miércoles, 27 de abril de 2011

Los recuerdos y la política en Operación Gladio

Desde Facebook Marta Ávila nos avisaba de la publicación de una nueva entrevista sobre Benjamín Prado y Operación Gladio en la web ...sigue leyendo en el que Raúl Argemí pregunta en torno al libro, centrándose en el tono más político del libro y Mireya de Sagarra fotografía al autor, que estaba en Barcelona, en la pose que podemos ver a la derecha:


-¿Cuál es la razón para que un escritor como Benjamín Prado, nacido en el 61, escriba Operación Gladio, una novela que gira sobre el asesinato de los abogados laboralistas de Atocha en el 77, y se extiende por la red de carniceros fascistas orquestada por la CIA para impedir que en Europa el comunismo llegue al gobierno? -Uno no elige los recuerdos. Ni elige en qué medida los va a recordar. Rafael Alberti dijo: he conocido a Picasso, a Neruda, pero de lo que no me voy a olvidar nunca es de una canción de propaganda que oía en la radio de niño. Para mí, uno de los recuerdos de mi infancia más fuerte es el asalto al Palacio de la Moneda, con Salvador Allende resistiendo con su casco. También el terremoto de Managua, y el asesinato de los abogados de Atocha. Luego, otro recuerdo potente que se encarnó en este libro, es el del Valle de los Caídos. Recuerdo que cada año nos llevaban con la escuela, y siempre sentía lo mismo. Había allí algo como una fuerza que tiraba para abajo; una tristeza siniestra.


-Dos son los casos que convergen en Operación Gladio. Por un lado, el asesinato de los abogados a manos de sicarios de la derecha. Por otro, la petición de los restos de un republicano que fue enterrado ilegalmente en el Valle de los Caídos. Quería escribir una novela de espías –reconoce Prado-, porque cuando escribo me gusta divertirme, y una novela de espías era lo ideal. Entonces pensé en una conspiración de estado, en los pasillos sucios del poder, recordé lo que sabía de Gladio, y me pasó lo que le pasa a Alicia Durán, la periodista de mi novela, cada vez fui a más. Cuando asesinaron a los abogados la investigación avanzó sólo hasta cierto punto. El punto en se empezó a ver que los asesinos habían recibido armas y estaban conectados con servicios españoles, y que detrás de ellos estaba Gladio, o sea la CIA. Ahí se detuvo todo, nadie quería mirar a la cara a la CIA. Algunos dicen que es paranoia vincular a la CIA con todas las conspiraciones, pero lo cierto es que siempre ha estado allí, con o sin paranoia”.


-Los libros como éste revisan la Historia de España. La Transición se ocupó de pasar una gran goma de borrar sobre la memoria. -Para mí era inevitable hablar de la Transición, tan elogiada, tan ejemplar, para lo que querían conseguir en aquel momento. Y puedo entender que en el 77 la gente tuviera ciertos miedos, pero hoy ya no somos los mismos, podemos mirar de frente algunas historias. Nada impide que nos propongamos revisar el pasado. Aunque a algunos eso les moleste y piensen que, cuando alguien quiere saber quien fue su padre, o desea recuperar los restos de su abuelo para llevarlos al cementerio, quiere reabrir heridas y busca venganzas. Es un despropósito, pero muy propio de España. Elegimos vivir de espaldas al pasado, mirando con desesperación hacia adelante. Otros países, como Francia, Italia, o Argentina se han atrevido a mirar el pasado, nosotros, cuando un juez como Garzón quiere investigar, lo condenamos.


-Uno de los recursos de Operación Gladio es el libro de entrevistas que prepara Alicia Durán. Las entrevistas retratan con meticulosidad a distintos actores de esos tiempos. Tiempos que dejan una marca porque el discurso y los razonamientos del entrevistado del PSOE son casi idénticos al del entrevistado de la derecha. -Me alegra que se note, porque piensan igual la derecha y la… ¿izquierda? Bueno, el socialismo. Lo que había de izquierda en España, el Partido Comunista, fue uno de los grandes perdedores de la transición, arrió todas las banderas para conseguir sólo la extinción.


