miércoles, 25 de febrero de 2009

Noche Sabinera y materialista

Silvia Tarragona dio las buenas noches de este modo a Benjamín Prado: "Hoy tiene una voz especial porque leíamos en El País que Benjamín Prado ha participado, evidentemente, de esas 100 canciones y 500 noches sin Sabina; Lino Portela escribía en El País "el escritor Benjamín Prado cantó, casi afinado, Esta noche contigo." Haz el favor Benjamín de interpretar aunque sea medio segundo "Esta noche contigo", los oyentes de Radio Nacional no podemos ser menos". Y se lanzó... en directo.


Benjamin Prado - Sabinera Materialista
Urcloud.com

B.P. Por ahí tenéis colgado un vídeo (el de Bea, apostillo yo) en You Tube que si os queréis reir de mi lo podéis ver tranquilamente. Es una experiencia bonita para un humilde escritor subirse con una banda de músicos tan fantásticos como los de Joaquín y sentir la potencia de la música por detrás y ver la reación de la gente. Estaba abarrotada la sala Galileo. Es una cosa que solo se puede hacer con Joaquín (Sabina), estas noches Sabineras, que vayan cientos de personas a corear las canciones de Joaquín sin él, cantadas incluso por indocumentados como yo es un verdadero milagro. Yo tampoco quiero perseverar mucho en esto porque él tiene ya una edad y qué va a hacer él, buscar otro trabajo ahora,está la cosa muy mala.

B.P. Joaquín Sabina está escribiendo un disco precioso, dentro de unos mesecitos tendremos un disco de Joaquín que estará entre lo mejor que haya hecho nunca.

Silvia Tarragona cerró el tema del siguiente modo: "Cantar una canción que uno ha escrito, cantar una canción para un amigo, cantarla a través de la radio, Benjamín te lo agradezco mucho, también para los oyentes fieles de cada madrugada que te siguen (¡ahí estamos!), también es algo inmaterial, es un bien absolutamente moral, un bien absolutamente íntimo.¿No, Benjamín?

Y el tema de la noche, el materialismo, siguió su cauce. Y Silvia dijo: "El novelista fracés Andrés Malraux se preguntó, "¿Qué hace falta para ser feliz?", y alguien le respondió: "un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu y poca cosa más". ¿Somos demasiado materialistas?

Decía George Horace Lorimer, editor del Saturday evening post: "es bonito tener dinero y cosas que puede comprar el dinero, pero también es bonito tener las cosas que el dinero no puede comprar, por ejemplo, una ilusión".

B.P. Yo soy de los que piensa que el peor invento de toda la historia de la humanidad es el dinero, creo que es el veneno más mortifero que se ha inventado, con el que se ha conseguido que en este mundo todas las cosas tengan un precio y no todas tengan un valor. Es una pena. En la vida no hay que apostar por el precio de las cosas sino por su valor y lo que vale suele ser aquello que es lo contrario de lo material, lo espiritual, lo que va por dentro. El dinero va por fuera, aunque esté dentro del bolsillo es algo que va por fuera. Por dentro van otras cosas. Van los deseos, va el amor, van los sentimientos, va la inteligencia. Nada de eso que he dicho necesita del dinero. Es verdad que con dinero todo es un poco más fácil. Como decían Les Luthiers "el dinero no compra la felicidad, te la da ya hecha". Las cosas que de verdad, de verdad importan, y hay una prueba muy fácil, no hace falta más que estar enfermo o que lo esté alguien a quien quieres para darte cuenta de lo poquito que vale el dinero.

B.P. Ya que está ahí el dinero, también se puede utilizar para hacer muy buenas cosas. Lo que pasa es que a veces en este lado del mundo cometemos la extravagancia de tener una mente un poco estrecha, porque el dinero es importante, pero lo es aquí, para nosotros, en este modo de vida. Hay otras personas que son muy felices no teniendo nada, retirándose a un lugar apartado. No te digo cazando lo que van a cenar, pero casi. Hay muchas maneras de ser feliz en la vida, no todas pasan por el dinero, no todas pasan por las propiedades, por esta visión, occidental de la vida.

