viernes, 30 de septiembre de 2011

Juan Urbano les dice adiós

Tal como anunciamos en exclusiva ayer, así se despedía Juan Urbano de las páginas de El País. Cambiamos el minuto de silencio por la cultura por unos minutos de lectura.

Juan Urbano les dice adiós
Por Benjamín Prado

Hay cosas que nunca llegan, pero todo tiene un adiós, y hoy le ha llegado la hora de despedirse a nuestro amigo Juan Urbano, después de casi 15 años asomándose cada jueves a estas páginas en las que, más que dar lecciones de nada a nadie, hemos tratado de compartir nuestras ideas y nuestra mirada sobre Madrid y sus realidades, así en plural, como él suele decirlo, porque entiende que casi todos los singulares son un modo de injusticia. Juan se marcha con la seguridad de que aunque haya quien tal vez se alegre de su partida, algunos lectores lo echarán de menos, y esa es una buena recompensa. Uno no busca un botín, pero sí un tesoro.

Escribir en una sección de local, como nosotros la llamamos, es una suerte, porque para hacerlo estás obligado a mirar con lupa lo que ocurre a tu alrededor y, sobre todo, a reflexionar sobre ello, a entender dónde vives y por qué las cosas son como son; y en un mundo en el que todo va tan deprisa y se nos plantean tantas urgencias de toda clase, que alguien te dé la oportunidad de pararte a pensar es extraordinario, de manera que Juan y yo le damos las más sinceras gracias a este periódico, que nos ha proporcionado durante tantos años el lujo, cada vez más infrecuente, de ser escuchados. Aquí hemos aprendido, semana tras semana, hasta qué punto es importante saber detenerse para no perder el tiempo.

Juan y yo hemos intentado ser justos en nuestras apreciaciones; hemos tratado de ser sinceros pero también respetuosos, y acomodarnos a las circunstancias seguros de que no importa no ser igual con todo el mundo mientras seas siempre tú mismo; también hemos combatido con toda la pasión a nuestro alcance aquello en lo que no creíamos, pero sin olvidar jamás la que ambos consideramos la frase más bella dicha jamás por un ser humano, que es obra de Voltaire: "Detesto sus ideas pero daría mi vida por defender su derecho a expresarlas". Y, desde luego, antes que nada hemos discutido cada línea de estos artículos para intentar que tuviesen una dignidad literaria, que es el mayor compromiso que debe de imponerse quien se atreve a ser leído. Dentro de muy poco, publicaré un libro titulado Pura lógica, compuesto de aforismos que, en gran parte, están sacados de las columnas que han aparecido en este mismo lugar del que ahora nos vamos, y eso para nosotros dos es una justificación y una prueba de que las palabras no tiene por qué llevárselas el viento.

Juan y yo detestamos las despedidas largas, así que vamos a apagar la luz y a salir de esta habitación. A él no lo van a volver a encontrar, y en cuanto a mí, espero que sigamos viéndonos en otros lugares de este periódico que es nuestra casa y también la de ustedes, que son quienes tienen la llave en la mano. Aún nos quedan muchas cosas que contar. Muchas gracias a todos y de todo corazón.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Juan Urbano se despide en jueves

Hoy se ha celebrado en la escuela Julián Besteiro la última jornada sobre el Ciclo de la Transición, "Realidad y ficción". Puedo decir que ha sido el primer acto de Benjamín Prado twiteado en directo y que si queréis podéis recordar aquí o directamente en los post de @Prados.Urbanos que he publicado desde el salón de actos de la escuela. La jornada ha sido interesantísima y tiene mucho que contar, e incluso la podréis escuchar, si preferís. Pero hoy el post no irá de eso. Lo tengo todo listo, pero con vuestro permiso, lo dejo para la próxima semana.

Un blog que trata sobre Benjamín Prado no puede pasar por encima de la noticia. La noticia hoy es que mañana (u hoy jueves, pues ya pasó la medianoche) se publicará el último texto de Benjamín Prado en la sección de Madrid. "Mañana será una especie de entierro de Juan Urbano", nos ha dicho Benjamín esta noche. Y es que la sección de Madrid de El País está prescindiendo de sus colaboradores de las secciones locales, presionados por los presupuestos y por unas deudas que amenazan la cabecera y que le obligan a cambiar de rumbo. En cuyo proceso, todo sea dicho de paso, dejarán muchos lectores por el camino.

"Han sido 15 años trabajando en El País, y aunque me quede sin el artículo no dejaré de escribir opinión para ellos, en Sociedad, en Babelia... No me da mucha pena porque la opinión en Madrid me obligaba a hablar siempre de política y al final acababa criticando y mirando en un círculo muy cerrado, pese a que la ciudad es tan grande. Espero que me ofrezcan algo interesante", nos remarcaba Benjamín.

Quizá a él, pragmático: "Sí, ahora me véis en todos los sitios y con varios trabajos, porque no paro, y lo mismo se van acabando todos. En Enero me veo fuera de Cuadernos Hispanoamericanos", pensaba en voz alta Benjamín, previendo cambio de rumbo también en la cultura (¿La cultura tiene rumbo?). "Algo haré, porque yo no paro. Espero publicar en breve el libro de aforismos, a ver cuándo puedo sacar el nuevo libro de poemas... y tengo más proyectos". Nunca perdió la sonrisa mientras nos lo contaba a los allí presentes.