-Los supuestos entrevistados coinciden en afirmar que “en el Estado de Derecho, lo que no se puede probar no existe”, afirmación que es una corrupción flagrante, y propia de abogados que cofunden la trapacería judicial con la filosofía del derecho. -Es que para ellos el estado de Derecho es sólo la excusa que alimenta un juicio, la realidad va por otra parte. Para ellos un crimen existe si se puede probar, que haya un muerto no es suficiente. Es que las dictaduras que permanecen mucho tiempo dejan resaca, vicios que se extienden a los tiempos de democracia. No hay más que ver cómo actúa la derecha española cuando pierde alguna elección, se siente saqueada. Ellos están convencidos de que tienen un derecho que nadie más tiene para estar arriba.


-Una cosa que siempre me sorprende es que la derecha española es atrabiliaria, que no hace ni siquiera el gesto de otras, más modernas, para agiornarse, ponerse al día, que actúa como una casta con derechos otorgados por Dios. -Piensan como una casta que está más allá del juicio de los otros y aceptan el juego del voto, pero no aceptan que a veces les ganen, les parece injusto, porque siempre tuvieron y tienen razón. Eso fue lo que se conservó con la Transición. La organización Gladio, que cita en su novela Benjamín Prado, fue creada luego de la Segunda Guerra Mundial por EEUU para impedir el acceso de los comunistas a los gobiernos europeos. El premio Nobel de la Paz Henry Kissinger fue su operador más eficiente en los años 70. El mismo Kíssinger que facilitó que los pistoleros fascistas italianos sumaran sus fuerzas a los pistoleros derrotados de la OAS, y a los asesinos más o menos triunfales de las AAA de Argentina, para torturar en media Latinoamérica. Esos pistoleros operaron en España, por el año 77/78 con el amparo de elementos locales. Tras esa investigación va su periodista, la pista italiana de Gladio.


-La CIA opera en todas partes, pero pocas veces, muy pocas veces, sin conocimiento y apoyo de las fuerzas locales. ¿Por qué se sabe tan poco de los españoles comprometidos es los asesinatos? -Porque no hay voluntad de saber. Hay que recordar que a poco de eso estábamos metidos en el GAL, con los mismos métodos pero desde un gobierno socialista. Algo así como que al enemigo no se le vence ni se le convence, se le hace desaparecer, se le elimina. Son métodos que no tienen nada de democráticos. Y con todo eso siembran al fin el miedo y se avanza en el control de la vida de las personas. A cada rato nos dicen, si usted no tiene nada que ocultar, ¿por qué se preocupa de los controles?, y los controles siguen avanzando. Cambiamos seguridad por pérdida de la libertad.


-El terrorismo, ese fantasma tan inasible, permite extender el miedo, la gente tiene más miedo a algo que difícilmente le llegue a matar que a lo más cercano, un accidente o un infarto. -Tampoco se entiende el terrorismo, que parece todo muy parecido, cuando muchas veces son respuestas a ataques como los de la CIA en Libia, por ejemplo, con aviones fantasmas, cohetes teleguiados, todo tipo de armas sucias, a lo que les responden de la misma manera.


-No deja títere con cabeza, pero salva a la monarquía española, como muchos españoles. Voy al hueso. Tengo la convicción de que el Franquismo duró 40 años porque los españoles se dijeron “es lo que hay” y tragaron. ¿Cuántos años habrá que esperar para que los que tragaron esta monarquía franquista se atrevan a mirarla a la cara? ¿Sucederá alguna vez? -(Ríe) Nunca. Eso no sucederá nunca. Esta monarquía es la cara de la Transición, es lo pactado. Una negociación en la que, como dice uno de mis personajes, “eran cuatro y el nuestro el más tonto”, porque los que verdaderamente perdieron fueron los comunistas. Aunque tengo mis dudas de que Carrillo fuera el más tonto, tal vez era el más vivo. Tiene razón. Cuesta suponer inocencia en un dirigente que sobrevivió a todas las purgas del estalinismo soviético. . Operación Gladio. Tres mujeres están en el centro de la acción. Hacía tiempo que no veía tantas mujeres en acción. Una es Bárbara, una juez de derechas –¿hay otra clase de jueces?-. Otra es Mónica, una progre que defiende a Garzón y trabaja con los grupos de recuperación de la memoria, al tiempo que es amiga de la jueza. Y la tercera, la periodista antes mencionada. Buen ojo y buena pluma la de Benjamín Prado para narrar desde las pasiones y las minucias cotidianas de estas tres mujeres; no es cosa fácil. Aparte de eso, un fragmento sucio de la historia reciente de España, con olor a pólvora y ocultamiento. Para leer y alimentar la paranoia. Como dijo cierto pensador anónimo, en este mundo, el que no está paranoico es porque está loco. .

