domingo, 29 de abril de 2012

Un milagro por lo civil

Nos llega el vídeo de la actuación de Benjamín Prado en el festival de Poesía de Oliva (Valencia). Un festival en el que Benjamín (aún lesionado "con pierna y media" como él mismo decía) leyó poemas a un teatro abarrotado, en un "milagro por lo civil".
 
 
La primera de ellas, todo un clásico, "El Enamorado (III)" el que comienza por "Eso no vida mía" y que él mismo definió en una actuación por Argentina, en el año 2010, cuando leyó este poema como "25 maneras de perder a tu novia".
 
 
A continuación otro que será clásico y que Benjamín presentó como inédito, aunque realmente sí está publicado, en el libro homónimo "No me cuentes tu vida" que se publicó en la editorial peruana "Mesa Redonda". Un poema que ya publiqué en el blog en 2011 y que podéis releer clicando aquí, o bien escuchar dándole al play.

sábado, 28 de abril de 2012

La primera es la última

La primera novela de Benjamín Prado,  Raro, data del año 1995. Una edición que se quedó corta y que hoy en día es casi imposible de encontrar. Pero esa novela es, gracias a su autor y a la editorial Ya lo dijo Casimiro Parker, su última novela publicada.

De hecho, acaba de salir a la venta y según nos dicen en la editorial, vía twitter, ya se puede comprar on line. Eso sí, no es una edición cualquiera, sino de lujo, solo hay que ver la foto que @sergialmendros nos facilitaba esta semana. Yo voy a comprarla  ya mismo antes de que pase lo mismo que con la primera edición. Si alguien está interesado, aquí para más señas: http://laclandestinaonline.blogspot.com.es/2008/08/raro.html

¡Menudo mes!: Pura Lógica, la edición de bolsillo de La nieve está vacía, Raro. Abril, libros mil.

sábado, 21 de abril de 2012

Tuit por hora en el #DíadelLibro

Para celebrar el día del libro el próximo día 23, he seleccionado 24 tuits que iré publicando cada hora vía twitter. Un maratón de aforismos de Benjamín relacionados con la literatura que nos acompañarán en un día especial en el que las letras estarán muy cerca de todos.

Síguelos en @PradosUrbanos. Clica sobre la imagen para acceder a la cuenta.

viernes, 20 de abril de 2012

Textualmente, Marlango

Benjamín coquetea tan a menudo con la música que el hecho de hacerlo ya no es noticia. Pero sí lo es que ha abierto horizontes, y a la lista de Patti SmithDylanSabina, Pereza, Coque Malla, Varona... hay que sumarle el grupo españo Marlango. Un grupo encabezado por Leonor Watling al que le ha dedicado un magnífico texto que ha sido publicado orginalmente en el espacio de Música de El Corte Inglés . (Lo bueno de añadir este grupo es que además del magnífico texto podemos incluir una magnífica foto sin que quede descontextualizada :-)