Pero quienes hemos llegado a Benjamín a través de esos textos, quienes abríamos las páginas del periódico el jueves y buscábamos Madrid y ahí dentro su columna... a nosotros la noticia nos apena. Según la hemeroteca de El País, digital, ha publicado 607 artículos en Madrid, casi, casi 12 años. Y os aseguro que entre esos artículos hay joyas, de esas que te hacen llegar a Benjamín y que te meten su estilo en el cuerpo hasta el punto de que empiezas a escribir un blog sobre ese que escribe y que te gusta cómo lo hace porque dice cosas que tú sabes pero no puedes expresar, y aquí sigues, 3 años después, y muchos post. Con una constante, el artículo de opinión del jueves, que ya no será.

Afortunadamente Juan Urbano, su inseparable amigo de opiniones, no desaparece. Porque hace un tiempo salió del papel de prensa y empezó a explorar en los libros. Le pudimos leer protagonizando Mala gente que Camina, o más recientemente en Operación Gladio, y seguro que algún día nos lo cruzamos por la calle.

Un hasta luego, desde aquí, desde su casa, en la que cada jueves dejaron su firma. Esa que véis en el encabezado del blog (la manuscrita de Benjamín y la digital del apellido del blog).

miércoles, 28 de septiembre de 2011

De letras descafeinadas y música cabreada

Mientras esperamos a la charla de mañana sobre la transición, encendamos la radio
"Como cada Martes, Benjamín Prado nos trae interesantísimas recomendaciones literarias  [nota del blog: ¿trae? ¿O se le impone? Lo de hoy es descarado...]. Y hoy, un terreno abonado, seguro, para muchos oyentes, ¿qué camino podemos sugerir a los chavales para que empiecen a leer?", y ni lo digo ni lo pregunto yo, sino Carles Francino, el director de Hoy por Hoy, que le dirige la duda a Benjamín Prado, como cada martes, con él en el estudio.

"Los chavales tienen que leer los clásicos, pero también cosas nuevas. Con mi hija, Dylan, siempre he negociado. Tú te lees uno de Harry Potter y luego yo te meto Jeckyl y Hyde, te lees el señor de los anillos y luego uno de Jack London. Entre los que hay que leer nuevos es el de Ana García Siñériz, y que se lo he dado a leer a mi hija, con 11 años y ha dicho, este es de los que nos interesan a nosotros".

Los dos mundos de Zoé, publicado por Ana García Siñériz y Jordi Labanda en Destino y en el cual unos preadolescentes se dedican a resolver misterios...

Como cada día, lo mejor es escucharlo,y hoy es la única opción, porque la charla da para menos "destacados"... Sin prejuicios, con realismo. Esta vez los autores nos dejan menos "detalles", y los temas surgidos a raíz de los comentarios del libro dan para poco. No quedó más remedio que reconducirlo hacia los comentarios "ágiles" de los oyentes sobre cómo incentivar para que un niño lea.

Un libro "como de estudiar, pero que mola", como dice la hija de Benjamín Prado. Tiene que haber para todos los públicos, está claro, pero vaya cambio, esperemos que la línea editorial vuelva a la senda marcada de inicio.

Y de las letras, a la música, recuperando nivel. Amaral aparece por el programa para charlar con Carles y Benjamín, y eso es lo que nos cuentan y nos cantan. Sin duda, ahora sí, merece la pena escucharlo:


Según Benjamín Prado: "Emoción es la palabra que define este nuevo disco, y también un sonido de cristales rotos. La clave del disco es que se sepan contar historias, como novelitas, de 3 minutos,y aquí lo logran, y a mansalva".

Una de las canciones que suenan durante la entrevista la define Benjamín como "esa mezcla de melancolía y energía que tienen. Lloriqueas mientras bailas, y eso es muy raro de conseguir".

Benjamín pidió en el Jukebox y dijo que "mi preferida del disco nuevo de Amaral es "esperando un resplandor".

lunes, 26 de septiembre de 2011

La realidad y la ficción de la #transición

Ya lo anunciábamos el pasado 11 de septiembre, pero ahora, además, queremos invitaros a asistir a un evento que tendrá lugar el próximo miércoles día 28 en la escuela Julián Besteiro de la UGT y en el que se hablará de Transición, de la realidad y de la ficción, y ahí Benjamín Prado, y Operación Gladio tendrán mucho que decir. Y @PradosUrbanos mucho que twittear, ya que en esta ocasión vamos a estrenar "medio" para contarlo, el tweet. Si no podéis estar, y queréis saber lo que allí se dice... seguidlo. Y sino, no pasa nada, la organización nos facilitará el vídeo para, posteriormente compartirlo en este blog. Un evento, en definitiva, que no te podrás perder, aunque quieras :-)

jueves, 22 de septiembre de 2011

Niños feroces con Los Secretos


Como cada martes, como si de una tradición se tratase, pese a que llevamos solo 3 programas, Benjamín Prado y Carles Francino nos acercan a la oreja lo que queremos llevarnos a los ojos. La actualidad cultural que en esta ocasión tiene nombre del escritor Lorenzo Silva, y título "Niños feroces", y se extiende al nuevo disco de Los Secretos.


