jueves, 30 de abril de 2009

De Benedetti y Urbano

Tener cerca el agua no te sacia la sed. Eso me sucedió el pasado martes, cuando, a pesar de que el homenaje a Mario Benedetti se realizó a escasos kilómetros de casa, no pude asistir. No puedo, por tanto, narrar lo que allí sucedió, no puedo describir como más de 500 estudiantes leyeron poemas del autor, cómo se recordó a Benedetti, mientras éste estaba en el hospital, cómo se completaba su poema inédito, se rellenaba su crucigrama o se hablaba sobre él, su lucidez y lo cercana que nos dejaba a todos la poesía.

No podemos contarlo, ni dar testimonio, pero si informar, o mejor dicho, facilitar el camino hasta esta información. El Instituto de Cultura del Sur se encargó de describir lo que allí sucedió, y El País trazó un perfil del poeta con el pincel (cómo se parece a cincel, en todo) de Sciamarella (que he tomado prestado para el blog) y con la pluma de Javier Rodríguez Marcos.

Pero eso fue antes de ayer, y mientras tanto ha pasado mucho en torno a Benjamín. Tras la dirección del homenaje a Benedetti, tuvo tiempo para estar ayer en Alcalá de Henares (o por lo menos esto estaba previsto, porque tampoco de esto tengo información. Mal vamos ;-( y de escribir su columna del jueves.

La semana pasada también la escribió pero la actualidad me arrolló y no la colgué (queda en la recámara), pero hoy quiero traer al frente la filosofía poético política madrileña de Juan Urbano.

Dinero transplantado
Por Benjamín Prado. El País.

A veces uno se siente como una flor tropical trasplantada al frío norte, dice en una de sus novelas Benito Pérez Galdós; y es verdad que en este mundo hasta los sentimientos pueden ser arrancados del corazón y sembrados en lugares que parecen estar más allá de nuestra propia vida, en algunas ocasiones para crecer más fuertes y en otras para secarse y que se los lleve el viento.

¿Se acuerdan de los millones de árboles que iban a plantar en Madrid si ganaban las elecciones?
Si eso se puede hacer con las emociones, imagínense qué va a pasar con los árboles y los billetes de 500 euros. Sobre esto último, Juan Urbano acababa de leer una noticia que insinuaba que en la Edad del Bronce del caso Gürtel algunos destacados miembros del PP ya tenían tinta morada en las yemas de los dedos, y para intentar demostrarlo hablaba de que el tesorero del PP ingresó en una sucursal del Banco Popular 330.000 euros en esos billetes del color de la sospecha que suelen oler a negocio turbio cuando les levantas la tapadera.

Hacienda fue a meter la nariz de inmediato en la caja fuerte, y de hecho abrió una investigación, pero les dijeron que aquello no era nada más que un crédito que se había pedido para pagar unos cuadros y que, como al final el trato no se pudo cerrar, los cincuenta y tantos antiguos millones se volvieron a poner donde estaban.

Como resulta que ese crédito concuerda con los apuntes de supuestos sobornos de la trama corrupta de Madrid, el que registra la entrega de esa misma cantidad, 330.000 euros, al tesorero del PP, y que figura en la contabilidad B de la red de Francisco Correa, la cosa genera dudas enormes. Uno de los sinónimos de la duda es la suspicacia, pero otro es la palabra indicio, y habrá que ver cuál de ellos es el más preciso en este caso. En total, el juez Garzón acusa a la persona que encubren las iniciales L. B. de haber recibido 1.300.000 euros fraudulentos. Mala cosa.
En cuanto a los árboles, Juan Urbano andaba por la plaza del arquitecto Ribera, en la calle de Barceló, como si fuese por la calle Serrano, es decir, entre aceras vacías donde antes hubo plátanos de sombra que ahora han sido sustituidos por explicaciones sombrías y disculpas oficiales: que no, que no es que los cortemos, ni que Madrid se desangre en verde, sino que los saneamos, les hacemos podas y, en la mayor parte de los casos, los trasplantamos...

Será verdad, pero antes de hacer eso van a tener que coserlos, porque el caso es que muchos de los árboles que había y ya no hay en esa calle fueron talados y troceados antes de echarlos a un camión.

Otros 51 ejemplares, según fuentes municipales, han sido "trasplantados", a unos centenares de metros del domicilio del alcalde.

Los vecinos del barrio de Justicia protestan al sol, y cuando les dicen que los árboles han desaparecido para que se pueda construir el nuevo mercado de Barceló, lo que hará que se creen muchos empleos, ellos responden con toda la lógica que "con el paro se acaba plantando árboles, no cortándolos". O sea, que lo que podrían hacer tres jardineros lo hace un solo leñador.

La palabra mañana es la que más sale en los discursos, que están más llenos de promesas que de hechos, porque las promesas no tienen límites, ni se las puede medir en metros cuadrados, o kilos, o vatios.

