Benjamín estuvo en Perú, en abril, presentando una antología que la editorial Mesa Redonda había publicado. Se llamaba "No me cuentes tu vida. Antología, 1986 - 2011". Hasta ahora solo lo habíamos visto de lejos, en alguna página en internet y nos habían contado que en Granada fue el libro del que leyó sus poemas, intercalados con la música de Pereza, incluso los inéditos, que en este libro son 4, a saber: Ya no es tarde - No me cuentes tu vida - María y el fantasma -Nunca es tarde.
Gracias al propio Benjamín ese libro ha saltado el espacio que nos separaba y ahora lo tenemos en el blog, en tapas y papel, y con tinta, aún reciente, de una bonita y verde dedicatoria.
No será la última vez que hable de esta joya, sus poemas merecen ser compartidos y disfrutados, pero en esta ocasión y para definir el libro, prefiero no ser yo quien lo califique o describa. Le voy a ceder la palabra a un viejo conocido para todos vosotros, que es quien se encarga de firmar la reseña de la contraportada. Una reseña que cumple con creces su misión. No creo que haya nadie que al leerla no quiera tener el libro entre sus manos para empezar a pasar páginas.
Contraportada de No me cuentes tu vida.
Por Joaquín Sabina
Todos los poemas de Benjamín Prado son un paso adelante y, sobre todo, un paso hacia adentro; son combativos, conmovedores, compartibles; tocan una cuerda que nos toca a todos y son solidariamente confesionales porque son a la vez su autobiografía y la nuestra. Y está además su tono y su ritmo y su latido y su música... En estos tiempos de confusión en los que tantos poemas parecen o jeroglíficos o cartas al director, los versos de Benjamín Prado ofrecen un hombro donde llorar, unos labios que besar y un espejo en el que reconocernos. Intenten leerlos en voz alta sin emocionarse y verán cómo no lo consiguen.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo con la opinión sobre su poesía ... lindas palabras.
Besos
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