Quien quiera escuchar, que le de al play, quien quiera leer, le alabamos el gusto y le resumimos, en varias frases lo que han dado de sí estos 13 minutos.


Así lo resume Francino, "Lázaro es un joven de 23 años que asiste a un taller de escritura, donde le presentan a un tal Jorge, de la división Azul, las SS... y le vende una historia".

Benjamín Prado (3:00): "Me interesan los distintos puntos de vista de la guerra que se muestran en la novela".
"El término Guerra humanitaria me parece un término perverso". 
"En España se cuenta una historia maravillosa de un día que estaban tomando una copa Sánchez Ferlosio y la hija de Ramón Luíz Alonso, el asesino de Lorca, y él le dice que se calle, si tu padre mató a Lorca, y ella se tira encima de él, le empieza a dar tortazos y le dice, no te pongas así, que mi padre escribió el cara al sol".
Destaco una curiosidad en la novela: "¿Se han fijado que en las monedas Franco miraba a la derecha y el Rey mira de centro?".
En la novela Lorenzo cita a Robert Graves para hablar del escritor: "El mejor amigo del escritor es la papelera".

Lorenzo Silva: "Creo que estoy en la obligación de regalar historias porque a mi me han regalado historias, que se han acabado convirtiendo en mi verdadera historia. Si no hubiera gente que te regalara historias, la vida de un escritor da para una, dos o como mucho tres novelas. Quería hacer un homenaje a esas historias regaladas".

"Cada uno tiene que enterrar sus muertos y asumir sus errores".
"En la vida estamos para sacrificarnos por cosas que merecen la pena".
"Los seres humanos necesitamos narradores, no entendemos la realidad en abstracto, necesitamos que nos la cuenten".

En lo que a música se refiere, los 4 primeros minutos nos dejan a Los Secretos y sus sonidos en el aire, y a continuación las voces de Francino, "¿Sira?, y Benjamín. En esta ocasión, sí o sí, hay que escucharlo, y esperar al final, al sonido directo en el estudio, y a las canciones intercaladas... Escuchadlo todo:
Benjamín Prado (8:25). "Yo creo que Los Secretos no son una banda, son tres milagros. Se han sobrepuesto al paso del tiempo donde los prestigios cambian, en la música, a gran velocidad, se han sobrepuesto a la pérdida de Enrique, se han sobrepuesto a los himnos, Déjame, etc... Sois unos supervivientes natos".

"He venido aquí a oír mi canción, que se llama Desaparece".

lunes, 19 de septiembre de 2011

Una recomendación

El pasado día 10 (gran día) Benjamín Prado hacía una crítica a un libro de Edgard Lee Masters, Acta del juicio. Una crítica a un autor del que, desde facebook, Benjamín decía que había escrito "La antología de Spoon River, una obra maestra".

Empecemos, por lo menos en mi caso, la obra por el tejado, critiquemos antes de leer, pero leamos.

 Una vida cualquiera es todas las demás
 Por Benjamín Prado en Babelia, El País Poesía. 

El primer poema de Acta del juicio ya lo dice todo: "Elegid una vida al azar y estudiadla. / Cualquier libro sería interminable / si hubiera de seguir todas las ondas, las huellas / de una vida cualquiera". Edgar Lee Masters (Garnett, Kansas, 1868-Melrose Park, Pensilvania, 1950) inventa la de Elenor Murray y su historia es la metáfora de un país con el que no estaba de acuerdo, porque era un vigoroso anti-imperialista que, entre otras cosas, criticó ácidamente la guerra de Estados Unidos contra España. Para componer esta parábola de la hipocresía y la doble moral, Masters sigue un modelo muy similar al de su Antología de Spoon River (1915), que le hizo una celebridad y le amargó la existencia, porque nunca pudo huir de su éxito, ni siquiera intentando repetirlo con The New Spoon River (1924), con su autobiografía, Across Spoon River (1936), o con cualquier otro de sus casi sesenta libros, entre los que hay poemarios, dramas, novelas y biografías de Abraham Lincoln, Mark Twain o Walt Whitman. Amargado, Edgar Lee Masters acabó sus días escondido en el hotel Chelsea de Nueva York y viviendo de la caridad de sus amigos. Acta del juicio es una novela en verso que narra las misteriosas vida y muerte de Elenor Murray a través de una serie de personajes: el cazador que encuentra su cuerpo junto al río y el juez que investiga el caso; sus amantes de ambos géneros, entre ellos Alma Bell, con quien descubrió que "no importa / de dónde llega / un amor al corazón" y que sin ella se siente "como una llama separada del combustible", o Barrett Bays, torturado por las infidelidades de Elenor y dispuesto a "beber de cualquier copa para saber la verdad", pero a quien ella acusaba de no intentar retenerla: "nunca reclamaste / como tuyo lo que habías ganado". 