En el diez de la diana
Por Benjamín Prado, Espacio de Música de El Corte Inglés

Como sabe que uno siempre es rehén de lo que odia y dueño de lo que admira, a Leonor Watling le gustan los libros de Pedro Salinas, José Hierro, Wislawa Szymborska, Jaime Gil de Biedma, Paul Valéry o Ángel González, y las canciones de Leonard Cohen, Kiko Veneno, Paolo Conte, Radiohead, Fito Paez, Tom Waits –que le puso a su grupo el nombre de Marlango en su canción “I wish I was in new Orleans” -- o Joan Manuel Serrat, en el que descubrieron que también se puede escribir sobre el optimismo; y aunque parezca mentira todo eso se nota en este primer trabajo de la banda en español, que en estos tiempos de crisis, mientras llueve miedo líquido sobre todas las ciudades del planeta, además de abandonar el inglés y arriesgarse a hablar en su propia lengua, tiene el atrevimiento de titularse ni más ni menos que Un día extraordinario. Y no por casualidad, porque es un disco con una carga positiva tan evidente que las tres primeras palabras que se le vienen a uno encima después de escucharlo son optimismo, vitalidad y alegría. La cuarta es sorpresa, porque las canciones que van apareciendo están llenas de destellos, se mueven de sitio según las oyes y te saltan a la espalda una y otra vez, además de intentar ser como aquel ángel de un cuento de Borges que podía volar a la vez hacia el norte y hacia el sur, porque si por un lado suenan radicalmente contemporáneas, por otro tienen un aroma clásico. Y así algunas te recuerdan que no han olvidado a Tom Waits, que se sentiría como un pez en el agua si cantase “Bailando sin querer llegar”, y otras te hacen saber que han conocido a algunos amigos de Fito Páez, quien una noche después de un concierto, entró en su camerino para preguntarles por qué demonios no miraban menos hacia Londres y más hacia José Alfredo Jiménez, Chavela Vargas o Quintero, León y Quiroga, y les retó a que hicieran una canción como “Si yo fuera otra”, que ahora que ya existe todo el mundo creerá recordar de toda la vida cuando la escuche por primera vez: “Ser la sed que no termina, / lo que esconde cada esquina, / el rubor de tu mejilla, / la que espera en la otra orilla,/ ser la dueña de esa sed, / ser la espada y la pared (…) Convertirme en tu guarida, / ser el corte de tu herida, / ser el juez y la condena / y la cura de tu pena.” Un disco es una diana, y esta canción ha dado en el número diez.

En el nueve están otras que saben ser exquisitas sin caer en la bisutería de la elegancia, como “Bailando sin querer llegar”, que entre otras muchas cosas es un buen lema para artistas como Leonor Watling, Alejandro Pelayo y Óscar Ybarra, que aunque muchos pudiesen creer lo contrario en su momento, porque en este mundo siempre hay más gente dispuesta a hundirte el barco que a echarte una mano con los remos, no están aquí de paso sino con la intención de quedarse; o “Dame la razón”, que es otra manera de volver a decir por primera vez que cuando uno busca la felicidad no pide que le tengan cariño, sino que lo quieran, que le hagan perder el equilibrio para que pueda conservar la estabilidad: “Dame razones / para olvidarlas, / mueve mi falda, / dame un porqué. / Dame un regalo / envenenado, / dame tormentas, / déjame arder.” Quizás acordándose de aquello que decía Bob Dylan de que le gustaban las canciones que sonaban “a mercurio salvaje”, la voz con algo mineral en el fondo de Leonor Watling el piano de Alejandro Pelayo, la trompeta de Óscar Ybarra y las guitarras, los vibráfonos, la batería, los banjos, dobros o contrabajos que tocan ellos y Toni Brunet, Vicent Huma, David González, Julian López y Ricardo Moreno, caen como plata líquida sobre esa letra. La producción a la vez sofisticada y cruda de Suso Sáiz y el hecho de que las canciones se hayan grabado al viejo estilo, en directo y con todos los instrumentos a la vez, le da credibilidad al sonido y lo hace más cercano.

Un buen disco es como una buena novela, tiene que tener un personaje que cruce por las canciones y les deje su huella encima, y en Un día extraordinario esa protagonista es la mujer que habla en “Bocas prestadas”, en “Exquisita”, que te busca los pies con una euforia de banjos y contrabajos y te hace correr detrás de ella como quien persigue en broma a sus hijos por un parque, o “Lo que sueñas vuela”, que es un modo de homenajear al poeta Paul Valéry, que escribió para ella un consejo que siempre tiene presente pero nunca había obedecido con la eficacia con la que lo ha hecho es Un día extraordinario: “sé leve como el pájaro y no como la pluma.” Es decir, no te dejes llevar por el viento y elige tú mismo el rumbo. Las dos cosas ocurren en este disco, bien resuelto porque estaba bien planeado, y viceversa. Cuando su música se acaba, uno se siente bien, entiende que las buenas canciones son una medicina para el espíritu y tiene ganas de volverlas a oír. Se lo merecen, por traer un poco de luz y sol a la oscuridad que nos amenaza.

