El 'blog' de Güemes es un 'puag'
Por Benjamín Prado. El País.
¿En qué se parece un blog a una botella de vino? Fácil: en que los dos le quitan la máscara al que los usa. Ahí tienen, para demostrarlo, al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, famoso por la profundidad ideológica de sus argumentos; por su manejo del eufemismo, que es como él llama a los insultos; por ser uno de los políticos más abucheados de toda la historia de nuestra democracia, fuera, fuera, fuera; y, finalmente, porque el tiempo que le sobra, que debe de ser casi todo, lo utiliza en poner en marcha proyectos de tanto calado como el de montarse en la web del PP un blog en el que se incluye un "diccionario progresí", que según él es la "neolengua que el PSOE trata de imponer en el Reino de España para impedir que las personas puedan expresar críticas, opiniones y llamar a las cosas por su nombre", y que quizás él considere un libro parecido al Diccionario cheli de Francisco Umbral, lo que se nos antoja imposible, porque
¿Y qué cree el consejero que es llamar a las cosas por su nombre? Eso también resulta sencillo de entender, si reproducimos algunas de las entradas del estúpido diccionario; y como a mí me gustan menos los eufemismos que a él, cuando digo "estúpido" quiero decir "idiota". El aborto es "el derecho que les otorgan los socialistas a las mujeres para asesinar a un ser vivo y humano a cambio de votos". Un gay es un "homosexual con estudios que, haciendo uso de sus conocimientos, consigue prebendas políticas y subvenciones del erario público con la anuencia de toda la izquierda española". La Memoria Histórica es "la memoria selectiva e, incluso, alterada, de aquellos acontecimientos históricos acaecidos en España en los últimos 70 años, que pretende premiar a una mitad de la población, defenestrando al tiempo a la otra mitad". Los votantes del PSOE son "ciudadasnos". Y la "gente de izquierdas con gustos propios de una clase social acomodada", es decir, lo que este maestro de la ironía espesa llama "pijo-progre", no es más que un grupo de "ricos disfrazados de palestinos pobres". Cuando le pillaron el blog, que en su caso podría llamarse, más bien, el ¡puag!, que es lo que dicen los personajes de los tebeos cuando algo les da asco, respondió: "Jamás he insultado a nadie". Y le echó la culpa a los internautas, y juró sobre siete biblias que él no lo había visto, que todo ocurría a la vez en su blog y a sus espaldas. Bueno, podría responderle que yo también tengo un blog y nadie escribe esas cosas en él. ¿Por qué en el suyo sí?
Acababa de escribir esa pregunta cuando sonó el teléfono y era mi amigo Juan Urbano, que había leído la noticia, para proponerme que en lugar del artículo que estoy escribiendo ahora, mientras ustedes lo leen, hiciera otro formado, simplemente, por nuevas entradas del tal diccionario. Como ya no me queda sitio en la columna, reproduzco las dos primeras: Güemes: "Mes número 13 del año, es decir, espacio de tiempo fuera de la realidad en el que viven los seres anclados en el pasado". Pijota: "Pez maleducado que actúa como bufón de las ballenas en el fondo del mar". Hay que ver este Juan Urbano, qué imaginación la suya.
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