martes, 9 de marzo de 2010

De poeta a poeta, Benjamín Prado a Miguel Hernández

La semana se presenta intensa, ayer todos los vídeos de la charla en la UGT, alguna foto inédita de los conciertos con Coque en portada, el jueves se repite la actuación en Madrid, en la Fundación Canal, y hoy me veo obligado a sacar un hueco para dejar sitio a la poesía.

El domingo Benjamín prado escribía, en El País Semanal, un poema nuevo e inédito, en exclusiva, en el especial a Miguel Hernández, disfrutadlo:

Poesía Social, por Benjamín Prado.


Lo mismo que inventar es comprender

algo que aún no existía

y traducir lo oscuro al lenguaje de la luz,

leer su corazón

fue soñar un idioma sin la palabra usura,

sin miseria, injusticia, desigualdad, prohibido...

sin palabras que fuesen el veneno en el agua,

y la sal en la herida.


Si otros querían vidas análogas a un mundo

en el que el generoso es rehén del ingrato

y el fuerte hace culpable de su violencia al débil

y el embustero acusa

al engañado de querer saber,

él hablaba de libertad,

banderas,

equilibrio y razón.


Si decían que nada es verdad para siempre,

que todo se transforma con decirlo al revés,

del modo en que el azar se hace la raza

o el líder el redil

o el animal la lámina,

Miguel les contestaba que era posible un mundo

en el que se pudiese cambiar de dirección

sin cambiar de sentido

–como aviva,

como oro,

como radar,

como ala–;

un mundo con respuestas, más allá del pasado,

en el que cada vida no pudiese encerrarse

en un solo destino.


Leías a Miguel y en el espejo

de sus poemas, ya se reflejaban

todos los nombres de sus asesinos.

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