberían de vacunarnos a todos contra las empresas farmacéuticas.

Alejandro Casaucao
Benjamin tú conoces la faceta de escritor de Joaquín que nosotros sus seguidores intuimos pero no tocamos. ¿Crees que Joaquin terminara perdiendo el respeto a su devota Literatura y nos deleitara con una novelita o un ensayito un dia no muy lejano?

Ummmmmm. Una novela no le veo escribiéndola, si te soy sincero. Pero va a escribir más canciones y libros de poemas, tal vez más de lo segundo que de lo primero.

Ana
La relación entre música y literatura parece evidente y estrecha en el caso de los cantautores, pero, ¿qué hay del rock, del pop, etcétera? (¡y no vale Dylan!). Gracias :)
Mira, Ana, yo tengo una discoteca de caerse de espaldas, siempre estoy escuchando música y salto de una cosa a otra todo el tiempo. Ahora mismo, estoy entusiasmado con el último disco de Quique González, que se llama Daiquiri blues, pero igual te sorprendo si te digo que también me ha dado por los Kiss, sobre todo los de los primeros cuatro discos, ¡y estoy enganchado a eso!

Penélope
Buenas Benjamín, felicidades (y sobre todo) gracias por cada palabra que hayas aportado a este disco. Acabo de leer las letras y lo he vuelto hacer, me han encantado. Bejamín, ¿por qué Praga?
Gracias, Penélope. Praga no tiene explicación, simplemente cuando Joaquín me propuso el viaje, en el bar Los Diablos Azules, y me dio a elegir el sitio del mundo que más me apeteciera, nombró La Habana, Praga, Nueva York, Lisboa... y yo elegí Praga, que en ese momento fue la que mejor me sonó.

salmantino
Hola benjamín, soy más seguidor tuyo que de Sabina, tengo todos tus libros -creo- pero como sé que eres un Dylanita, prefiero preguntarte sobre tu opinión acerca del disco de Villancicos de "San Bob Dylan".

Lo escuché el otro día, por primera vez, mientras daba un paseo por la playa de Rota ¡y me moría de la risa! Yo lo interpreto como una broma.

Manuel
He disfrutado mucho con "Ecuador". ¿Por qué elegiste intercalar los poemas de los cinco libros, en lugar de ordenarlos cronológicamente? Seguro que fue laborioso, pero el resultado ha merecido la pena. Hay poemas brillantes. Un saludo.

Gracias, Manuel. Eso el algo que suelen hacer los poetas ingleses, o sus editores, algo que yo había visto en las obras completas de autores que me gustan tanto como W. H. Auden. Y como no me apetecía empezar por mi primer libro, que es el que menos me gusta, pues reescribí ese libro de arriba abajo y reordené el tomo entero. Yo creo que lo hice por disimular.

Paula
Hola, Benjamín. Me parece grandiosa la canción de Ángel Gónzalez, es un poeta que llena mi vida al igual que Alberti. Tu has convivido como quien dice con los dos. ¿Qué te ha aportado estas experiencias?Ten en cuenta que, aparte de admiración, despiertas mucha envidia en mí.

Ole, Paula, y bendito sea Ángel González, que es el hombre más fácil de definir que he conocido en mi vida: era el mejor. Tienes razón, yo he tenido suerte en mi vida y talento para elegir mis amistades. Estoy agradecido por lo primero y orgulloso de lo segundo.

Nacho
Hola Benjamín. Muchos dicen que con "Vinagre y rosas" vuelve el flaco en estado puro, pero yo creo que desde el marichalazo es mucho más Joaquín que Sabina. No sé, supongo que, como dices tú, si te sientes como Robin Hood te sale una rumba y si te sientes como los agujeros de la diana te sale una lágrima. Por cierto, viva la madre que te parió.
Ja, ja, ja. Gracias, Nacho, le paso tu mensaje a mi madre. Ya verás cuando oigas Vinagre y Rosas cuánto Sabina hay en cada canción. Nosotros dos estamos muy, muy contentos.

Mensaje de despedida
Adios a todos, amigos. Me dicen que ya ha acabado nuestro tiempo. Gracias por vuestras preguntas, y ¡nos vemos en Vinagre y Rosas y en Romper una Canción!

¡Ya lo tengo!

Ahora solo necesito tiempo para sumergirme en él. 224 páginas del 20% de lo que se puede contar del viaje conjunto, entre Joaquín Sabina y Benjamín Prado, hacia el disco Vinagre y Rosas. En el anterior post adelantábamos las primeras páginas, las que nos daban pie a lo que está por venir. Una lectura rápida, previa a una sosegada, con lápiz y papel para anotar y que no se nos pase nada.

Romper una canción, es...

Un libro sin aristas, de esquinas redondeadas, de imágenes de bocetos de canciones de puño y corralito, de fotografías de las fiestas habidas, con manuscritos como fondo de página.

Romper una canción son 3 paradas, Praga, Rota y Madrid, 13 capítulos, 12 canciones, 12 historias, 12 luchas a verso partido. ¡Menudo libro!

Uno de los primeros bocetos de la gran "Cristales de Bohemia", es solo alguno de los tesoros del libro.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Primeras páginas

En unas horas estará a disposición del público el nuevo libro de Benjamín Prado, "Romper una canción", en el que el poeta cuenta cómo él y Joaquín Sabina escribieron las canciones de disco de Sabina que ha salido hoy a la venta, "Vinagre y Rosas" (déjenme degustarlo un poco más... aún me sabe a poco).

