Todos hemos perdido con la muerte de Ángel González "menos sus poemas." Decía Benjamín Prado, "a mi me ha emocionado muchísimo ver como el caso de Ángel no ha sido como el caso de otros autores que parece que necesitan estar de cuerpo presente para que su poesía siga viva. A los poemas de Ángel no les hacía falta Ángel para nada.
Me da la sensación de que en este año lo que ha pasado con la poesía de Ángel es que se ha multiplicado, sus lectores... he participado en muchos actos de recuerdo a él, de homenaje, y es increíble no solo la cantidad de gente que iba a todos ellos sino también el cariño, el respeto, la admiración con la que hablan del bueno de Ángel y eso es muy emocionante.
Cada vez que me acuerdo del día del entierro de Ángel en Oviedo y de cómo allí se leyó una carta que le había dejado a su mujer, una carta de amor más allá de la muerte, la verdad es que se me ponen los pelos de punta.[...]
Había un mito que decía que cuando aterrizaba Ángel González en Madrid todos los camareros de la ciudad sonreían. [...]
Solía llamarte al día siguiente y te decía Benja, en mi opinión quiero que sepas que anoche salimos del último bar tambaleándonos como dos caballeros".
Fueron las palabras que Benjamín Prado dedicó ayer, dentro del programa Afectos en la Noche de RNE en el espacio que su conductora, Silvia Tarragona, destinó al recuerdo de Ángel González el día del aniversario de su muerte.
Un espacio que reproducimos aquí íntegramente:
Benjamin Prado - Ángel González
Urcloud.com
En él se menciona un poema de Ángel González a su mujer, Susana, es este:
Quise, a Susana Rivera
Por Ángel González
Quise mirar el mundo con tus ojos
ilusionados, nuevos,
verdes en su fondo
como la primavera.
Entré en tu cuerpo lleno de esperanza
para admirar tanto prodigio desde
el claro mirador de tus pupilas.
Y fuiste tú la que acabaste viendo
el fracaso del mundo con las mías.
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