También dan su versión de los hechos el padre, un fracasado que se describe a sí mismo como alguien que no sabe dónde ir y a ella como alguien que "parecía conocer los caminos de este mundo"; y la madre, que lo único que ha aprendido en su matrimonio es que "ninguna mujer puede saber / si un hombre es su pareja hasta / que se une a él", y que se considera rehén de "la tiranía / de la superstición, las costumbres, las leyes, las normas, / la tiranía de la Iglesia, la tiranía / del matrimonio, la tiranía de las creencias / la tiranía de los tabúes, ese despotismo / que domina nuestros espíritus con órdenes y amenazas, / fantasmas de religiones y doctrinas muertas, fantasmas del pasado, / la tiranía que mata de inanición y encadena, / la que encarcela y flagela y crucifica a las almas / que sólo piden una oportunidad para vivir y amar / en libertad". Para darle la razón, también hablan el forense, que expone al jurado el corazón de Elenor en un frasco de cristal, y el reverendo Percy Ferguson, para quien "la historia de Alma Bell y Elenor Murray se desliza" sobre su ciudad "como una nube venenosa", pero también se acusa a sí mismo de haber servido "a Dios y al dinero". Su parte y la de Barrett Bays son las más hermosas de este Acta del juicio que en la versión antológica de Teresa y Andrés Barba muestra lo dura que fue la batalla de Edgar Lee Masters contra el cinismo de la sociedad en la que vivió y contra su obra maestra, la Antología de Spoon River. Este libro, sin embargo, es una derrota que merece la pena leer.

viernes, 16 de septiembre de 2011

No se la pierdan

El artículo de Benjamín Prado de la sección de opinión Madrid en El País a buen seguro le granjeará a su autor que Esperanza Aguirre le repita las 5 únicas palabras que un día le dirigió esta "educada" mujer y que no repetimos por si acaso hay niños leyendo (aunque, la verdad, con nuestro sistema educativo cada vez tengo más claro que esa expresión tiende al oximoron).

Es un artículo fuerte, pero no como sinónimo de agresivo sino de verdad, la que le confieren sus razones. Un imprescindible, lleno de verdades como puños y no de los que pegan sino de los que se alzan.

Esperanza Aguirre es Lola Flores en rubio
Por Benjamín Prado en El País 

 Esperanza Aguirre es Lola Flores en rubio, me dice Juan Urbano, acordándose de que a una le dijeron en Nueva York aquello de "no sabe cantar, no sabe bailar, no sabe actuar, pero no se la pierdan", y otra llegó a ministra de Cultura sin saber si José Saramago era hombre o mujer, si Bryce Echenique era peruano, español o las dos cosas y si Juan Carlos Onetti y Dulce Chacón, entre otros, estaban vivos o muertos. Qué jefa, anda que no. De hecho, si dejamos aparte la literatura y esas cosas, por las que ella pasó como quien mete un zapato de Manolo Blahnik en un charco, la verdad es que esta mujer, digan lo que digan, tiene gracia, es más chula que un ocho y no le falta valor para salir sonriendo lo mismo de un helicóptero en llamas que de un cáncer, y eso se lo aplaudimos de corazón, confiando en que no le moleste que para eso tengamos que usar también la mano izquierda. 

La parte mala, esa que nos ha hecho darnos cuenta hace tiempo de que si lees esperanza al revés te sale Aznar, es que en ella la palabra valor no tenga el sentido que se le da en el mundo de la economía, donde existe una paradoja del valor o paradoja del diamante y el agua que explica que aunque el agua sea más necesaria que los diamantes, estos tienen un precio mucho mayor en el mercado porque lo que se paga es la utilidad marginal de las cosas. Por supuesto, la presidenta de la Comunidad de Madrid cree que lo que hay que hacer es subir el precio del agua para que quienes lo venden puedan comprarse más diamantes, y de ahí su guerra a muerte contra la sanidad y la educación públicas, que son el agua del cuerpo y de la mente que ella, como no podía ser más, trata de robarnos para luego vendérnosla embotellada. 

Cuando los profesores, por ejemplo, se rebelan, salen a la calle y le pintan de rojo los colegios, a ella se le ven los andamios, se pone despectiva, manda inspectores a los institutos para amedrentar a los maestros, deja de resultar simpática y te la imaginas soñando que algún día podrá escribir en serio y en el Boletín Oficial del Estado aquel chiste de La Codorniz que decía: queda prohibido todo aquello que no sea obligatorio. Ahora, con la vista puesta en un gobierno de su partido en el que ella no va a estar, sigue peleando en los dos frentes, contra la sanidad y contra la educación, y aunque en el segundo caso no ha colado su intento de tirar las escuelas abajo y echarle la culpa del hundimiento a los profesores, que la esperan en la calle con la tiza entre los dientes y la razón en la mano, en el primero sigue adelante con la famosa factura informativa, que es algo así como aquel libro de O. J. Simpson que se titulaba Si lo hubiese hecho y en el que contaba cómo habría matado a su exmujer y a su pareja de haberlo hecho.