Benjamín nos adelantó que se iría de viaje con Sabina a escribir canciones, que publicaría el libro (cuando aún estaba en blanco), que tendría una portada, que luego cambió por los pelos, y ahora acercamos a los lectores de Prado las primeras palabras de ese libro, que se presentará el próximo lunes en el Círculo de Bellas Artes.

Qué momento mágico este, el de leer las primeras páginas de un libro. A ver si abren pronto las librerias, porque 23 páginas saben a poco, aunque cuentan mucho. Disfrutadlas:

1
Los mariachis barajan las canciones de amor

Fuimos a Praga a romper nuestra amistad. Estábamos tan seguros de que aquel viaje era un error que el día antes de salir, los dos tuvimos el teléfono en la mano para llamar al otro y decirle: «Mira, mejor lo dejamos, ¿vale? No es el momento adecuado, no va a funcionar y voy a decepcionarte». Pero en esa ocasión hicimos más caso de mi epitafio que del suyo, y nos subimos a aquel avión que iba a la capital de la República Checa y quién sabe a qué más. Lo de los epitafios viene de lejos, como casi todo entre dos personas que se conocen hace casi treinta años y han hecho juntas cosas tan divertidas que la mitad de ellas no se puede contar. El caso es que una noche, cuando todo el mundo se había ido y nosotros nos habíamos quedado tomando la última copa solos, como tantas otras veces, discutíamos, vayan ustedes a saber por qué, cuál sería, en nuestra opinión, el epitafio de un hombre honrado. El mío no estaba nada mal: «Aquí yace Benjamín Prado: no tener nada que decir nunca le obligó a callarse». Pero el suyo nos pareció a los dos el mejor: «Aquí yace Joaquín Sabina: jamás dio la cara». ¿Por qué a la hora de embarcarnos en la aventura de la que salió Vinagre y rosas confiamos más en el mío, lo cual ya era, en sí mismo, una temeridad, porque si de lo que se trata es de escribir, esas tres palabras, nada que decir, no parecen un atajo a ninguna parte? Eso no lo sabemos, pero sí que las cosas que tienen explicación suelen ser las más aburridas de todas. Y me apuesto algo a que cuando acaben este libro la palabra aburrimiento va a ser la última que se les venga a la cabeza.

En cualquier caso, si lo pensábamos dos veces, ¿de verdad no teníamos nada que decir? ¿No sería, más bien, que no queríamos decirlo? ¿O que no confiábamos, cada uno por sus propias razones, en tener la fuerza que hacía falta para hacer ese trabajo que, conociéndonos como nos conocemos, sabíamos que nos iba a convertir en una mezcla de picapedreros y buscadores de oro? Me doy cuenta de que habrá que explicar lo que acabo de escribir y dar algún que otro dato que preferiría callarme, para que los lectores no tengan la sensación de haber llegado a este libro cuando la historia ya estaba empezada. Qué le vamos a hacer.

En el otoño de 2008 yo no me encontraba muy bien. Acababa de salir de una relación infernal con una chica a la que, desde entonces, Joaquín, yo y todos los que nos rodean, llamamos, simplemente, Virgen de la Amargura; y aunque, en realidad, a esas alturas no estaba deprimido por perderla a ella, sino por la cantidad de cosas que había tenido que perder hasta entonces para conservarla, el resultado de la ruptura era que me sentía tan estúpido como todo aquel que apuesta por el mismo número equivocado... durante tres años. Una de esas cosas que había perdido era la más importante de todas: mi capacidad para escribir. Puede que suene algo melodramático, pero lo cierto es que llevaba dos años dándole vueltas a tres poemas que nunca avanzaban, al principio porque estaba pasándomelo demasiado bien como para ocuparme de otras cosas y al final porque ya no tenía ninguna duda de que no decían la verdad y, por lo tanto, nunca iban a ver la luz: yo no publico mentiras. Aparte, también tenía por ahí una ex mujer que había conseguido que de cada diez palabras que yo pronunciaba dos fuesen abogado y embargo; una novela parada que sentía como un cuchillo clavado en la espalda, y cuya hoja se oxidaba día a día, y un par de chicas que me volvían loco pero que, sinceramente y por razones que no son de este libro, lo único que conseguían era hacer más grande mi sensación de estar perdiendo el tiempo. El caso es que entre una cosa y otra me encontraba regular tirando a muerto, y empecé a darme cuenta de ello al ver la cara con la que me miraban los amigos, que llegaron a hacerme hasta una fiesta sorpresa, ideada por el poeta Luis García Montero, de la que lo único que puedo decir es que si no los maté entonces, ya no los mato nunca. Joaquín me regaló dos primeras ediciones de Pablo Neruda, pero amenazándome con que tendría que devolvérselas en cuanto dejara de estar deprimido. Como suele decirse, un verdadero amigo siempre te apuñala de frente.
Una noche en la que, como tantas veces, habíamos acabado en Los Diablos Azules, el bar que tienen Jimena Coronado y su amiga Lena de Marini en la calle Apodaca, en Madrid, Joaquín se tomó un par de copas para envalentonarse, me llevó a un rincón y me dijo: «Mira, Benja, te voy a proponer algo. Yo vivo en una felicidad doméstica de la que es imposible sacar un verso; pero tú estás hecho polvo, y eso es una mina. Te propongo aprovecharme de tus desgracias y que nos vayamos por ahí a escribir canciones contra tu ex novia. Donde tú quieras: La Habana, Lisboa, Nueva York, Praga... ¿Qué me dices?». Dije que sí, convencido de que era una de esas promesas que se hacen en los bares a partir de las tres de la mañana, pero también recordando que ese plan, a fin de cuentas, era muy antiguo, porque fantaseábamos desde hacía años con perdernos por ahí, a escribir y divertirnos, en plan Dylan y Sam Shephard, una comparación que a los dos nos gustaba, a él porque le hacía verse componiendo «Like a Rolling Stone» y a mí porque me hacía imaginarme siendo el marido de Jessica Lange. ¿Se acuerdan de ella, por ejemplo, en la película Frances?