martes, 26 de abril de 2011

No me cuentes tu vida en Perú

En su "semana peruana" Benjamín Prado inauguró el festival Eñe en Lima, presentó el especial cuadernos hispanoamericanos sobre Perú, y además también su libro "No me cuentes tu Vida", editado por la editorial Mesa Redonda. En esta presentación alguien se le acercó con la cámara para que resumiese lo que estaba haciendo por allí y de paso aprovechó para contarnos alguna anécdota sobre Vinagre y Rosas y Pereza.


Sientemag.com estuvieron allí, lo grabaron, y yo lo rescato:


domingo, 24 de abril de 2011

Si te dijese la verdad...

... te mentiría. Ese es el nombre de aforismos que Benjamín está planteándose, según dice en su facebook, para el libro que recogerá los mejores o una selección de ellos. Un seguidor de Benjamín los ha recogido, él los está revisando y ordenando, alguno le estamos proponiendo nuestros favoritos a través de facebook, o los difundimos diariamente a través de Twitter (@PradosUrbanos).

Será, también, un gran libro, seguro.

jueves, 21 de abril de 2011

Un indicio del Perú

Como decíamos el martes, Benjamín Prado estuvo en el festival Ñ de Perú inaugurándolo, pero también presentando el número 730 de abril de 2011 de Cuadernos Hispanoamericanos dedicado a la "Literatura de hoy en Perú", un magnífico ejemplar repleto de mucho, mucho bueno: Un poema inédito de Mario Vargas Llosa, cómo siente Paría Alfredo Bryce Echenique, los textos de Antonio Cisneros, Alfonso Cueto, Santiago Roncagliolo, o Jorge Eduardo Benavides, maestro de ceremonias también en aquella tarde del 13 de abril en Lima.

En él nos cuentan cómo es la literatura de hoy en Perú, con sus historias, sus anécdotas y su desbordante talento. No puedo dejarlo todo aquí, pero sí puedo abrir boca con el editorial de Benjamín Prado:



Un indicio de Perú
Por Benjamín Prado. Cuadernos Hispanoamericanos nº730 abril 2011.

La literatura es la suma del talento y del idioma, y sus dos casas son las aulas y las imprentas. Tal vez si recordamos eso y que la primera universidad de América se abrió en Perú y la primera imprenta de la lengua española en el Nuevo Mundo se instaló en Lima en 1583, seguramente le encontremos una explicación a la impresionante nómina de escritores que ofrece ese país, que empezó a calentar motores en el siglo XII con Flora Tristán o Ricardo Palma y despégó en el XX, y en todas direcciones, con José Sánchez Chocano, José María Eguren, poetas del tamaño de César Vallejo, César Moro y Emilio Adolfo Wetphalen y autores indigenistas como Ciro Alegría y José María Arguedas, de cuyo nacimiento se cumplen ahora cien años. De Perú salieron narradores admirables como Julio Ramón Ribeyro, Mario Vargas Llosa y Alfredo Bryce Echenique o poetas como Blanca Varela, Carlos Germán Belli, Martín Adán, Jorde Eduardo Eielson y Antonio Cisneros, todos ellos titulares indiscutibles en cualquier buena biblioteca. Y también fernando Ampuero, Alonso Cueto, Eduardo Chirinos, Iván Thays, Santiago Roncagliolo o Jaime Baily ahora, y antes Javier Solorguren, Sebastián Salazar Bondy, José Watanabe... Los puntos suspensivos explican que hay más nombres antes y después de todo eso y en estas páginas de Cuadernos Hispanoamericanos hemos tratado de resumir el pasado, fijar el presente y adivinarle el futuro a la literatura de ese país donde los pies del hombre descansaron junto a los pies del águila, como dice Pablo Neruda en su famoso "Alturas de Machu Picchu", que hoy trata de abrirse paso en el laberinto de Latinoamerica y del que no dejan de llegar buenas noticias para nuestro idioma, la última de ellas la concesión del premio Nobel al extraordinario Mario Vargas Llosa, que abre este número de nuestra revista con la sorpresa de un largo poema inédito dedicado a Constantino Kavafis. En cuanto al símil futbolístico que hemos hecho unas líneas más arriba, no es nada extraño cuando se habla de un país en el que uno de los equipos de la primera división se llama César Vallejo. Naturalmente, tanto los periodistas deportivos como los hinchas de ese conjunto de la ciudad de Trujillo apodan a sus jugadores Los poetas.