En realidad, todo el mundo piensa que lo hizo y también que esa cuenta que nos van a pasar en el médico es un aviso: si le cobráramos la operación de amígdalas que le hemos hecho, serían 792 euros; la consulta con el médico de familia, 39 euros y con la enfermera, 18; una radiografía, 13,32, y una atención en Urgencias, 122 euros, incluyendo personal, material sanitario y farmacéutico, pruebas diag-nósticas, laboratorio, agua, luz, seguridad, limpieza y mantenimiento. Le vamos a responder que eso es lo que pagaríamos si no fuese porque ya lo hemos pagado con nuestros impuestos, pero ¿acaso no lo sabe? Claro que sí, pero no le va a importar mucho y seguirá con el plan, porque no tiene ni quiere otro. Sin embargo, a la larga le saldrá caro y le costará el puesto. Porque no se puede esperar que la gente a la que le usurpas lo que más necesita te dé las gracias. Ella aún no lo sabe, pero huir hacia adelante es caer hacia arriba. Nada más que eso.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

El síndrome de albatros

Tal como informamos, el martes pasado fue su primera colaboración en Hoy por Hoy, de la cadena Ser. Martes, de nuevo, y aunque con un 13, ha vuelto, para elegir una nueva novela de la que hablar en ese cuartillo de hora de "Actualidad Literaria" y música.

Por ello, tras alabar la música de entrada, una versión de Alejo Estivel con Pereza de Mujer Fatal, Carles Francino y Benjamín Prado, arrancan, previo sumario, en el minuto 3.35 para explicar qué es Síndrome de Albatros, que además de un libro de Gonzalo Suárez de la Editorial Seix Barral se define como "el apego a un dolor que le permite al que lo padece prolongar la tutela médica y reiterar hasta la saciedad el recuento pormenorizado de los hechos causantes de su mal y el consiguiente deseo de venganza".

Ambos conectan con Gonzalo Suárez y, tras comentar el partido de Nadal... del que Benjamín dice que "saber perder es de hipócritas", arrancan, ahora sí (5:30) con lo que es el acto de escribir y más concretamente el de escribir este libro.

El protagonista del espacio es el autor del libro del que cada día se habla, pero permitidme que, en este marco del blog, destaque lo mejor de las palabras de Benjamín, y que traiga aquí esas palabras y alguna curiosidad, como lo que desvela en el programa de hoy "lo primero que publiqué en mi vida fue en la revista hecha en el bar Rincón del Arte Nuevo, una entrevista a Aute, que estaba mucho más mayor que ahora". Y si queréis darle contexto, dadle al play.


Benjamín Prado:
"Las exmujeres y las viudas es que son muy raras. La viuda de la novela se compra una tumba para poder ir a ponerse flores a si misma durante un tiempo".
"El síndrome de Albatros empieza con un tiro en off y es el muerto el que empieza a contar su historia".
"¿Tiene Gonzalo Suárez el síndrome del más allá?"


Y por qué no, aforismos de Gonzalo Suárez, brillante, habrá que buscar la novela:
"Una vez que uno se convierte en recuerdo no hay gran diferencia si está muerto o no".
"No hay cuento más terrorífico que nacer para morir".
"La felicidad le espanta porque se convierte demasiado pronto en resaca".
"Hacíamos tan buena pareja los tres", dicho por la mujer del muerto, que le engaña con otro.

domingo, 11 de septiembre de 2011

La Transición española a debate


El próximo día 28 de septiembre se celebrará en Madrid, la tercera actividad del Ciclo, organizado por la UGT, sobre la transición española.

Un ciclo que arrancará el día 13 de septiembre con la inauguración de la exposición de fotografía de Alberto Schommer "La transición: 1977-1988" , que continuará el 21 de septiembre con la conferencia-coloquio "Ayer y hoy de la transición española", con Alfonso Guerra, Rodolfo Martín Villa, Nicolás Redondo, y con Juan Cruz de moderador, y que finalizará el día 28.

La conferencia-coloquio: Realidad y ficción de la Transición española, el 28/09 a las 19:30 en la escuela Julián Besteiro de la UGT, moderado también por Juan Cruz, en el que participarán escritores que han publicado obras que abordan el periodo de la transición. Así, estará presente Juan Luis Cebrián, autor de Francomoribundia, Ignacio Martínez de Pisón, con su obra El día de mañana y Benjamín Prado, autor de la novela, publicada este año, Operación Gladio.

Tal como nos informan desde la propia organización, la entrada es libre, no piden invitación en la puerta. Así que, si andáis por Madrid, abrid agendas y anotadlo, el debate entre los que creen que la Transición fue ejemplar y los que no lo creen tanto está servido. Y si no podéis ir, seguidlo por aquí, y por twitter (@PradosUrbanos), intentaré contarlo en vivo.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Ficha por la Cadena Ser

La temporada 2011 ha arrancado con muchos fichajes. Los equipos presentaban sus plantillas y algunos se han reforzado con nuevas caras, y nuevas voces que harán disfrutar a sus seguidores. Y para quien siga leyendo y crea que he traicionado las letras por el deporte, decirles que no, que ya está bien de fútbol. En esta ocasión me refiero a un gran fichaje, el que ha realizado la cadena Ser para su programa matutino, Hoy por Hoy.