Es verdad que ya habíamos firmado a dúo otras canciones, a lo largo de los años, «Cuando aprieta el frío», «Esta noche contigo» y «Números rojos», pero no había sido igual, porque se trataba de letras hechas por los dos pero no juntos. Sin embargo, lo que sí creo que fue el principio de Vinagre y rosas, aunque por entonces ninguno de los dos lo sospecháramos, fue la canción «Parte meteorológico», que escribimos una madrugada en casa de Joaquín, sin esperárnoslo en absoluto y de una manera que a los dos nos dejó perplejos. Estábamos allí, solos, tomándonos supuestamente la copa del adiós, cuando se nos ocurrió que estaría muy bien una canción en la que se contara una pelea entre dos amantes igual que se dan las noticias del tiempo; y lo que había empezado en broma, como uno más de tantos cadáveres exquisitos que hemos escrito entre nosotros y con otros amigos como Ángel González, el propio Luis García Montero o Felipe Benítez Reyes, es decir, los socios fundadores de lo que Joaquín llama el club de los poetas líricos, de los que suele afirmar que somos aún mucho más golfos que los músicos, se transformó de repente en un trabajo serio. Escribimos toda la noche, cada vez más metidos en lo que hacíamos y tan coordinados que cuando acabamos, ya bien metidos en el día siguiente, no sólo es que la canción estuviese hecha, sino que ninguno de los dos sabía qué se le había ocurrido a él y qué al otro. Se había producido una especie de combustión, que es la palabra con la que yo suelo explicar ese tipo de fenómenos. Y, sobre todo, lo habíamos pasado muy bien forcejeando con la canción para conseguir organizar una estrofa o solucionar una rima, deambulando por la habitación, como dos leones enjaulados, cuando no dábamos con la palabra que rastreábamos, y pegando saltos de goleador cada vez que dábamos en el clavo. ¿Dos tipos pueden ser tan felices por llegar al verso hacia el que corrían o porque se les ocurra una metáfora brillante? Créanme, si esos dos tipos somos Joaquín y yo, la respuesta es: sí. De hecho, ésa es la segunda cosa que más nos gusta del mundo.

Pero claro, tener un arrebato y dejar vista para sentencia una canción que te ha atacado por la espalda y contra la que has sacado el bolígrafo en defensa propia no es lo mismo que marcharte diez días con alguien a un hotel para escribir... ¿Qué? ¿Cómo? Y, sobre todo, ¿cuánto? Porque ¿de qué hablábamos? ¿De un par de canciones? ¿De tres...? ¿Cuáles eran las expectativas? Yo no me describiría, por lo general, como un escritor lento, ni a él tampoco, porque somos demasiado obsesivos como para tomarnos las cosas con calma; pero ¿podía salir algo de ese proyecto, teniendo en cuenta que en aquellos precisos instantes él, según decía, estaba desganado y con la inspiración a medio gas y yo de lo único que realmente tenía ganas era de tirarme a una piscina llena de vodka y bebérmela? Demasiadas preguntas y ninguna certeza: mala cosa. Y, por añadidura, a mí me preocupaba que Joaquín hubiera pensado en eso sólo por mí, para intentar sacarme de la mezcla de nube negra y números rojos en la que estaba. Van a ver que es capaz de eso, y de mucho más. Pero ¿y qué? Hacer un disco con alguien que ha escrito, en mi opinión, muchas de las mejores canciones de nuestro idioma era un desafío extraordinario; y a mí me gustan tanto los retos que mis cuatro palabras favoritas siempre han sido: a ver qué pasa.

Descubre lo que pasa en:


martes, 17 de noviembre de 2009

Desde que te conozco, una canción, dos versiones

Dejó de ser noticia que Benjamín Prado se subiera a un escenario. Aunque no ha dejado de ser atractivo y un auténtico espectáculo verle cantar sus propios poemas. Vanessa, de Acróbatas, nos ha chivado el enlace de una canción que aunque no es vieja, tampoco es nueva. "Desde que te conozco", Benjamín Prado escribió esa canción para Sabina, aunque creo recordar que no llegó a cantarla. Pues él sí, y acompañado a la guitarra por Luis Ramiro en el festival de Acróbatas, el pasado domingo en L'Hospitalet. Pero no era la primera vez, ¿recordáis, los más fieles lectores, que ya la cantó en La escalera de Jacob en compañía de Ángel Rubio a la guitarra.

Aquí os dejo dos versiones para una misma obra de arte.







domingo, 15 de noviembre de 2009

Benjamín habla sobre el libro, el disco y sus canciones

El periodista G.Cappa entrevistó la semana pasada a Benjamín Prado, en Granada Hoy. Dijo cosas como que seguramente (yo lo doy por hecho) le veremos cantando en el Palacio de los Deportes de Madrid, el día 15 de diciembre, junto a Sabina, que el libro saldrá en Argentina, Colombia, México (responde así a algunas preguntas surgidas en este blog...), y muchas, muchas cosas interesantes.
Aquí reproduzco, la entrevista, sin más...