Es verdad que lo que sí hacen las promesas es dejar huellas, aunque sólo sea en los oídos y en los titulares de los periódicos, pero, y qué, un clavo saca otro clavo y una promesa se hace con los ladrillos que sobraron de la anterior. ¿Se acuerdan de los millones de árboles que iban a plantar en Madrid? ¿Se acuerdan del nuevo Retiro y la nueva Casa de Campo que iban a hacer si ganaban las elecciones? ¿Y del bosque sobre el río Manzanares? Pues Juan Urbano echó cuentas y llegó a la conclusión de que si un mono quisiera ir de la plaza de España a Prado del Rey tendría que hacer el 70% del camino andando, así que algo falla.
Todo puede trasplantarse, los sentimientos, el dinero y las plantas. Lo raro es que eso no signifique que cambian de sitio, sino que desaparecen. Qué misterio.

lunes, 27 de abril de 2009

Mañana en Madrid, y hoy en Talavera

Así es el trotamundos Prado. Hoy ha estado dando una conferencia con motivo de la feria del Libro de Talavera, y mañana dirigirá el homenaje que el Instituto de Cultura del Sur le rinde en la Biblioteca Nacional de Madrid al poeta Mario Benedetti.

Ya informamos de ello hace un par de semanas, pero hoy, además de poner a disposición de todos los lectores la invitación al acto (pincha aquí o sobre la imagen para descargártela), queremos destacar una entrevista con el director del acto, Benjamín Prado, que hemos encontrado en el portal Universia:


Benjamín Prado: "Benedetti es un ejemplo de cómo la literatura puede aspirar de un solo golpe a la calidad y al compromiso"

Pregunta: ¿Cómo y por qué surge esta iniciativa?
Respuesta: La Fundación Instituto de Cultura del Sur, impulsora de una nueva energía social, promueve los Derechos Humanos, el mestizaje y la lucha contra la exclusión a través de la cultura y la educación. Mario Benedetti, además de ser Patrono de Honor de la Fundación ICS, es uno de los mejores poetas de la segunda mitad del siglo XX. Tenemos la suerte de que es un escritor en castellano y sobre todo por su compromiso con los derechos humanos y la libertad. Benedetti es un ejemplo de cómo la literatura puede tener a la vez sonido y sentido, aspirar de un solo golpe a la calidad y al compromiso. Creo que "belleza solidaria" sería una buena expresión para definir la obra de Benedetti.

P: ¿Podría resumirnos brevemente en qué consistirá este homenaje?
R: Es un homenaje popular, que será llevado a cabo por otra media mitad de la literatura, los lectores que han seguido a Benedetti a lo largo de toda su carrera, convirtiéndolo en uno de los poetas más leídos. Participarán niños de institutos, que van a aprender en los libros de Mario que la poesía no es algo lejano, soberbio o inalcanzable, sino que los más grandes poetas saben llevar su obra al ras de la gente, inmiscuirse en sus problemas y ayudarles a llevar sus banderas, y también lo contrario, hacerla ascender hacia la belleza de la poesía, que no por casualidad se suele definir como "las mejores palabras en el mejor orden". También habrá algunos participantes más conocidos que subirán al estrado a leer poemas de Benedetti, formando la sorpresa del acto. Por la tarde, para concluir, habrá una mesa redonda formada por dos de las personas que mejor y desde hace más tiempo conocen a Benedetti, su editor Jesús Visor, que ha publicado todos sus libros de poemas en España, y el poeta Luis García Montero, y tal vez se nos sumen más amigos en ese “Benedetti Adentro”.

P: ¿Puede participar cualquiera?
R: Por supuesto, os invitamos a entrar en la web de la Fundación y enviarnos vuestras propuestas para ir allí ese día a leerlas.

P: ¿Existe un límite de edad o algún requisito especial?
R: En absoluto, basta con que te guste la poesía, Benedetti… tantas cosas.


P: ¿Qué otras actividades han organizado para ese día?
R: Habrá actividades en el exterior, en los Jardines. Un recorrido poético por la obra de Benedetti con un guía y actores y minitalleres de poesía: minipoemas de la jornada para crear un gran poema a D. Mario.


P: ¿Por qué han elegido precisamente el poema inédito de Benedetti “Cuando la poesía”, cedido por Jesús Visor, para promover este homenaje, y no otro?
R: Porque sintetiza el espíritu de Mario Benedetti y todo lo que trae la poesía.


P: ¿Tienen pensado impulsar más iniciativas de este tipo con otros autores iberoamericanos?
R: Sí, y además repetir este homenaje en el Sur de Madrid.


P: ¿Qué sugerencias tienen para el futuro?
R: Tenemos la idea de un futuro hecho alrededor de los mejores autores y las mejores obras escritas en nuestro idioma. Vamos a abrir un Aula Benedetti por la que pasarán mensualmente grandes personalidades de nuestra cultura que, además de ser intelectuales de primer nivel, se hayan destacado por su defensa de los derechos y las libertades individuales.

viernes, 24 de abril de 2009

Bob Dylan, kilómetro cero

Semana de calidad en el blog, empezamos con un poema cuasi-inédito, seguimos con una cata de un relato extraordinario, y acabamos con un vídeo extraordinario.

