viernes, 13 de febrero de 2009

O lo aceptamos todo...

Se supone que Benjamín ha estado hoy en un instituo de Majadahonda, pero no he podido concretar cuál, ni tener ninguna información adicional. Si alguien la logra y la quiere compartir, por aquí encantandos y agradecidos.

Mientras tanto seguimos con el concierto, porque aunque la de hoy fuera la última, aún quedan poemas.

A los bises a Benjamín no solo se le había acabado la bebida (y como él mismo dijo "si al artista se le acaba el whisky, al público se le termina el concierto"), sino también los poemas de sus libros Iceberg y Marea Humana. Pero no contaba con que alguien iba a llevar entre la cámara de fotos y la grabadora un libro suyo. "Mi antología".
- ¿Quieres un libro tuyo?
- Sí, claro.
Se lo lancé.
- Esta edición es Mexicana (dijo).

Y él acabó leyendo mi libro, que es suyo.

Es la antología de poemas, "Mi antología" (del que algún día hablaré) y que solo ha sido editada en Mexico. La cogió, la miró y eligió.

- "Este me gusta".
Y empezó:


Benjamin Prado - Doble o Nada
Urcloud.com

Y acabó:
Como dice una canción de James Brown: "Si tu no dices la verdad sobre mi, yo no contaré mentiras sobre vosotros"
¡Vámonos!"

Doble o nada. De "Todos Nosotros"

Por Benjamín Prado



Un hombre que se ríe es una fuente;

el que mira la lluvia

cae muy despacio encima de sí mismo.

La sombra de los árboles

pertenece a las olas.

El sabor del aceite se escucha en los mercados.



Eso es cierto



También es verdad que hay palabras

que suenan a lo lejos,

como el mar

que abandona en la playa los restos de la luna;

palabras construídas

con la luz de los bosques,

el metal del que está hecho el ruido de los trenes



Eso es cierto,

Y también: en los motores fríos

agoniza el león blanco de la mañana.



El olor de una rosa sube de las bodegas.

Del corazón del muerto escapan las palomas.



Todo es verdad.

Un río es del tamaño

del hombre que se aleja de ese río.

La mujer es azul cuando ve las montañas.

El que pisa la nieve camina sobre el cielo.



Todo es cierto. Tú dices:

- Las campanas

convierten la ciudad en un barco perdido.



Y yo sé que eso es cierto.

Abro los ojos.



y tu ves un jardín;

miro la noche

y para ti estos versos

son esa noche.



Tú sabes que es verdad. Tú has venido a decirme:

- O lo aceptamos todo o es que todo es mentira.

1 comentario:

Sonia Betancort dijo...

Qué bonito es este poema, está lleno de bellísimas y contundentes imágenes.