"Una buena canción se escribe cuando no te crees Joaquín Sabina"
El escritor madrileño es el cincuenta por ciento de las letras del nuevo disco del cantautor de Úbeda, 'Vinagre y rosas', y desentraña el proceso creativo conjunto en el libro 'Romper una canción'.

De flaco crepuscular a flaco endémico. De un madrileño nacido en Jaén a un madrileño que ha echado raíces en Rota. De un cantante con alma de poeta a un poeta de chupa de cuero. Son Benjamín Prado y Joaquín Sabina, que han unido humo, copas y versos en el disco Vinagre y rosas del cantante jienense. Acostumbrado a echar vinagre en las heridas, Benjamín Prado acaba de publicar Romper una canción, donde intenta desentrañar un secreto aún más inextricable que la piedra filosofal: cómo se hace una buena canción. Autor del poemario Siete maneras de decir manzana, ahora explica las siete maneras de comérsela junto al autor de Y sin embargo.

-Dice Joaquín Sabina que ahora tiene una vida aburrida y que aprovechó que a usted le había dejado la novia y así 'vampirizar' sus emociones para el disco...
-Joaquín me está echando una fama... Yo siempre he pensado que un clavo se saca con otro clavo, incluso mejor con cinco clavos. Joaquín y yo somos muy amigos desde hace más de 30 años y yo mato por él, y creo que al revés también. Pasé por esa 'nube negra' de la que tanto habla y pensó en hacer algo divertido conmigo para que pensara en otras cosas. Nos hemos divertido y ha sido excitante. Después de conocernos tantos años hemos salido bien de estos siete meses de pelearnos cada segundo por las letras, sin llegar a discutir. Hemos salido más amigos que nunca.

-¿Se siguen hablando?
-Sí, somos aún más íntimos amigos. Creo que hemos sacado la conclusión de que esto sólo podíamos hacerlo nosotros, no me veo componiendo un disco de esta manera con otra persona. Tenemos una especie de combustión que seguramente es irrepetible. Lo importante es que hemos hecho exactamente el disco que queríamos hacer.

-'Vinagre y rosas' es un disco muy importante en la carrera de Sabina. En las últimas giras no ha defendido casi sus nuevos temas. Quizás está en el momento de sacar nuevos himnos...
-Yo no puedo opinar, no sé qué piensa de sus otros discos. Lo que puedo decir es que en este le he visto más contento. Lo más importante es verle tan feliz, muy implicado en el disco. Ahora mismo está con los ensayos de la gira y dice que no se sentía así desde 19 días y 500 noches. Le veo contento con las canciones, pegando saltos de alegría, y creo que Sabina canta como los ángeles. Desde mi punto de vista es un gran cantante, sólo hay que escuchar el corte de Cristales de bohemia. Esto dicho por alguien que cree que no se canta con los pulmones sino con otra cosa. Lo mejor es verlo tan feliz con su disco.

-¿Con qué estribillo se queda, de cuál se siente más orgulloso ahora?
-De lo que estoy más orgulloso es que no podría elegir ninguno. Las canciones las hemos trabajado de manera obsesiva durante siete meses en un estado de abstracción absoluto, encerrados en el círculo del disco, pensando día y noche en las canciones, la mayor parte del tiempo juntos y cuando no a través de e-mail y teléfono. Cuando algo nos encantaba, lo que decíamos los dos era: "Lo podemos mejorar". Lo mejor es que, a estas alturas, no se puede decir que un verso lo ha escrito uno u otro, sino que cada verso está negociado, hablado, tiene una palabra mía y una suya... Ha sido un trabajo integralmente realizado a cuatro manos.

-¿Ha tenido cabida el ripio 'vacilón' que tanto usó Sabina en sus discos de éxito?
-Poco, sinceramente muy poco. Alguno habrá, pero no intencionado. Tuvimos en algún momento la tentación de hacer un rap pero no cabía, las letras son muy conceptuales.

-¿Le ha pesado el 'bestial' poemario de canciones de Sabina?
-No. Es una tierra quemada, un territorio conquistado. Joaquín, en mi opinión, ha escrito algunas de las mejores canciones de nuestro idioma, y lo que está claro es que hay cosas que no se pueden volver a hacer porque ya están dichas y porque no se pueden decir mejor.

-Hablar de prostitutas después de 'Una canción para la Magdalena' es casi imposible...
-Claro, pero se habla de otras cosas. Si para algo ha servido formar esta especie de monstruo de dos cabezas que hemos sido durante siete meses ha sido un poco para no ser ninguno más del cincuenta por ciento. Somos personas con muchas cosas en común, lecturas, música, gustos, incluso un carácter bastante compatible y mucha tendencia a la juerga y a la copa de más, al trasnoche. Pero bueno, es su disco. Yo siempre digo que es su disco, mi libro y nuestras canciones.

-¿Qué le sugiere la palabra SGAE ahora que sale como co-autor de unas canciones que van a ser éxito de ventas y se van a cantar en cientos de conciertos?
-Llevo mucho tiempo y Sabina y yo ya habíamos hecho alguna canción. Creo que va ser un bombazo y sólo la primera edición de mi libro van a ser 50.000 ejemplares y se va a editar aquí, en Argentina, en Colombia, en México... No es un libro sólo de cómo se ha escrito Vinagre y rosas. Creo que es además una especie de tratado de la amistad y una especie de taller de cómo se escribe una canción.

-Sabina dice que una buena canción es una buena letra, una melodía y algo más que nadie sabe lo que es pero es lo que te llega. ¿Han localizado ese algo más?
-En primer lugar, una buena canción se escribe cuando no te crees Joaquín Sabina. Se escribe peleando cada verso, cada coma, cada rima, siendo capaz de estar hasta las seis de la mañana buscando una palabra. Esto es bonito, ver como una persona como Joaquín no ha querido dar un paso hacia un sitio en el que ya hubiera estado. No creo que mucha gente pueda poner tanta fe en la poesía como él.