lunes, 16 de abril de 2012

El reto de los libros

Este sábado se celebrará en el Metro de Madrid la antesala de la noche de los libros que buscará lograr un récord: "reunir al mayor número de lectores leyendo a la misma hora en la misma estación. Será la mañana del sábado 21 de abril (dos días antes de la celebración de la Noche de los Libros)", como reza la noticia en la web de la Comunidad. Además, podéis apuntaros en la portada de facebook de la comunidad, www.facebook.com/culturacomunidademadrid.
 

Aún no sabemos en qué estación de metro se desarrollará, pero sí que será entre las 11.00 y las 12.00 del sábado 21 de abril. Participar es tan sencillo con enviar un correo a recordlectores@madrid.org . Recibiréis un correo confirmándolo. Es importante para que la estación que elijan pueda acogernos a todos nosotros y a nuestros libros.

Porque eso sí, tendremos que ir acompañados de nuestro libro, el que queramos. Yo ya lo tengo elegido, y será "La nieve está vacía". Como no sabía por cuál decidirme he ido a lo fácil, he escogido el que me estoy releyendo ahora mismo...

¿Encontraremos por allí algún otro libro de Benjamín? Si pudieras ir, ¿cuál llevarías?

Por cierto, para vuestra información, por si queréis asisir recordamos lo que nos han dicho desde la organización, "en caso de que vayas a venir acompañado de más personas (además de la que nos has indicado), mándanos un nuevo correo señalando que ya estás inscrito y añadiendo los nombres de tus compañeros. Igualmente, si una vez inscrito no vas a poder venir, te rogamos que nos lo comuniques por las mismas razones. Esta actividad está dirigida a personas a partir de los 6 años. Los menores de edad deberán presentar la ficha adjunta, que es una autorización del padre/madre o tutor para que los medios de comunicación que cubran este evento puedan tomar imágenes e informar de él. Esta ficha deberá presentarse, antes de entrar en la zona del récord, en el mostrador de Inscripciones que el mismo 21 de abril habrá en la estación que acogerá el récord.

En cualquier caso, los menores de 14 años deberán ir acompañados por un adulto. Los participantes deberán acudir con un libro. A partir de las 11.00 del 21 de abril, todos los participantes deberán pasar por el mostrad or de Inscripciones para obtener un número que les dará acceso a los premios previstos para, acto seguido, entrar en la zona habilitada para el récord. Cuando todos los participantes estén en la zona habilitada, a las 12 en punto, se procederá a realizar una fotografía para registrar el récord y se sortearán los premios previstos: 75 invitaciones dobles para la exposición ‘Da Vinci, el Genio’ (organizada por el Canal de Isabel II), y 100 vales para adquirir una entrada de teatro con descuento en la Taquilla Último Minuto y recibir automáticamente una segunda entrada de regalo.

Lugar del récord: la semana del 16 de abril te mandaremos un correo con los detalles de la estación que acogerá el récord. Está será escogida en función del número de participantes. Si no recibes este correo antes del 19 de abril, no dudes en escribirnos. Esperamos que disfrutéis de esta acción tan especial y de la programación de la Noche de los Libros 2012 (se celebra el 23 de abril, dos días después del récord). Podrás consultar la programación a partir del 13 de abril en: www.madrid.org/lanochedeloslibros
Un saludo"

El equipo de la Noche de los Libros

jueves, 12 de abril de 2012

Un país en verso: Nicaragua

Si el 730 fue sobre Perú, el 740 ha sido dedicado a la literatura de hoy en Nicaragua. Un número, el de febrero de 2012, que llegó al país de manos del embajador de España allá, León de la Torre, y que fue recibido por un gran número de poetas, como se puede ver en la fotografía (extraída del diario La Prensa).