Porque este año "el poeta y músico", como dice la nota de prensa (pág.9) donde se anuncian las novedades del nuevo curso,  Benjamín Prado será el experto que acercará a los micrófonos, cada martes, "sus propuestas del mundo de la cultura".

De hecho, el pasado martes debutó en esa sintonía, y como él mismo dice en facebook, "como no, con Dylan por delante". Y es que los oyentes de la cadena SER que no le hayan oído en alguna de las entrevistas de la emisora, o en alguna colaboración que éste ha hecho con La Ventana (que yo recuerde), o en las de este verano, descubirán a un enorme comunicador, a un tipo que tiene en la oratoria el arma más secreta que se le conoce a un escritor. 

Esta temporada defenderá los colores de la Cadena Ser, que ha cambiado por los de RNE, donde también le oímos, algo más tarde, a las 0:00 en el programa Afectos en la Noche, con Silvia Tarragona a los mandos. (recuérdalo por aquí)

Hablará mucho, y para nosotros, afortunadamente, dará mucho que hablar. Disfrutaremos, seguro. Aquí está la primera, hablando de los escritores delincuentes, un libro de José Ovejero...

"Si uno imagina a un escritor tenderá, en su cabeza, a pensar en un hombre o mujer, a una persona seria, quizá con alguna dioptría, cierto desaliño, y cierto uso de palabras en desuso, puestos a buscarle algún pecadillo, uno puede pensar que al escritor o escritora, en general le gusta la vida nocturna, se acuesta tarde, escribe a deshora y tiene el gintonic como una de sus bebidas oficiales. Hoy queremos hablarles de otro tipo de escritor, el autor con antecedentes penales, porque alguien ha escrito sobre ellos y va a dialogar con nuestro colaborador Benjamín Prado", introducía Carles Francino, el presentador del programa, el primer día de la sección.

"Los barcos son más divertidos cuanto más se mueve el agua y ahora tenemos lo que llaman lo meteorólogos marejada con fuerte marejadilla", continuaba Prado... y así casi 12 minutos.

martes, 6 de septiembre de 2011

Mas cultura en Culturamas

La revista de información cultural en Internet Culturamas ha publicado una entrevista a Benjamín Prado, en la que incluye un libro escrito por Prado casi en cada pregunta (e incluso en el título) y en la que  Chus Sanesteban logra sacar auténticas Mentiras (de las de Benjamín, por supuesto) que valen su texto en oro. Sentencias como "la poesía sirve para darle a lo inabarcable el tamaño de lo comprensible", o "no se escribe un poesía para contar la realidad sino para multiplicarla" dotan a la entrevista de un brillo especial, el que confieren los cuestionarios escritos y las respuestas meditadas.

No me cuentes tu vida, Benjamín Prado
Entrevista de Chus Sanesteban

Tócala otra vez, Benjamín, te digo mientras reflexiono qué insondables secretos guarda tu sonrisa .Con un cerebro lleno de lluvias torrenciales , la armónica vuelve a sonar y, bajo nuestra sombrilla urbana siguen pasando ladies Madrid. Me miras : -“ Dispara”.


- ¿Para qué sirve la poesía?

Para darle a lo inabarcable el tamaño de lo comprensible.

- ¿ La poesía puede y debe ayudar ?

Lo que logra un buen poema es que quien lo lee sepa lo que piensa de sí mismo yde la vida en general. En este mundo de pensamientos únicos y realidades globales, el atajo hacia la inteligencia que es un buen poema es necesario.

-Tu poesía está llena de referencias literarias:¿ tributo a tus poetas?

“A veces es tan triste no ser Pablo Neruda

y que la noche sea nada más que noche

y el día, sólo el día”(2)

Los poemas que admiras son parte de tu autobiografía. Y, en el fondo, un libro de poemas siempre es un libro de familia.

-En Iceberg (3)el poema más largo se titula “Zoo”. En éste se mencionan cien poetas muertos en condiciones trágicas y a cada uno se le asocia un animal y un lugar. Probablemente, sea uno de los poemas más recordados por el público, pero nos gustaría que nos contases qué recuerdas tú de ese poemario y de esa época.

Es un poema que se me ocurrió escribir después de una conversación con Mario Benedetti y de que me regalara su libro “Poesía trunca”, un ensayo sobre algunos poetas latinoamericanos que fueron asesinados cuando militaban en la guerrilla. Decidí desplegar lo más posible el mapa y buscar poetas asesinados en todo el mundo, como símbolo del horror. Es un poema que le debe mucho a internet: sin esa herramienta, habría tardado años en escribirlo.

-En Siete maneras de decir manzana (4) coges de la mano a diferentes autores para reflexionar sobre poesía. Háblanos

del sexto, el silencio.

El silencio que a mí me interesa es el que forma parte de la música y del ritmo del poema, el que sabe hacerle respirar.

-Quinta manzana: ¿Estás muy cansado de explicar qué es una metáfora?“

Una metáfora es la poesía. No se escribe un poema para contar la realidad, sino para multiplicarla. Al escribir lo que importa no es lo que dice el poema, sino lo que significa.

-Dijiste en 2003 : “El autor debe ser ante todo humilde, conservador y reaccionario al mismo tiempo, con los pies en el pasado pero apuntando hacia el futuro.” ¿En todos los géneros literarios?