-¿Le van a dar ganas de subirse al escenario cuando acuda a los conciertos de la gira?
-Eso pretende Sabina. De vez en cuando hago esas cosas. Precisamente el martes estuve en un concierto en Barcelona y me obligaron a salir al escenario. Quizás lo haga. Sabina me quiere sacar en Madrid, en la Bombonera... Yo soy un animal que dependede la inspiración, es decir, de las copas que me haya tomado.

-¿Qué han ganado o qué han perdido los versos al ser musicados?
-He estado muy implicado, iba todas las tardes al estudio de grabación. Una cosa que nos pone muy cachondos a los dos es rematar las canciones en el estudio, cambiar versos ante la mirada asesina de los músicos. Pero Joaquín y yo nos metíamos en la pecera con nuestra copa, nuestro cigarrito y nuestros papelotes y cambiábamos cosas. Muchos de esos versos escritos al límite son de los que más nos gustan.

-¿Había una conciencia previa de buscar lugares comunes con el público para que cada canción parezca hecha a medida de cada fan?
-Eso Joaquín lo hace mejor que nadie.

-Escribir al desamor...
-Para las de amor no me necesitaba porque vivía en un momento más feliz que yo, aunque creo que le he empatado. No hay una gran poesía sobre la felicidad. En España, el único que lo intentó fue Jorge Guillén y con resultados dispares. De la felicidad suelen salir pocos versos memorables. Mejor la tristeza, el abandono, la soledad...

-¿Alguna anécdota confesable de estos días de grabación?
-Todas las confesables están en el libro. Una amistad como la mía y de Joaquín está hecha de cosas tan divertidas que más del ochenta por ciento no se puede contar.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Benjamín dijo Praga. Retazos del nuevo libro

El cuerpo me pedía llegar a casa y subir al blog inmediatamente el texto de El País de hoy (el título presagiaba mucho bueno "Que tapien el Bernabeu"), pero otro diario, Público, centra hoy la atención.

Una doble página, de Jesús Miguel Marcos, nos adelanta retazos de lo que será el nuevo libro de Benjamín Prado, "Romper una canción". Un libro que estaba previsto que se empezase a vender el día 16, según nos dijo el propio Prado, pero que se presentará en sociedad el día 23.

Retazos que se entremezclan con una entrevista que el periodista hizo ayer al poeta, y que nosotros también entremezclamos en este blog.

Así comenzó la historia del disco, "Fue en una reunión de amigos en un bar del centro de Madrid. A las tes de la madrugada, Joaquín me dijo, Benja, yo vivo en una felicidad doméstica de la que es imposible sacar un verso, como tú ahora te has separado de tu novia... Te propongo irnos de viaje La Habana, Lisboa, Nueva York, Praga... ¿Qué me dices? Y Benjamín dijo Praga".


Efectivamente, lo dijo y nos lo contó en exclusiva en el blog, poco antes de marcharse, aunque nos pidió un silencio, que respetamos.

En ese viaje, decía Prado en la entrevista de Público, "dudábamos de que consiguiéramos algo, pero tres días más tarde nos sentiamos capaces de escribir cualquier canción que se nos ocurriera". "Ni el uno ni el otro nos pasábamos una, pero siempre desde el respeto. Lo fácil es acabar chocando, odiándote o imponiendo las cosas. Por eso me gusta la portada del libro, porque parece un combate del que hemos salido ganadores los dos. Y ninguno de los dos tenemos remota idea de quién ha escrito cada cosa".

"Los camareros del bar donde componíamos pensaban que éramos una pareja gay, pero es que para escribir una canción es necesario pelearse mucho, cada verso, cada palabra. Ese fue uno de los motivos por los que Joaquín me pidió que escribiera este libro, para que la gente supiera el trabajo que lleva hacer una canción".

"Hemos vivido en una burbuja. No queríamos salir".

Aunque lo mejor es que no os perdáis una palabra de este artículo clicando en las imágenes inferiores para leerlo entero.

(Gracias al propio Benjamín Prado por pasárnoslo, y a Bea, siempre ojo avizor).





Presentación de "Romper una canción"

El día 23 de noviembre, a las 13.00 horas, en el Circulo de Bellas Artes de Madrid, en la sala Ramón Gómez de la Serna, se presenta el libro: "Romper una canción". En él nos cuenta Benjamín cómo se escribió Vinagre y Rosas, el nuevo disco de Joaquín Sabina

Tal como consta en la invitación, "El autor estará acompañado por Joaquín Sabina".
Un lujo que no deberíamos perdernos...

lunes, 9 de noviembre de 2009

Tiramisú de Acróbatas

Ayer Benjamín Prado volvió a subirse a un escenario. Fue en el festival de Acróbatas, en L'Hospitalet, y Benjamín iba como el poeta invitado, entre tanto cantautor, a saber: Marwan, Rafa Pons y Luis Ramiro.