El Cuaderno, como siempre está repleto de voces, poemas, entrevistas, dibujos, literatura, cultura... mucho y todo bueno. Como ni puedo ni debo colgarlo aquí al completo, sí me gustaría refrendar mis palabras con las dos primeras páginas de los Cuadernos, las que le dedica Benjamín Prado, el director de los Cuadernos a la literatura de aquel país. (Clica aquí para ver más Cuadernos)

Un país de poetas llamado Nicaragua
Por Benjamín Prado en Cuadernos Hispanoamericanos nº740


España es un país de poetas y pintores, pero no de filósofos o científicos, a pesar de José Ortega y Gasseta o María Zambrano, de Santiago Ramón y Cajal o Severo Ochoa. Los mexicanos son grandes pintores, y ahí está Frida Kahlo, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros o Remedios Varo para demosrtarlo. Argentina produce autores de relatos como Julio Cortázar o Borges y grandes psicólogos y a Colombia y Perú se les dan bien los novelistas. En Cuba y en Brasil la gente lleva la música en la sangre... ¿Hasta qué punto son verdad todos estos supuestos? Sin duda, no al cien por cien, pero sí en parte, cmo también lo sería decir que Nicaragua empieza por erre, la de Rubén Darío, y que de ahí en adelante, también es un país en verso. La lista de credenciales que presenta el pequeño país centroamericano en este terreno, impresiona: ha dado pioneros de la vanguardia como Salomón de la Selva y autores de la categoría de José Coronel Urtecho, Pablo Antonio Cuadra, Joaquín Pasos o Carlos Martínez Rivas, y sigue disfrutando de la presencia de poetas y narradores de fama internacional como Ernesto Cardenal, la salvadoreña Clarible Alegría, Sergio Ramírez o Gioconda Belli; de nombres hace tiempo escritos en letras mayúsculas como los de Francisco de Asis Fernández y Blanca Castellón y de una larga serie de jóvenes que empiezan a dar frutos de nuevo sabor y extraordinario interés. Todos ellos, los maestros y los discípulos, los poetas, los narradores y los que hacen una cosa y la otra, se reúnen en este número de Cuadernos Hispanoamericanos que hemos hecho coincidir con una nueva edición del Festival Internacional de Poesía que se celebra en la bellísima ciudad nicaragüense de Granda y que es una fiesta de la cultura: los recitales están abarrotados de público, el gentío se reúne en las plazas públicas para escuchar a poetas venidos de medio planeta, anda por los colegios y las calles escuchando a los escritores o se acerca a la casa de Cardenal y lo reclama hasta que sale a saludar a la terraza...

Un país que supo sacar poesía hasta de sus momentos más dramáticos, durante su guerra civil, y que incluso en aquella época de la sangre fue capaz de encontrar versos entre las balas, con tentativas tan considerables como las de Leonel Rugama, a quien Rafael Alberi solía citar como la gran voz d ela poesía joven latinoamericana, o Rigoberto López Pérez, merece la paz de la que disfruta desde hace años, aunque sea teniendo que luchar con los cabos sueltos de una democracia a veces bajo sospecha y en la que muchos denuncia interminables casos de malversación, fraude y abuso de poder. Pero contra viento y marea, como siempre, los escritores nicaragüenses siguen dando ejemplos de talento y haciendo de la literatura, y muy especialmente de la poesía, su bandera. La entrevista con la poeta Blanca Castellón que incluimos en estas páginas, es un repaso inteligente y exhaustivo del ayer, el hoy y el mañana de la literatura de Nicaragua. El presente es conocido y el futuro, como se ve en la muestra que ofrece este número de nuestra revista, parece asegurado. Buenas noticias para un país que, sin ninguna duda, las necesita. Quién no, en estos tiempos.



martes, 10 de abril de 2012

Benjamín y su investigador, Juan Urbano

Benjamín Prado pasó por la Semana Negra de Salamanca que se celebró del 20 al 23 de marzo. Allí participó en una de las charlas donde analizó el género más negro de la literatura, un género que no le es ajeno, como muestra en toda su extensión en su última novela Operación Gladio , aunque ya había dejado destellos o más que eso en anteriores novelas.