Claro, uno se va a los clásicos atomar impulso, pero si no es capaz de inventar algo que no existiera, nunca llegará al futuro.

-¿Con qué poema ( propio o no ) le mostrarías el mundo actual a Federico García Lorca ? Regálale alguna de tus 100 mentiras de Ecuador(5)

García Lorca no me necesita, es elsegundo de mi lista, tras Neruda. Sin él no se puede escribir poesía, a partir de él, tampoco.
 
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(1) PRADO, B. No me cuentes tu vida, (Antología de su obra poética) Grupo Editorial Mesa Redonda, Lima, 2011.

(2)PRADO, B. de Marea humana (Visor Libros), galardonado con el VIII Premio Internacional de Poesía

Generación del 27 poema “El soñador ”.

(3) PRADO, B. Iceberg, Premio Ciudad de Melilla, Visor, Madrid, 2002.

(4) PRADO, B.; Siete maneras de decir manzana. Ed. Anaya. Madrid, 2000.

(5) PRADO, B.; Ecuador:( recopilación sus cinco primeros libros de poesía:

Un caso sencillo (1986), El corazón azul del alumbrado (1990), Asuntos

Personales (1991), Cobijo contra la tormenta (1995) y Todos nosotros (1998)) 3ª

Ed. Ed. Hiperión, Madrid, 2009.

sábado, 3 de septiembre de 2011

El pasado cabe en dos vidas

Portada del número 734 de Cuadernos Hispanoamericanos
 en su edición de Agosto de 2011
Tras el de junio (sobre Luis Cernuda), y el de julio (con Pessoa de protagonista), toca acabar de ponernos al día con el texto que el director de la revista Cuadernos Hispanoamericanos escribe en el Cuaderno del mes de agosto, el 734 de la serie. Un texto que tiene a Zamacois y Gómez Carrillo como pilares.

El pasado cabe en dos vidas
Por Benjamín Prado, en Cuadernos Hispanoamericanos

Dice el filósofo José Luis Pardo que para escribir unas memorias primero hay que morirse, porque de lo conrtario uno sólo puede aspirar a hacer un libro incompleto. Eso es difícil, pero que el tiempo convierta a los autores más célebres en unos desconocidos es muy común, y más en esa época siempre en busca de novedades y dispuesta a correr al mismo tiempo hacia las promesas de futuro y hacia el olvido. Y la verdad es que cuando uno lee libros como las autobiografías dle autor guatemalteco Enrique Gómez Carrillo y del hispano-cubano Eduardo Zamacois, que acaba de volver a publicar la editorial Renacimiento, se da cuenta de la pérdida que supone la renuncia al pasado. Leer Treinta años de mi vida y Un hombre que se va... es desenterrar un tesoro.

Eduardo Zamacois, hijo de vasco y cubana, nació en Pinar del Río (1873), vivió entre España y Francia, tenía una familia tan culta que cuando era niño y estaba en París su padre lo llevó a ver a Víctor Hugo el día de su cumpleaños, y él heredó ese respeto por la literatura hasta el punto de que cuando se trasladaron a Madrid una de las primeras cosas que hizo fue visitar a Benito Pérez Galdós. Publicó alrededor de cien libros, fue editor de algunas revistas importantes como El Cuento semanal, en la que publicaron sus obras Emilia Pardo Bazán, Jacinto Benavente, Felipe Trigo, Emilio Miró o los hermanos Álvarez Quintero, y que abrió la puerta a otras publicaciones de esa clase que serían importantísimas en nuestra historia, entre otras cosas porque durante la posguerra fueron uno de los pocos medios de superviviencia al alcance d elos escritores españoles... Zamacois, autor él mismo solvente aunque no fuera una primera figura, se relacionó con bohemios como Francisco de Villaespesa, Rafael Cansinos Assens, el propio Gómez Carrillo o Alejandro Sawa, un hombre tan majestuoso y egocéntrico como pobre que "había sabido hacer de su desvalimiento un pedestal"; y con creadores como Rubén Darío, que fue vecino suyo en Madrid y de quien hace un retrato brutal, presentándolo como un maltratador cuya mujer tenía a menudo que huír de casa para refugiarse de sus golpes en el bar de la esquina; o Valle-Inclán, "maestro del idioma y sacerdote de la mentira" que dejó "una leyenda en lugar de una biografía"; o Azorín, a quien veía como un "inglés de Alicante"; o Pío Baroja, con quien fue a visitar a un verdugo para hacer un reportaje y de quien alaba "su prosa en mandas de camisa..." Todos ellos aparecen en Un hombre que se va..., y también Ramón Gómez de la Serna, Carmen de Burgos o el escultor Rodin, del que fue modelo, junto con una larga caravana de personajes a los que el tiempo ha arrebatado su prestigio.