No estuve allí (espero que algún asistente nos envíe crónica de lo vivido y de lo que pasó), pero gracias a los vídeos (y como tantas veces a Víctor Alfaro), sabemos que allí hubo más que poesía, y mucho más que canciones. Benjamín se animó a cantar Tiramisú de Limón (el primer single de Vinagre y Rosas, el nuevo disco de Joaquín Sabina), con un coro y un acompañamiento extraordinario, descubridla por vosotros mismos:

Sin máscara

Benjamín Prado habló del blogs el pasado jueves en su artículo de El País, y lo digo en plural porque además de mencionar al de Güemes, centro de todos sus dardos, comentó que él tenía un blog. Y con este que estáis leyendo ya son tres. Dice Benjamín que los blogs quitan la máscara a quien los usa. Aquí estoy desenmascarado y admirador de la obra de Benjamín y los pensamientos de su Señor Casamajor particular, Juan Urbano.

El 'blog' de Güemes es un 'puag'
Por Benjamín Prado. El País.

¿En qué se parece un blog a una botella de vino? Fácil: en que los dos le quitan la máscara al que los usa. Ahí tienen, para demostrarlo, al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, famoso por la profundidad ideológica de sus argumentos; por su manejo del eufemismo, que es como él llama a los insultos; por ser uno de los políticos más abucheados de toda la historia de nuestra democracia, fuera, fuera, fuera; y, finalmente, porque el tiempo que le sobra, que debe de ser casi todo, lo utiliza en poner en marcha proyectos de tanto calado como el de montarse en la web del PP un blog en el que se incluye un "diccionario progresí", que según él es la "neolengua que el PSOE trata de imponer en el Reino de España para impedir que las personas puedan expresar críticas, opiniones y llamar a las cosas por su nombre", y que quizás él considere un libro parecido al Diccionario cheli de Francisco Umbral, lo que se nos antoja imposible, porque
¿Y qué cree el consejero que es llamar a las cosas por su nombre? Eso también resulta sencillo de entender, si reproducimos algunas de las entradas del estúpido diccionario; y como a mí me gustan menos los eufemismos que a él, cuando digo "estúpido" quiero decir "idiota". El aborto es "el derecho que les otorgan los socialistas a las mujeres para asesinar a un ser vivo y humano a cambio de votos". Un gay es un "homosexual con estudios que, haciendo uso de sus conocimientos, consigue prebendas políticas y subvenciones del erario público con la anuencia de toda la izquierda española". La Memoria Histórica es "la memoria selectiva e, incluso, alterada, de aquellos acontecimientos históricos acaecidos en España en los últimos 70 años, que pretende premiar a una mitad de la población, defenestrando al tiempo a la otra mitad". Los votantes del PSOE son "ciudadasnos". Y la "gente de izquierdas con gustos propios de una clase social acomodada", es decir, lo que este maestro de la ironía espesa llama "pijo-progre", no es más que un grupo de "ricos disfrazados de palestinos pobres". Cuando le pillaron el blog, que en su caso podría llamarse, más bien, el ¡puag!, que es lo que dicen los personajes de los tebeos cuando algo les da asco, respondió: "Jamás he insultado a nadie". Y le echó la culpa a los internautas, y juró sobre siete biblias que él no lo había visto, que todo ocurría a la vez en su blog y a sus espaldas. Bueno, podría responderle que yo también tengo un blog y nadie escribe esas cosas en él. ¿Por qué en el suyo sí?

Acababa de escribir esa pregunta cuando sonó el teléfono y era mi amigo Juan Urbano, que había leído la noticia, para proponerme que en lugar del artículo que estoy escribiendo ahora, mientras ustedes lo leen, hiciera otro formado, simplemente, por nuevas entradas del tal diccionario. Como ya no me queda sitio en la columna, reproduzco las dos primeras: Güemes: "Mes número 13 del año, es decir, espacio de tiempo fuera de la realidad en el que viven los seres anclados en el pasado". Pijota: "Pez maleducado que actúa como bufón de las ballenas en el fondo del mar". Hay que ver este Juan Urbano, qué imaginación la suya.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Vine a Praga a romper esta canción

Cuando aprendí a tragar fuego / el circo ya se había ido / de Albacete a Nueva York / el elefante está ciego / el domador malherido / quién ha mentido / mi amor. / La canción que estoy cantando / empieza en otras canciones /y acaba en un hospital / por qué me sigo jugando / la vida a pares o nones / por fulanita de tal

Así, con un nuevo adelanto de una nueva canción de Vinagre y Rosas, comenzaba la entrevista que Carles Francino, en la SER, le hacía a Joaquín Sabina en directo el pasado 3 de noviembre, y durante la cual intercalaron una entrevista con Benjamín Prado.

Decía Francino que "a Joaquín hay que quitarle los discos de las manos porque no los suelta, y en esta ocasión de un bar de Praga, donde se fue a escribir las canciones con quién, con Benjamín Prado, que además ha escrito un libro "Romper una canción", donde nos cuenta los secretos de este libro y lo hace ahora, con nuestra compañera Ana Uslé que también ha aprendido lo que es romper un disco".

La periodista comienza, con mucho tino, "Un disco no comienza por la primera pista, ni por la visita de una musa, en este caso empieza con su marcha, la de la virgen de la amargura", y Benjamín, en entrevista grabada comenta:

"Me acuerdo que estábamos en los diablos azules y me dijo oye Benja, aprovechando que tú estás hecho polvo ahora mismo, te has peleado con una novia, por qué no nos vamos por ahí, al sitio del mundo que tu quieras y escribimos un disco entero de canciones de desamor".

Dos tipos que - continúa la periodista - en Hamlet se hubieran peleado por el papel de calavera hacen la maleta y se van juntos a Praga.

Benja corta la canción, la rompe, para decir: "La primera canción que nos pusimos a escribir es una que se llama agua pasada, maravillosa, de esta que, no sé si se puede decir en la radio, los músicos dicen que va directa al coño". "Levantanto los puñitos para arriba es la tregua y la catraba? es meneando mucho las caderas, imagínate los camareros del Jopersbar, como le llamaba Joaquín, lo que pensaban cada vez que nos véían hacer eso".

