Salió amor. A Ángel González

Seguro que a Benjamín no le importa, ni a ninguo de sus lectores tampoco, que hoy dediquemos una entrada, otra, al gran poeta Ángel González. Mañana se cumplirá un año de su fallecimiento en Madrid a la edad de 82 años. Un año en el que se le ha empezado a recordar, pero en el que nunca ha faltado.

Tampoco faltará mañana, cuando en la Delegación del Principado de Asturias en Madrid, se presente "La primavera avanza", una recopilación de poemas de Ángel seleccionados por su mujer (hemos dicho que él nunca ha faltado) Susana Rivera. Al acto se espera que asistan, además de su mujer, el escritor José Manuel Caballero Bonald y Miguel Munárriz, delegado del Principado de Asturias en Madrid y patrono de la Fundación Ángel González. Quizá se dejen ver algunos otros amigos, y no sería de extrañar ver a Benjamín Prado por la calle de la Santa Cruz del Marcenado, nº2 (donde se encuentra la sala de exposiciones y el salón de actos), o si está cerrado los lunes, como dice la web del Principado de Asturias, imaginamos que en la Glorieta de Ruíz Jiménez (en la calle de al lado).

En este blog ya hemos hablado y leído mucho sobre Ángel (pincha aquí para ver todas las entradas relacionadas con el poeta), entre otras cosas porque una de las antologías de Ángel González "Antología de poesía para jóvenes" contiene la selección de poemas realizada por Benjamín Prado, además del Prólogo (que podéis consultar aquí) y una entrevista con el asturiano.

Sigamos teniéndole presente, sigamos leyéndole. He aquí el poema del que se extrae el nombre de la antología que se presentará mañana (hay mucho más que un verso, hay mucho más que una vida):

La vida en juego

Por Ángel González.

Donde pongo la vida pongo el fuego

de mi pasión volcada y sin salida.

Donde tengo el amor, toco la herida.

Donde pongo la fe,

me pongo en juego.

Pongo en juego mi vida, y pierdo, y luego

vuelvo a empezar, sin vida, otra partida.

Perdida la de ayer, la de hoy perdida,

no me doy por vencido, y sigo, y juego

lo que me queda: un resto de esperanza.

Al siempre va. Mantengo mi postura.

Si sale nunca, la esperanza es muerte.

Si sale amor, la primavera avanza.