Zamacois cuenta sus numerosos viajes por América, donde dio una larguísima serie de conferencias que amenizaba con unas filmaciones que hizo en Madrid a Galdós, Valle-Inclán y algunos otros maestros de la Generación del 98, y relata algunas historias sorprendentes, como la de la mujer abandonada de Rubén Darío, que nada más morir el autor de Azul en León, Nicaragua, telefoneó a un médico para venderle su cerebro: ese doctor escribió un libro en el que explica las conclusiones a las que llegó durante su análisis. Al llegar la Guerra Civil, que él inició en Madrid, "la capital invencible de una guerra perdida", para después acompañar el calvario republicano a Valencia y Barcelona, y que define como un drama "sin prisioneros, en el que perdimos a García Lorca, a Ramiro de Maetzu, a Pedro Muñoz Seca...", se da cuenta del modo en que la comedia desemboca en el drama y pone el ejemplo de cómo el autor de La venganza de don Mendo y el torero Ricardo Torres "bombita" siempre bromeaban acerca de sus destinos paralelos, por la coincidencia de haber nacido el mismo día, y el matador le decía: "Procure usted, don Pedro, de mi alma, que no le silben ninguna obra, porque a la tarde siguiente a mí me coge el toro". Los dos fueron asesinados el 28 y el 29 de noviembre de 1936. El desastre hace parejas extrañas, tanto que cuando él fue a refugiarse a la embajada de México, tuvo que avisar a su esposa y a su amante para que se reunieran allí con él e intentar escapar de España, y así se conocieron las dos mujeres. Su exilio lo llevó a Cuba, México, Estados Unidos - donde trabajó en Hollywood, de doblador, para la Metro Goldwyn Mayer; en las oficinas de Reader's Digest y como guionista de radio - y, finalmente, Argentina. Merece la vida oírle la vida a Eduardo Zamacois, hoy olvidado, porque es una manera de verle los rincones a aquel tiempo maravilloso y terrible que le tocó en suerte.

Enrique Gómez Carrillo fue famoso por sus libros, por su vanidad y por sus matrimonios, entre otras, con Raquel Meller y Consuelo Suncín, la futura mujer del autor de El Principito, Antoine de Saint-Exupéry. Ninguna le duró mucho, lo cual se entiende cuando él mismo nos cuenta que de su primera esposa, una millonaria peruana llamada Zoila Aurora Cáceres, se separó al encontrarlo ella tomando una copa con su chófer y anunciarle que en cuanto llegara a casa lo despediría, porque no toleraba que alguien fuese al mismo tiempo "su sirviente y el compinche de su marido": el novelista, a quien luego se atribuyó un oscuro romance con Mata-Hari y haberla denunciado para propiciar su detención, respondió que si lo echaba, se iría con él, cosa que hizo una hora más tarde.

Las obras casi incontables de Gómez Carrillo no han pasado a la historia, pero su ingenio, su vanidad y su arrogancia se han vuelto legendarias, y están bien resumidas en los tres libros de memorias que publicó, El despertar del alma (1918), En plena bohemia (1919), y La miseria de Madrid (1921), que Renacimiento ha reunido en este tomo, Treinta años de mi vida, y en los que cuentan, respectivamente, sus aventuras en Guatemala, en París, y en la capital de España. En la primera, había sido amigo y compañero de trabajo de Rubén Darío, que describió su encuentro con él diciendo: "He visto pasar la felicidad"; y en Francia había tratado con frecuencia a Paul Verlaine y a Oscar Wilde, del que, por cierto, cuenta que soñaba con visitar el Museo del Prado para ver la Salomé de Tiziano y alguna anécdota divertida como la que explica su tendencia a atribuirse las ideas ajenas: en una ocasión , al decir el pintor Whistler una frase ingeniosa, Wilde exclamó: "¡Ojalá se me hubiera ocurrido a mi!", y su amigo le respondió: "No te preocupes, Oscar, ten por seguro que ya se te ocurrirá..."

Muchas páginas de sus memorias las dedica Gómez Carrillo a Madrid, que describe como una ciudad en la que un coche que pasaba ante ti llevaba dentro a José Zorrilla; o en la que no era difícil encontrarse en un café a Campoamor y Galdós, o a Unamuno, Emilia Pardo Bazán o Blasco Ibáñez en una librería; o que un amigo te llevara de visita a la casa de José María de Pereda o de Armando Palacio Valdés. Todo ello, sin embargo, le parecía poco a alguien que venía de París y en la capital de España no encontró más que a autores mediocres como el poeta Núñez de Arce o el dramaturgo José de Echegaray, cuya "estulticia" quedaba clara por el modo en que se pavoneaba por las tertulias desacreditando a escritores más grandes que él: "Anatole France es un hombre que escribe con frases cortas... porque tiene ideas cortas también", dice haberle escuchado decir Gómez Carrillo, que por otra parte confiesa haber leído el Quijote "siin lograr descubrir el interés de la obra" y despacha a Galdós y a Clarín con tres palabras: "me aburrieron terriblemente", por lo cual sus opiniones críticas no son lo más salvable de él. Pero no importa, porque el mapa de su época que dibuja en estos recuerdos, resulta igual de fascinante y, lo mismo que sucede con el libro de Eduardo Zamacois, nos da la posibilidad de reconstruir un momento essencial de nuestra historia: Treinta años de mi vida y Un hombre que se va... son dos obras de extraordinario interés y es una gran noticia que ambas hayan regresado del más allá.