Reproducimos aquí el texto que publicó el equipo de la VIII Edición en su web. Un gran resumen de una muy interesante jornada.

Benjamín Prado, género aplicado a los cabos sueltos de la transición

Benjamín Prado ha trabajado en sus más recientes novelas el tema del pasado histórico, especialmente la Transición, aplicando formas narrativas muy entroncadas en el género negro. Estructura narrativa, personajes… sus libros cuentan con un aire de intriga que abre posibilidades para escapar de las versiones oficiales. Tramas verosímiles que posibilitan personajes que luchan, a la manera de los detectives clásicos, con una pequeña heroicidad contra poderes que les superan.

“Siempre he pensado que toda novela que merezca ser leída es una novela negra. Puede cumplir con todas las características del género o no, pero si no tiene un misterior que resolver, una dosis, algo que desenterrar que haga que el lector avance, a mí suele interesarme menos. Casi todos los relatos que te atrapatan tienen algo de misterio. Billy Wilder decía que hay una manera buena y otra mala de empezar una película: en la mala, se ilumina una habitación, se abre una puerta y entra Cary Grant. En la buena, Cary Grant entra por la ventana. Ahí ya hay un misterio”, dijo en su conferencia de ayer.
Prado explicó claramente cómo utiliza y qué pretende evitar del género negro: “Me gusta proponer una intriga, pero no caer en los típicos del género, muchas veces imitación un poco barata de los maestros, con expresiones que a veces casi producen risa, y en ocasiones parecen palabras ya traducidas. He leído “retreparse” en un sillón, y no sé qué es retreparse, cómo se ponen las piernas… Intento buscar otra manera de contar. El género negro está ya en los periódicos. Por ejemplo, la Transición. ¿De verdad fue así, tan rápido, con seis personas dirigiéndolo todo, el franquismo se disolvió sin pedir nada a cambio? Es raro, hasta el punto de que si cuestionas esta verdad oficial te tachan casi de enemigo de la democracia. Me gusta pensar en las zonas oscuras tras las versiones oficiales”.

Juan Urbano es su investigador, y Prado hizo una gran definición del arquetipo clásico del personajes que ha sido encarnado por detectives, policías o sabuesos ocasionales: “El detective siempre es un perdedor, que es mucho menos aburrido que los ganadores. Un tipo al que le iría mejor si fuera más cínico por dentro y menos por fuera, alguien que seimpre pierde algo. En mi novela Mala gente que camina, en torno al tema de los niños robados, quise que el personaje fuera así, de novela negra. Tiene un camino que recorrer, uno bastante largo: el que lleva del cinismo al civismo. Así, Juan Urbano descubre que no hay nada que escribir sobre su investigación, pero tiene un deber moral. Es alguien que no consigue nada, excepto problemas.

A uno le da cierta rabia que los críticos, incuso algunos que hablan bien de ti, no se enteraran de este planteamiento de novela negra que quise darle a esa novela”.

“Operación Glaudio cuenta la misma historia, cabos sueltos de la Transición. Se produjeron en esa época algunas cosas con las que no sólo es que no esté de acuerdo, sino que creo que son las causantes de muchos problemas de hoy. Si se hubiera pintado con menos colores no hubiera existido Mario Conde, por ejemplo, y seguramente no habría habido tanto ladrillo”.