"Sinceramente - dice Benjamín - yo no tengo ni la más remota idea de quién escribió cada cosa, en mi opinión es un milagro, aunque sea un milagro por lo civil". "Creo que estamos los dos muy contentos, él con su disco, yo con mi libro, y los dos con nuestras canciones".

Y canta la canción en voz de Sabina, "Vine a Praga a romper esta canción, por motivos que no voy a explicarte". (Así, o casi, comenzaba un soneto de Sabina en Interviú, dedicado a Benjamín Prado).

Dice Francino, "en el reportaje se nota que Benjamín está entusiasmado, con el libro, con el disco...", "yo también" replica Sabina "es verdad que no sabríamos decir qué verso es de él y cuál mio, es verdad que nos hemos peleado gozosamente por una coma, o por una tilde y es verdad que hemos vuelto más amigos de lo que fuimos". "Los camareros de Praga pensaban que eran maricones, y tenían razón".

Se escucha bien, entera, y con nuevas letras de fondo en


jueves, 5 de noviembre de 2009

Don Francisco Ayala

El artículo del jueves, e incluso la entrevista en la Ser del pasado miércoles, quedan relegados hoy por el obituario que Benjamín le ha dedicado al gran Ayala, Don Francisco Ayala.


Obituario: "In Memóriam"
Francisco Ayala: todo lo contrario

Por fuera, Francisco Ayala parecía todo lo contrario: un hombre huraño, de mirada rígida y palabras secas, de ésos en cuyo rostro se transparenta hasta el hueso la antipatía. Por dentro, siempre que respetases ciertas reglas y guardaras las distancias, era un hombre de amabilidad exquisita, que siempre te recibía en su casa con los brazos abiertos, un whisky sobre la mesa, un libro que solía regalarte cuando estabas a punto de irte y, sobre todo, con ganas de compartir una conversación, normalmente irónica, sobre literatura y política, que eran los dos temas que más le apasionaban.

Tenía un humor granadino, como le dije alguna vez, que puede explicarse contando una comida que compartimos con él y con su esposa Luis García Montero y yo, cuatro días antes de que se celebrase su centenario, que, como todo el mundo recuerda, iba a ser un gran acontecimiento. Digamos que la fecha del cumpleaños era el viernes siguiente y que nosotros estábamos en aquel restaurante el lunes de la misma semana. De pronto, Ayala dijo: "¿A que no sabéis qué broma estupenda se me está ocurriendo? ¡Morirme el jueves!".

Su generosidad yo la disfruté desde el principio de nuestra relación, que empezó a mediados de los años ochenta, cuando fui a verlo para que escribiera algún artículo en el suplemento literario del periódico en el que yo trabajaba, Diario 16. Por entonces, lo veía a menudo, y a él le gustaba contarme y que le contara chismes de mi maestro Rafael Alberti, con quien compartía una larga enemistad. Después, me presentó alguna de mis novelas, se tomó siempre la molestia de leerlas y comentarme su opinión, e incluso escribió una frase promocional para Alguien se acerca.

El día de la presentación, estábamos esperando a que llegara a la sala Mario Benedetti, y como se retrasaba y nosotros estábamos de pie, le dije: "Paco, ¿le acerco una silla para que se siente?". Me miró de arriba abajo y respondió, cortante: "Siéntese usted si está cansado, yo me encuentro perfectamente". Así era Ayala, como le gustaba firmar sus obras, sin más detalles: simplemente así, "Ayala". Y creo que lo de llamarle Paco y de usted también explica el respeto que le teníamos los aprendices de él.

Recuerdo muchos momentos divertidos con Ayala, junto al propio Alberti, con Carlos Fuentes o con Rosa Chacel, que lo acusaba en público de haberse alejado del espíritu de Ortega y Gasset, pero que también lo recordaba como un joven "muy mono, que a todas nos gustaba mucho". De él, los más jóvenes, a quienes, al menos tal y como yo lo he vivido, nunca negó un minuto de atención, aprendimos la lección que te da una persona decente, un escritor responsable y un intelectual de una inteligencia extraordinaria y una lucidez que se puede comprobar leyendo sus ensayos, siempre magníficos. Ha muerto a los 103 años, pero su vida se nos ha hecho corta. Por suerte, libros magníficos como sus memorias, Recuerdos y olvidos, se han quedado aquí para hacer de él cuando necesitamos volver a buscarlo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

La lesbiana

Benjamín Prado escribió en El País, el día 19 de septiembre, un artículo de los que aúnan su faceta de periodista, que la tiene, y la de narrador y biógrafo extraordinario, sobre todo de escritores. O de escritoras. Sobre todo de estas últimas (uno de sus libros, Los nombres de Antígona, es solo eso, biografías de escritoras).

Quizá por ello sea capaz de escribir un artículo en el que habla de la revelación y la conmoción que ha supuesto en su país descubrir que Gabriela Mistral era lesbiana, y acabes el texto pensando, qué lastima no haber leído aún nada de ella.


