lunes, 23 de junio de 2008

Poesía para todos

Benjamín Prado, en su libro de poesía Marea Humana (Visor, 2006), con el que ganó el VIII Premio Internacional de Poesía Generación del 27, dedica un poema a múltiples tipos de personas, el avaro, el enamorado, el fatalista, el imigrante, el traidor, el ecologista, el sabio, el terrorista, el optimista, el filósofo, el vividor... Poesía para todos, porque, ¿quién no se identifica con alguno de ellos? ¿En qué verso estamos cada uno? Buscaos, os encontraréis en alguno de los 28 poemas (8 de ellos sobre enamorados).

El humilde
Por Benjamín Prado. Marea Humana


Fue de todos sin ser dueño de nadie.

Si pudiera leerse sobre la piel de un hombre
la historia de su vida
- lo mismo que se lee en un árbol talado
la edad de la madera-,
en la suya veriáis a alguien que siempre puso
la rendición antes de la batalla,
prefirió la modestia a la codicia,
ceder a reclamar,
seguir a ser seguido.

No fue dueño de nadie
y creía que un sabio es aquel que resiste
la abreviatura de sus esperanzas.

- ¿Por qué no someterse,
si no hay cosa en el mundo
que no se ate, conduzca o sea domada.
¿Acaso no doblegan los números al tiempo,
la tubería al agua,
o la fe a la razón?
Así hablaba el humilde
y de ese modo
se llenaron sus años de derrotas pactadas,
sueños fáciles
y cosechas perdidas.
Pero él no se apartó de su camino.

Es verdad que hubo noches sin paz en que giraban
lentamente
las aspas del insomnio;
días en que fue inútil el aval de la luz;
disculpas que era
el himno del país de los vencidos;
que alguna vez crecieron dentro de él los suburbios
donde pone su industria la tristeza;
alguna vez
la envidia se hizo fuerte en sus ojos,
montó en su corazón un campamento.

Y sin embargo
ese hombre que no fue autor de nada,
ni abanderado suyo ni héroe de los demás,
quizá fuese feliz
a su manera,
quizá buscó en la sombra de los otros
un oasis,
un cobijo bajo el sol.


Que en su estatua invisible se posen para siempre
las palomas más blancas de este planeta oscuro.

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