Confiamos en que este número de Cuadernos Hispanoamericanos, con su mezcla de autores consagrados y emergentes, sea un buen modo de representar la literatura peruana de hoy, como antes lo fueron las entregas dedicadas a Cuba, El Salvador, Argentina, Nicaragua, Chile o Ecuador, presentadas ya en La Habana, San Salvador, Buenos Aires, Granada, Santiago y Quito, como este lo será en Lima. Una revista es una red, su tarea es descubrir, atrapar y exponer. Luego, son los lectores y el tiempo quienes deciden. Así que nuestro trabajo es abrir los ojos, y aunque sabemos que, como dice en una de sus novelas el escritor Don Delillo, siempre "cuesta mucho ver lo que se está mirando", intentamos que cada uno de estos dossieres cumpla su misión: no puede ser un índice, pero sí un indicio.

martes, 19 de abril de 2011

Viajes hispanoamericanos: Perú

Como ya adelantamos la semana pasada, el miércoles 13 Benjamín Prado inauguró el festival Ñ en Lima, al que, junto al peruano Fernando Ampuero, dió el pistoletazo de salida con una conferencia bajo el título "Escribir es envolver la calle en un libro", en la que, según nos cuenta la agencia EFE :

"Prado, por su parte, recordó las "Coplas de Juan Panadero", escritas por el poeta Rafael Alberti sobre los reclamos y problemas que le narraban los habitantes de los pueblos de España que visitaba, para explicar el tipo de literatura por la que siente atracción.

"Es una manera de explicar que me gusta que los libros sean una conversación", aseguró el autor de "Raro".

Del mismo modo, el novelista y poeta español aseguró que, por eso mismo, le gusta la literatura "que opina" ante la realidad, y puso como ejemplo su última novela "Operación Gladio".

Prado define esta obra, publicada este año, "no contra la transición española pero sí contra una parte de la transición", para luego agregar que no le gusta que esa parte de la historia de España se venda como "una verdad tan rotunda" en la que no hubo fallos ni se dejaron temas pendientes.

"Me gusta que se note en mis novelas que me fastidian estas cosas", aseguró el escritor madrileño.

Del mismo modo, ambos autores defendieron la importancia de que una novela luche por mantener la atención del lector, lo que Ampuero definió como la necesidad de "escribir como si a uno le fueran a cortar la cabeza" en referencia a "Las mil y una noches".

Prado, por su parte, también reivindicó la lectura como "la gimnasia de la escritura" y aseguró que "cuando alguien escribe sin haber leído suficiente termina descubriendo el Mediterráneo".

Posteriormente, con Jorge Eduardo Benavides presentó el número 730 de Cuadernos Hispanoamericanos, dedica a "La Literatura de Hoy en Perú"... pero permitidme que esa sea harina de otro post...

miércoles, 13 de abril de 2011

Operación Gladio en RTVE por partida doble

En el Ojo Crítico, de RTVE, Benjamín Prado nos presenta Operación Gladio, en esta ocasión no existe transcripción, pero escucharlo merece tanto la pena (con fragmentos de las entrevistas "teatralizados" incluidos, que yo no dejaría de hacer clic en el Play... (0 ir a la web de RTVE)



