La semana pasada estuvo Benjamín en Luxemburgo, en el 9º Salon del Libro y de las culturas (aún no tengo información de este evento, pero seguimos buscando), y ésta se ha marchado a la otra punta del continente, al Sur, a Andalucía, para compartir su tiempo, su obra, y su talento con:
- Con los malagueños, el pasado lunes en la mesa redonda sobre la memoria junto a Fernando Arcas y Francisco Espinosa, en el Instituto de Estudios Portuarios del Puerto de Málaga.
- Y hoy los sevillanos le han podido ver en el la mesa redoda "Ficción y memoria histórica", junto a Pura Sánchez y Juan Rey, moderada por Ana Ávila, en la Biblioteca Pública Provincial Infanta Elena.
Seguro que ha dicho mucho y ha maravillado más. No lo hemos podido disfrutar, así que si alguien se anima a compartirlo con todos, este foleo en blanco es suyo...
Mientras tanto, quiero rescatar una noticia que publicaba hoy el Diario Sur, en su edición digital, y que firma A.J.L. (no sé el nombre). En esa misma página se ha abierto un debate sobre el papel del escritor como narrador de la realidad, de la historia. Interesante.
«Los autores de ficción tenemos que dedicarnos a hacer Historia porque a veces la Historia está llena de ficción». Con la gran verdad que encierran algunas paradojas defiende Benjamín Prado la necesidad de que los autores dedicados a crear otros mundos reconstruyan lo que ha sucedido en éste.
Él defiende la tesis con su propio ejemplo, ya que en su obra se entrelazan novela, poesía y ensayo, todos ellos a menudo con la Historia reciente como telón de fondo. Y por eso, defiende: «La ficción puede ser la mejor forma de alcanzar la realidad histórica. Quizá no los grandes acontecimientos, pero sí aquellas tragedias personales de la gente común. Eso lo puede contar mejor un novelista que cualquier historiador».
El peligro del olvido
Con esas premisas, Prado participaba ayer en el ciclo 'Ficción, memoria y realidad' organizado por el Centro Andaluz de las Letras. Junto a él se sentaron en la mesa el historiador Fernando Arcas y el presidente de la Asociación para la Memoria Histórica Francisco Espinosa.
Para el autor de 'Mala gente que camina' o el poemario 'Iceberg', lo más peligroso es el olvido. «Conviene no confundir, hay gente que pide pasar página en la Historia cuando lo que quieren es arrancar esas mismas páginas», sostuvo ayer el autor.
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