“A la hora de plantear una novela puedes elegir un asunto raro y entonces eres Vila-Matas y escribes una de sus magníficos libros, o bien un tema muy reconocible del que todo el mundo cree saber. Sobre el asesinato de los abogados laboralistas de Atocha investigo y veo que hay cosas que no casan, como el asunto de los disparos: parece raro que un solo tirador matara a cinco personas e hiriera al resto. Se sospecha que hay una metralleta manejada por un terrorista italiano, perteneciente a la Red Gladio, una organización ligada a la OTAN que cometió cientos de atentados con el propóstto de crear una estrategia de tensión y culpar a anarquistas y comunistas, busncando una reacción del ejército. Hay un policía, el comisario Medina, que investiga a esto y cuando está a punto de coger un avión hacia Italia para ver a un terrorista encarcelado, le ordenan volver y cerrar el caso. Luego, después de ser el superpolicía de la época, cae totalmente en desgracia. Se sospecha hay hay una conexión entre la CIA, Fuerza Nueva, ultras italianos, guardia civiles y militares, los servicios secretos…”.
Tras explicar con detalle las claves de su última novela, Prado estableció las diferencias entre un historiador y un novelista: “Cuando hablas con Paul Preston de un asunto que ha descubierto pero no puede contar y le preguntas por qué, siempre dice “porque no tengo el puto papel”. Él, que es historiador, lo necesita, pero un novelista no, sólo indicios para montar una trama que sea verosímil. Por ejemplo, la Transición arranca con el atentado a Carrero Blanco. Es curioso que estuviera por aquí Kissinger, ese Premio Nobel de la Paz, que el atentado sea a cincuenta metros de la embajada americana, que hubiera un clima de enfado hacia Carrero por el tema del Sáhara o la prohibición de usar las bases para la guerra de Yom Kippur… Parece que si la CIA no estuvo en eso, al menos miró hacia otro lado, y eso ya supone mucho”.

Poderes grandes, heroicidades pequeñas. Así podría resumirse ese personaje de Prado, un investigador que sólo va a ganar problemas con sus actos de rebeldía ante las verdades oficiales. “Le di a esta narración una forma de novela de espías. Llámalo CIA o llámalo “Los Mercados”, pero da la sensación de que la gente normal siempre está sometida a fuerzas oscuras mientras esos poderes le hacen creer que son ellos quienes mueven las manos del titiritero.

Mi personaje, Urbano, el alguien que lucha contra un poder grande al que sabe que no va a poder derrotar. Esos elementos de estructura, argumento y personajes de novela negra se pueden trasladar a otro tipo de narración y le hacen mucho bien, ese clima de misterio y de heroicidad pequeña. Que como lector, yo esté intrigado, en una nube de sospecha para poder pensar, ¿y si hubiera una posibilidad B, si las cosas no son lo que parecen?”.

viernes, 6 de abril de 2012

Un poco menos

Llegaron a la par el número de febrero y el de marzo de Cuadernos Hispanoamericanos, pero esa no es la noticia. La noticia es que llegaron. Porque viendo los recortes que está haciendo el Gobierno de España a la ayuda a la cooperación, y más concretamente en el caso de AECID (Agencia Española de cooperación internacional al desarrollo, que es la editora de los Cuadernos) que alcanza la vergonzosa cifra de un 74% menos, estaba temiéndome lo peor.
Estaremos atentos y ojalá no tengamos que dar malas noticias.

Por lo pronto tenemos dos nuevos "prólogos" de Benjamín Prado, el director de los Cuadernos Hispanoamericanos, en sendos números. Hoy comenzaremos por el final, por el más reciente, por el 741 de marzo de 2012, que ustedes lo disfruten:

Un poco menos en el más allá
Por Benjamín Prado, Cuadernos Hispanoamericanos nº741
El tiempo pasa deprisa para los muertos. Sobre todo si no los has olvidado, porque lo que está presente está cerca, está dentro, está un poco menos en el más allá. Por ejemplo, el poeta Luis Rosales murió hace veinte años y el poeta José Hierro, hace diez, pero ninguno por completo, porque sus obras aún siguen aquí, algo que sirve para que lo que dicen los números lo desmientan las palabras que ellos mismos escribieron. El autor de Diario de una resurrección, por ejemplo, murió en 1992, pero acaba de publicar en la editorial Visor un volumen que contiene El libro de las baladas y Romances de colorido, los dos escritos hacia 1930 y ninguno suyo del todo, porque ambos seguían la estela de Federico García Lorca, sobre todo la que marca su Romancero gitano. Sin embargo, uno y otro dejan muy claro que cuando aún no era él enteramente, Rosales ya era un apunte de gran poeta, un joven que con sus primeros pasos dejaba huellas inversas, es decir, que llevaban al futuro, hacia el maestro que sería cuando escribiera La casa encendida. Que la profesora Xelo Candel Vila haya recuperado estas creaciones juveniles de Luis Rosales, llenas de deudas y ecos pero también de señales esperanzadoras, sirve para descubrir todo eso y también para tirar de su creador hacia este lado de 1992, la fecha de su desaparición. Y la cultura es eso, correr en dirección contraria a los calendarios, evitar que lo que tiene valor se silencie y desaparezca, algo difícil en esta era dominada por las urgencias, los resultados inmediatos y la búsqueda continua de novedades.

Las fundaciones Gerardo Diego y José Hierro y la Casa de Cantabria en Madrid, por su parte, han conmemorado los diez años de la desaparición del autor de Quintra o el Libro de las alucinaciones con un pequeño tomo, Mi Santander 4, en el que reúnen textos y dibujos suyos. Es un homenaje modesto, pero también contribuye a que su figura se mantenga viva. En su caso, además, su fama tiene algo de ajuste de cuentas con el olvido, ya que pasó media vida ente brumas, sin escribir, o al menos sin publicar, durante casi treinta años, hasta que rompió ese paréntesis con Agenda, en 1991, y siendo más reconocido que conocido porque nadie dudaba que era un nombre imprescindible de la literatura de posguerra pero muy pocos lo leían. El prestigio que hoy lo mantiene a flote es un eco de la celebridad que consiguió con la publicación de Cuaderno de Nueva York y tras ser galardonado con el premio Cervantes. Y es también una buena disculpa para regresar o entrar por vez primera en su obra, por ejemplo a través de la más reciente edición de sus Poesías Completas (1947-2002), publicada por Visor.
"La madera de los ataúdes de todos los que estamos en la sala está ya cortada", dice Federico García Lorca en uno de los dramas inacabados que incluye su Teatro completo, recién publicado por Galaxia Gutenberg. Es otra recuperación interesante, por mucho que el legado del autor de La Casa de Bernarda Alba no corra ningún peligro, porque es una presencia abrumadora. Pero un tomo como éste, con todas sus tragedias y sus esbozos reunidos, simpre es una buena noticia. "Ver la realidad es difícil. Y enseñarla, mucho más. Es predicar en el desierto", dice en Comedia sin título. O sea, que es algo admirable, tanto como todos los esfuerzos que se hagan por conservar en pie nuestra cultura. La de antes y la de ahora.

jueves, 5 de abril de 2012

Solo queda un mes para Raro

Esta semana la editorial Ya lo dijo Casimiro Parker nos respondía vía twitter que en un mes podríamos tener en nuestras manos la nueva edición de la primera novela de Benjamín Prado cuya primera edición se publicó en el año 1995 en Plaza & Janés.

Y hoy, además, hemos sabido, también vía twitter, que @sergialmendros está manos a la obra revisando los textos de esta nueva edición. Y por si dudáramos de la fuente (que a menudo debemos hacerlo en twitter, la verdad) nos ha dejado una foto de la edición original y de las fotocopias de la nueva. Una prueba más, lo ha retwiteado la propia editorial. E irrefutable y definitiva, el bolígrafo rojo para corregir  (aunque ya sabemos que si fuera Benjamín usaría la tinta verde para corregir, cuestión de gustos), y los folios sin encuadernar pero con las marcas de corte y el gradiente de las pruebas de impresión. Todo encaja y todo está en marcha para que dentro de un mes podamos tener en nuestras manos Raro.