Pero no nos quedemos con este corte, no nos perdamos el del programa "La estación Azul", también de RTVE. (ir al programa, aquí)




lunes, 11 de abril de 2011

Desde Perú con: No me cuentes tu vida y Festival eñe

Benjamín Prado está por el Perú donde hoy allí o mañana aquí o a la hora que quiera (7:00 pm hora de Perú del día 12 de abril) se presenta su obra No me cuentes tu vida. Según la web peruana "AgéndamePerú: "Se trata de una publicación que reúne lo mejor de su obra poética, publicada desde 1986 a la actualidad. Desde “Un caso sencillo” (1986), pasando por “Marea humana” (2006) -volumen con el que se hizo acreedor al prestigioso Premio Internacional de Poesía Generación del 27- hasta “Ya no es tarde”, su más reciente trabajo. En “No me cuentes tu vida” el lector encontrará una evolución notable, en cuanto a la versificación y el desarrollo de temas. En este libro deambulan Lorca, Neruda y también Dylan, planteando en cada momento la dificultad de terminar un poema y empezar otro, tal y como se describe en “El poeta” .

Por lo que parece el libro tiene poesías inéditas que aún no hemos visto por acá, pues "Ya no es tarde" está previsto que salga aquí, según nos dijo el propio Benjamín después del verano. Además, la editorial Mesa Redonda, lo ha lanzado junto con un reseña ni más ni menos que de Joaquín Sabina y que dice así:


«Todos los poemas de Benjamín Prado son un paso adelante y, sobre todo, un paso hacia adentro; son combativos, conmovedores, compartibles; tocan una cuerda que nos toca a todos y son solidariamente confesionales porque son a la vez su autobiografía y la nuestra. Y está además su tono y su ritmo y su latido y su música… En estos tiempos de confusión en los que tantos poemas parecen o jeroglíficos o cartas al director, los versos de Benjamín Prado ofrecen un hombro donde llorar, unos labios que besar y un espejo en el que reconocernos. Intenten leerlos en voz alta sin emocionarse y verán como no lo consiguen.»

Por Joaquín Sabina


La presentación de este libro es la antesala del Festival eñe de Lima que comienza el día 13 de abril a las 17:00 horas con el encuentro entre Benjamín Prado y Fernando Ampuero, cara a cara para debatir sobre "Escribir es envolver la calle en un libro". Como reza el programa "Lo que tropezamos al caminar, lo que cruza ante la vista y genera un pensamiento tiene, por una parte, una enorme fuerza evocadora y, por otra, más allá del juego de la metonimia, posee la capacidad de producir imágenes que son retenidas en la memoria y que, con el tiempo, quién sabe cuándo, se transforman en literatura, en un proceso tan misterioso como fascinante".


Pero no queda ahí el periplo de Benjamín por Perú, pues ese mismo día 13, un poco más tarde, Benjamín compartirá escenario con Jorge Eduardo Benavides para hablar de "Perú en los Cuadernos Hispanoamericanos Las riquezas literarias del Perú se reflejan en un número dedicado por entero a explorar en su forma y su lenguaje. Junto a ello, los autores analizarán la trayectoria e importancia de esta emblemática revista literaria, fundada en 1948."

martes, 5 de abril de 2011

La crítica de Babelia

Muchos sábados es Benjamín quien critica obras de diversos autores desde las páginas del especial cultural de El país, Babelia, en esta ocasión ha sido Amelia Castilla quien realiza lo propio con Operación Gladio, una crítica más centrada en su libro y no tanto en la persona, como pudimos leer el sábado pasado.