Gabriela era Lesbiana, ¿qué hacemos?
Por Benjamín Prado
La correspondencia de la Nobel chilena con Doris Dana, reunida en Niña errante, se lee como si fuera una novela que cuenta la hermosa historia de amor de estas dos mujeres, que compartieron parte de sus vidas en equilibrio entre el amor, el deseo, los celos y la distancia.
En su país, Gabriela Mistral está por todas partes, tal vez porque así se puede esconder a Neruda detrás de ella: a la hora de elegir escritor nacional entre los dos premios Nobel de Literatura, la autora de Tala o Lagar, que lo ganó en 1945, es menos comprometedora que el de Residencia en la tierra, que lo obtuvo en 1971 y que sigue siendo un personaje controvertido a causa de su militancia comunista. Así que mientras él parece algo recluido en sus casas-museo de Isla Negra, de Valparaíso y de la capital, su colega y amiga mantiene una presencia pública extraordinaria. Como ejemplo, podemos decir que su cara protagoniza los billetes de 5.000 pesos y que el Centro Cultural que se acaba estos días en Santiago de Chile, construido para celebrar el bicentenario del país en el año 2010 y que presume de ir a ser el más grande de América, también lleva su nombre. Que, por cierto, era tan falso como el del propio Pablo Neruda: en realidad, uno se llamaba Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto y la otra Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga. Si pronuncias seguidos esos once nombres y apellidos, te sale un equipo de fútbol entero.

Ahora, la parte más reaccionaria de la sociedad chilena, la que aún pasea con orgullo por la céntrica avenida 11 de Septiembre, en Santiago, bautizada de ese modo para conmemorar la fecha en que los militares golpistas derrocaron a Salvador Allende, se hace cruces ante la polémica que ha propiciado la aparición del libro Niña errante. Cartas a Doris Dana, en las que quedan claras las preferencias sexuales de la autora de Desolación. Hace poco, el semanario The Clinic incluyó en su portada una foto a toda plana de Gabriela Mistral y este titular irónico: "¡Era lesbiana! ¿Qué hacemos?". Y no parece que ése vaya a ser el último episodio que obligue a replantear su biografía, porque se sabe que la parte inédita de su poesía, que también estaba en poder de su novia y albacea norteamericana, fallecida en el año 2006 en Florida, duplica la publicada y es muy explícita en sus contenidos.
La correspondencia reunida en Niña errante, que ha salido en Chile en el sello Lumen, se lee como si fuera una novela que cuenta la hermosa historia de amor de estas dos mujeres, que se conocieron en Nueva York tras una conferencia que dictó allí Mistral, al año siguiente de haber sido galardonada por la Academia Sueca, y que compartieron parte de sus vidas en equilibrio entre el amor, el deseo, los celos y la distancia, esto ultimo porque la joven Dana, que también escribía poesía, aunque de forma esporádica, tenía que pasar gran parte de su tiempo en Estados Unidos, lo cual desesperaba a su famosa amante, quien al final consiguió que el Gobierno de su país la nombrase cónsul en Nueva York, para poder estar juntas.
En el libro, conocemos los problemas de salud de la pareja, que hacía difícil que la preciosa Dana, una joven que guardaba un parecido asombroso con la actriz Katharine Hepburn, acompañase a Mistral a sus viajes, como ella quería. También vemos cómo crece su amor. "Desde que te fuiste yo no río y se me acumula en la sangre no sé qué materia densa y oscura. Yo no puedo saber aún, amor mío, lo que ocurra conmigo a lo largo de los sesenta días de nuestra separación. (...) Estoy viviendo la obsesión, amor. (...) Yo no sabía hasta dónde eso -lo vivido- ha cavado en mí, hasta dónde estoy quemada por ese punzón de fuego, que duele igual que la brasa ardiendo sobre la palma de la mano", escribe Mistral a Dana, y ésta responde: "Mi amor. Todo lo bonito me habla de ti. ¡Siempre tú estás conmigo! (...) Veo el cielo y pienso: este mismo cielo toca la cabeza de mi querida. (...) Yo me pongo en el viento y en la lluvia para que puedan abrazarte y besarte por mí".
También hay momentos de desconfianza, y reproches con los que Gabriela le hace saber a Dana "el infierno puro que ha sido para mí tu silencio de siete o más días", o le dice: "En cuanto a tu miedo de perderme, tu falta completa de confianza, yo no me merezco eso, que me da un poco de cólera y un mucho de tristeza, casi de amargura. Yo no soy una sinvergüenza, no, mi amor, yo no soy eso que tú imaginas. Soy una desgraciada si tú sigues sin tener fe en tu Gabriela". Las cartas siempre están firmadas así, pero es curioso que en muchas de ellas Mistral hable en masculino: "Soy arrebatado, recuérdalo, y colérico, y torpe. Por favor, no vuelvas nunca a sufrir así, a padecer por mi culpa, tienes que saber que así me das una enorme vergüenza de mí mismo".
La poeta ayudaba económicamente a su compañera, y parte del epistolario lo ocupan los cheques que le anuncia Mistral que va a mandar o la oferta de que se quede con la renta que produce una casa que tiene alquilada en Monrovia. Pero, sobre todo, Niña errante demuestra la desesperación de un amor acosado por las separaciones. "Tengo ganas de morirme, porque dudo de que vuelvas", le escribe Mistral a Doris Dana; y hacia el final del libro, cuando demasiados asuntos domésticos rodeaban ya su paraíso, le da instrucciones para que cuide sus cuentas, y le dice: "Te encargo que tú veles porque yo tenga siempre en caja el valor de lo que cuesta un entierro en tu país. No quiero cargarte a ti con ese gasto grande".
Gabriela Mistral murió en Nueva York, en febrero de 1957. Su novia la sobrevivió cincuenta años, y custodió su legado hasta su fallecimiento. Sólo entonces su sobrina donó al Gobierno chileno los cuarenta mil documentos que forman el legado inédito de la autora de Lagar, en el cual estaban incluidas estas cartas.