domingo, 16 de octubre de 2011

A casa das duas línguas

Que o portugês e o espanhol seam duas línguas diferentes nao explica a distancia que há entre eles, ao menos no mundo da literatura...

Quien así escribe, o mejor dicho, a quien así se lee es a Benjamín Prado en el texto que cada mes escribe en Cuadernos Hispanoamericanos, la revista que dirige. Una revista que en su número 735 está dedicada a la literatura brasileña hoy / Literatura brasileira hoje. Y por ello, en esta ocasión, y por primera vez en todos los números que hemos comentado en este blog, la revista se puede dividir en 2 mitades iguales, pero en distinto idioma, la parte castellana, y la parte en portugués. Los autores que escriben son los mismos: Nélida Piñón, José Manuel Cabello Bonald, Lêdo Ivo, Ferreira Gullar, Joao Almino, Vicente Araguas, Henrique Bastos, Rolando Correia de Brito, Xavier Frías Conde, Adriana Lisboa, Norma Sturniolo.

Una bilingüísmo que aporta, y enriquece a dos culturas llamadas a entenderse. Recomendable, como siempre.

La casa de los dos idiomas
Por Benjamín Prado. Cuadernos Hispanoamericanos nº735.

Que el portugués y el español sean dos idiomas distintos no explica la distancia que hay entre ellos, al menos en el mundo de la literatura: el inglés, que es más lejano, está mucho más cerca, y no hace falta más que entrar en una librería para comprobar cuántos autores norteamericanos publican nuestras editoriales y qué pocos brasileños o portugueses. En cualquier caso, la lengua no puede separar lo que unen la cultura, la historia y la geografía, y por eso preparar un número de Cuadernos Hispanoamericanos dedicado a Brasil es a la vez un acto de pura justicia y de simple lógica, y también que se haga, por primera vez en los casi ochocientos números de nuestra revista, en edición bilingüe. Pero que una cosa sea verdad no significa que no pueda serlo también la contraria, y por eso tampoco le faltaba razón a José Saramago cuando decía que todo español culto tendría que obligarse a leer en portugués la poesía de Fernando Pessoa o, al otro lado del Atlántico, la prosa de Jorge Amado: da gusto hacerle caso para oír, por ejemplo, la música original de estos versos de Manuel Bandeira: "Assim eu quereria o meu último poema. / Que fosse terno dizendo as coisas mais simples e menos intencionais / Que fosse ardente como um soluçosem lágrimas / Que tivesse a beleza das flores quase sem perfume / A pureza da chama em que se consomem os diamantes mais límpidos / A paixao dos suicidas que se matam sem explicaçao".

A pesar de todo, los buenos lectores tendrán en sus bibliotecas, sin duda, algún libro traducido de Amado y de Bandeira; o de Mário de Andrade, tal vez su novela Macunaima; del extraordinario Machado de Assis, probablemente su Quincas Borba o sus Memórias Póstumas de Brás Cubas; de Clarice Lispector, cuyas novelas La pasión según G.H. y La Hora de la estrella triunfaron en nuestro país; de Dalton Trevisan, Guimaraies Rosa o Rubem Fonseca, que tiene numerosos seguidores ente los aficionados a la novela negra; o conocerán a Joao Ubaldo y su Viva o povo brasileiro. Y en poesía, desde luego, no pueden faltar, entre otros, Haroldo de Campos, Joao Cabral de Melo Neto, que pensana que "el que vive incomoda con su vida al silencio", Mário Quintana, que soñó con crear "un poemacomo un trago de agua bebido / en la oscuridad"; o Carlos Drummond de Andrade, cuyo corazón era tan pequeño que no cabían en él sus desdichas: "Nao, meu coraçao nao é maior que o mundo. / É muito menor. / Nele nao cabem nen as minhas dores." O el ingenioso Vinicius de Moraes, siempre a caballo entre la poesía y la música y capaz de definir el güisqui como el "mejor amigo del hombre: un perro embotellado." Y, por supuesto, también habrán tenido entre las manos las obras de los dos clásicos vivos de la literatura brasileña, que colaboran en estas páginas, los maestros Ferreira Gullar, cuyo Poema sucio ha alcanzado la categoría de mito y de quien José Manuel Caballero Bonald dibuja aquí un retrato majestuoso, y Nélida Piñón, a quien Carlos Fuentes atribuye, en su libro La gran novela latinoamericana, haber conseguido con su célebre República de los sueños completar el círculo de la imaginación cervantina.

Para preparar este número de Cuadernos hispanoamericanos hemos citado a algunas de las firmas más sobresalientes de la literatura brasileña actual, algunos como Ledo Ivo ya muy conocidos en España; otros que llegarán pronto como Adriana Lisboa, y una serie de promesas notables como lo son el resto de los narradores y poetas que forman la pequeña antología que ofrecemos aquí, y para cuya elaboración hemos contado con la ayuda y el consejo del profesor Vicente Araguas, que además, coordinó el equipo de especialistas que aquí analizan el estado cultural de este país asombroso cuya sola mención llena de evocaciones a quien escucha su nombre: Brasil, samba, Río de Janeiro, bossa nova, Sao Paulo, el río Amazonas, sus selvas, la cataratas del Iguazú, Corcovado, la playa de Ipanema, la montaña Pao de Açucar... Ni que decir tiene que esas maravillas no son sólo las más sonoras de un país del que Pablo Neruda dijo que despertarse en él era "como vivir dentro de un diamante", ni explicar que estas páginas son nada más que la primera parte de un futuro en el que Cuaderos Hispanoamericanos volverá a ser la casa de los escritores de Brasil, como lo es de los de toda Latinoamérica. No podía ser de ninguna otra forma.

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