Arranca con una escena delirante: la retirada en 2005 de la última estatua de Franco en Madrid entre gritos a favor y en contra, para adentrarse, de la mano de la periodista Alicia Durán, en la investigación de la matanza de los abogados laboralistas de Atocha en enero de 1977, en las conexiones de ese atentado con la extrema derecha italiana y con la red Gladio (organización anticomunista promovida por la CIA), la guerra sucia contra ETA y en las gestiones que realiza una pareja para recuperar el cadáver de un familiar republicano, fusilado y enterrado en una cuneta en la sierra madrileña y desenterrado después y trasladado en secreto al Valle de los Caídos. ¿Se pueden relacionar políticamente todos esos acontecimientos?, ¿nos encontramos ante una nueva teoría conspirativa? En principio puede parecer un puzle, armado a base de juntar noticias que se publican en los periódicos cada mañana, pero no conviene dejarse llevar por las primeras impresiones. Benjamín Prado consigue armar una trama de investigación periodística, en la que manda la intriga bien dosificada y con algunas dosis de humor, y arropado por un puñado de personajes tan sólidos como capaces de mantener al lector en vilo hasta la última página. Estupenda la jueza, severa con los casos de divorcio y descreída políticamente, y su amiga, "la camarada Grandes", una arqueóloga empeñada en desenterrar el pasado más reciente. Sus conversaciones y sus opiniones sobre los hombres, que llenan sus vidas, quitan un poco de hierro a una inquietante trama política en la que se mezcla ficción y realidad, basada en la idea de que se esconde algo sucio en el patio trasero de nuestra democracia. Además de los personajes femeninos, Prado rescata en un papel estelar a Juan Urbano, el personaje central de Mala gente que camina. Los partidarios de la Ley de la Memoria Histórica encontrarán en esta novela la respuesta novelada a muchos de sus sueños y pesadillas.

domingo, 3 de abril de 2011

Crítica a Operación Gladio

Dice el dicho que nadie es profeta en su tierra, pero la tierra que le ve escribir cada jueves sus artículos de El País no le trata mal en la crítica de su libro. Tereixa Constela escribe esta crítica publicada ayer en El País, con foto incluída, que tomamos prestadas para disfrute general:




Benjamín Prado (Madrid, 1961) tiene una superstición, una alianza con la mitad de una frase y una mente que ametralla al prójimo con anécdotas, frases redondas y salidas ingeniosas.


Vayamos por partes. La superstición. Cada semana teme que este diario no publique su columna de opinión. Es un miedo heredado de Rafael Alberti. "Siempre decía que no lo iban a publicar, así que todos los domingos íbamos al VIPS a esperar el periódico del lunes que debía traer su artículo".


La alianza. Dice: "Ya no". Es la mitad de una frase que se completa cada vez que se une al anillo de su pareja, donde se puede leer "es tarde". La suma de ambas será casi con seguridad el título de su próximo libro de poemas, Ya no es tarde.


La ametralladora. "¿Qué es peor: un día vacío o lleno de problemas?", escribe en su nueva novela, Operación Gladio (Alfaguara), en la que mira atrás, al tiempo mitificado de la Transición, para convertirlo en una novela de espías y restarle aureola mítica.


En Operación Gladio (Alfaguara ) hay también un homenaje a la misión de informar. Prado, que hizo el frecuente viaje desde el periodismo hacia la literatura, considera al viejo oficio como "la última oportunidad de saber la verdad" frente al afán de ocultar la realidad del poder. Así que su nueva novela le rinde tributo convirtiendo a una redactora, Alicia Durán, en el motor detectivesco de la trama, que hurga en uno de los episodios de la Transición que se grabaron a fuego en la memoria colectiva: la matanza de cinco abogados laboralistas en la calle Atocha en 1977.


¿Sabemos todo sobre aquel asesinato que conmocionó a una incipiente democracia? Prado cree que hay una "verdad oficial" -expresión que detesta junto a otras parejas como "poder judicial" o "industria armamentística"- y múltiples incógnitas oficiosas: "Sobre la Transición hay muchas verdades oficiales y eso para la ficción es un terreno estupendo".


La Red Gladio, que ahora puede sonar a chino, existió. Fue una red secreta paramilitar alimentada por la CIA -y su pánico al comunismo- para desestabilizar a la izquierda en Europa. Se nutrió de oficiales nazis, fascistas italianos y ultraderechistas varios. Meter las narices en el grupo terrorista para descubrir su relación con la matanza de Atocha es lo que hace la ficticia Alicia Durán jugándose el pellejo. Benjamín Prado, sin arriesgar tanto, dedicó seis años a documentarse. "La red fue responsable de más de 4.000 atentados en Europa", asegura el escritor.


Junto a la vorágine propia de una trama de espías, Prado teje historias paralelas conectadas con la actualidad (memoria histórica, juez Garzón) y los sentimientos. A quienes disfrutaron con Mala gente que camina, les agradará saber que Alicia Durán es la pareja de Juan Urbano.