Por ahora, y para que quienes no conozcáis Raro veáis lo que os espera, os dejo la transcripción de la página que hoy mismo ha corregido Sergio, la de la foto:


Todas las canciones terminan por ser tristes, por ser como algo que has perdido, pero siempre forman parte de nosotros, como el color azul forma parte de nuestra idea del cielo. Hay canciones que vuelven muchos años después para rompernos el corazón, y hay mujeres que se marchan como si fueran canciones. La historia de Lennon y Elvira es una de esas historias.

Para algunos de nosotros es algo que viste una vez pero no pudiste coger y que no has vuelto a ver nunca más, algo que de alguna manera has perdido antes de que fuera tuyo y desde ese día sabes que el resto no es nada, sólo nieve cayendo encima de la nieve, y aunque tengas algún lugar adonde ir hay mil puertas alrededor pero ninguna tiene la palabra salida.

Todo esto me lo dijo Elvira la primera noche. Lennon estaba al fondo de la barra y, para ser mi mejor amigo, me miraba con cara de muy pocos amigos. Por supuesto, lennon no se llamaba Lennon, pero le llamábamos así porque era un fan de Paul McCartney; al final acabó acostumbrándose, se dio cuenta de que para todo el mundo aquel hombre era él... (en un mes, el resto)

miércoles, 4 de abril de 2012

Blancanieves, todo un clásico

Ayer, en la Cadena Ser, Benjamín Prado participaba en una charla en la cadena Ser sobre "Blancanieves", ¿está de actualidad?, ¿siguen vigentes los clásicos? Podemos escuchar sus opiniones en el enlace inferior, extraído directamente de la web de la Ser, o bien leer los "mejores momentos" un poco más abajo.


Los cuentos clásicos son incluso más clásicos de lo que parecen. El de Blancanieves por ejemplo está muy enraizado en mitos griegos, romanos, juega con símbolos que van a la doble conciencia del lector o espectador. Como cuando está muerta en el ataúd de cristal y se posan encima tres pájaros, una lechuza, que es el pájaro de la sabiduría, un cuervo, que es el pájaro de las fuerzas oscuras, y una paloma, que es el pájaro de la paz y del amor.

Hay dos mitos claros, que son el de Tántalo y el de Edipo. Tántalo era ese mortal invitado por los dioses a una cena en el olimpo, cuando se acaba la cena propone ofrecer a su propio hijo como banquete y se lo ofrece a los dioses, y como castigo por cometer ese crimen contra su hijo lo condenan a vivir en el infierno frente a un lago y un árbol frutal que cuando él alarga el brazo para coger fruta o el cuello para beber tanto el lago como el árbol se alejan. A la madrastra de blancanieves la condenan a tener unos zapatos incandescentes que la obligan a moverse, a bailar hasta morir.

En el mito de Edipo hay que preguntarse por qué está tan celosa la madrastra de Blancanieves, por qué la quiere separar del padre al que ella quiere tanto.

Esa relación con los mitos clásicos son los que la mantienen con tanta vigencia, no son historias de usar y tirar.

Al igual que el mito de Tántalo, también vemos que la madrastra lo que le encarga al cazador que va a matar a Blancanieves es que traíga su corazón para comérselo para tener algo que está hoy muy de moda con tantas operaciones de cirugía estética, la belleza inmarchitable.

Blancanieves, Bambi, La Sirenita son cuentos terribles... si perviven también se dirigen a los miedos esenciales de las personas. Esos cuentos se han ido endulzando, si partimos de Andersen hasta Disney, se han matizado mucho.

Vi Blancanieves para poder hablar de ella y tiene una lectura casi religiosa, el mito de la manzana, la resurrección... también, volvemos a Tántalo. Religión, paganismo, todo está muy relacionado en los cuentos.