B.P. Yo conozco personas cercanas a mi o que he tratado en algún momento que han sido mucho más felices renunciando a cosas que tenían, porque muchas veces uno dice, tengo dinero y a lo mejor es el dinero el que te tiene a ti.

B.P. ¿Dónde ponemos el mínimo? (que se necesita para vivir)Fíjate qué de gente hoy en día es mucho más feliz dejando su trabajo en una gran ciudad, su vida organizada en torno a la prisa, los horarios, en torno al dinero, y se han ido a montar un hotelito rural, al campo.

B.P. Yo cuando hago algún curso sobre poesía, les suelo hacer un juego a los alumnos, para explicar cómo en un poema tienen que estar siempre las mejores palabras en el mejor orden cogemos un poema muy sencillo, el retrato de Antonio Machado: Mi infancia son recuerdos / de un patio de Sevilla... Vamos a hacer un juego, cambiemos cada una de esas palabras por un sinónimo, que en teoría debería decir lo mismo. Cambias infancia por juventud, patio por jardin... y queda una cosa horrorosa. Con esto podríamos hacer el mismo juego, ¿el dinero nos importa tanto? Yo les diría a los oyentes, ¿las cosas que de verdad quieres, las cambiarías por más dinero¿, ¿Cambiarías a tu hija, a una chica inmaculadamente bonita que te gusta, a un buen amigo, o una llamadita simpática como la del oyente anterior que te hace sentir que todo tu trabajo merece la pena porque alguien puede sentir eso al oirlo...

B.P. Hay una canción de Joaquín que dice que "hay personas que confunden el corazón con la billetera".

B.P. Yo soy de los que piensa que el arte no debería tener dueño. Un cuadro de Van Gogh no debería ser de nadie, tendría que estar en un museo siempre. Acuérdate que hubo un millonario japonés que tenía un Van Gogh, creo, e insistió en que cuando se muriera quería que lo enterraran con él. Es uno de los mayores disparates que se han cometido en esta raza extraña que es el ser humano a veces. Por qué es suyo el Van Gogh, porque lo haya pagado, porque haya tenido los suficientes dolares como para llevárselo a casa. No hay derecho, eso es de todo el mundo. Yo he tenido algunas discusiones acerca de algunos escritores cuyas familias tienen un control férreo sobre sus obras y las manejan como si fuera suyas. Realmente, ¿un poema de Alberti es de la viudad de Alberti o un poema de Neruda de la Fundación Neruda? Yo creo que no, que son de todos los lectores y que no hay derecho a que se manejen, se vendan, se cambien y se cobre por cada poema, por cada antología que se hace... y eso es terrible, es reducir una obra de arte a un puro bien material. Algo que vale un determinado número de euros. ¿Quieres hacer una antología de Alberti¿, 20 poemas a no se cuánto dinero cada uno, eso no es la es la poesía. ¡Qué demonios va a ser eso la poesía!

B.P. Hay un cuento maravilloso de Chéjov de un hombre que llega tarde a su casa destrozado, con la ropa rota, pero con una cara de felicidad maravillosa, y le dice su familia, ¿pero qué ha ocurrido? Me ha pillado un carro en la Plaza Dobroski y no os dáis cuenta, ¿mañana saldré en todos los periódicos, me haré rico, me haré famoso me conocerá todo el mundo. Estaba orgulloso porque lo acababa de destrozar un carro y está lleno de heridas. Explica mucho lo que pueden llegar a hacer algunas personas por hacerse famoso.

Benjamín, "Gracias por cantar", le despedía Silvia Tarragona.

B.P. Cantar no es un verbo tan grande como para definir eso que he hecho yo.

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