Antes de seguir quiero agradecer a dos amigos del blog Víctor Alfaro, y a Bulería (Bea), el mapa que nos han dejado en el blog. He seguido la ruta y he encontrado un tesoro.

Radio Televisión Española ha colgado gran parte de su histórico archivo y entre esos vídeos hay uno del año 2005, del programa Estravagario en el que se habla de Bob Dylan y allí está, como no podía ser de otra manera, Benjamín Prado, junto a Lara López y Diego Manrique, para hablar de él, de Dylan.

Javier Rioyo, conductor del programa, presenta: "Bob Dylan no tiene un hijo que se llame Benjamín, pero Benjamín sí tiene una hija que se llama Dylan, y es quizá el mayor o el primer seguidor de Dylan de nuestro país y alrededores".

El vídeo es imprescindible, desde la sintonía, que es de Joaquín Sabina, y hasta el minuto 30 . Desde la muestra del vídeo de Scorsese sobre Dylan, a las recomendaciones literarias de los invitados, Benjamín, por cierto, escoge un libro de Dylan, y uno de Javier Marías "El oficio de oir llover".

Puedes ver el vídeo completo pinchando en la imagen o copiando y pegando
Benjamín comienza así...

"Para mi Dylan es una especie de kilómetro cero. Oyendo los discos de Dylan a mi me dieron, por primera vez en mi vida, ganas de escribir. Lo considero algo así como mi Puerta del Sol particular, la persona que te incita, que te hace pensar, yo quiero hacer algo parecido a lo que hace este tipo. Le tengo esta gratitud personal, y luego, me gusta muchísimo lo que hace. Soy de esos que tiene 600 discos de Dylan y cosas por el estilo, colecciono todo el rato cosas sobre él.

Yo creo que está muy bien tener idolos, por qué no recuperar la vieja palabra. Sin idolos no podría vivir porque vivir sin admiración, vivir sin referencias es como tener los pies sin apoyar en el suelo".

jueves, 23 de abril de 2009

Un brindis por los libros

El día del libro es como el día del aire. Celebramos que algo que necesitamos sigue estando ahí.

Es jueves y Juan Urbano se ha asomado a las páginas del periódico. Pero ya lo he dicho, en España hoy es el día del libro. Él es el protagonista, y él hoy es el libro que la editorial Tropo Editores y las bodegas Enate publican anualmente, en el que recogen relatos en los que aparentemente se muestra la relación existente entre el vino y la literatura. Benjamín Prado comparte cartel en "Historias para catar. 03." con Lara Moreno, Fernando Martínez Laínez, Elena Medel, Lorenzo Mediano, Pilar Zaldívar, Javier Pérez, Félix Romeo, Javier Casis y Daniel Gascón.

Quiero agradecer la gentileza y el estilo de Bodegas Enate y en particular de Ramón Justes Carrilla, su director de Imagen y Comunicación, quien sin conocerme de nada me ha enviado el libro solo porque le dije que lo quería para compartirlo con todos vosotros en el blog.

El relato de Benjamín Prado se llama
"La noche que yo amo es turbia como tus ojos"
y en sus primeras páginas dice así...

La música olía a tabaco y, al volver a casa, el silencio humeaba como el cañón de una pistola. En los colores oscuros se oían canciones de Lou Reed y los recuerdos dejaban en la boca un sabor a la vez amargo y dulce, parecido al de la fruta verde. La mayor parte de las palabras que decíamos y escuchábamos estaban como oxidadas y un poco deshechas, y según pasaban las horas se iban disolviendo en el aire caudaloso de los bares hasta convertirse en un idioma distinto, una lengua que sólo hablaban y entendían los súbditos del país de la noche aquel lugar lejano que pisaban nuestros pies, con sus ríos de alcohol, sus campos de amaplolas y sus madrugadas hechas de cristales azules. Cuando cerrabas los ojos, en los discos de Police se veía la luna y en los de los Sex Pistols había botellas rotas. La oscuridad tenía un tacto similar al del terciopelo.

Era así, exactamente todo y nada. Era sentirse como algo que arde, algo de bordes difusos y anaranjados. Era notar una luz roja en la punta de los dedos, sentir la sangre llena de mercurio, dormirse en una mina de diamantes y amanecer en un barco.

"Mira, te voy a ser muy franca - decía alguien, pero quién y cuándo-, porque yo soy una de esas personas que creen que las únicas cartas de las que te puedes fiar son las cartas boca arriba. ¿No estás de acuerdo? Yo es que no soporto la hipocresía, me pone enferma".

La música cambiaba, los focos se encendían, tú pensaste, por algún motivo, que mientras el hielo del vaso estaba entero parecía una pregunta y al fundirse se transformaba nada más que en una respuesta. Quizá sonreías, pero por qué.

"Y te aseguro - decía ese alguien a quien llamaremos, por ejemplo, igual que a ti, la mujer que lee ahora mismo estas palabras, o sea que la llamaremos unas veces Alicia y otras Matilde o Fátima o Nuria o Marta, y otras veces Carmen, Verónica o Elvira, y si eres un hombre pues igual, ponle la versión femenina de tu nombre, llámala Carlota, Enriqueta, Mariana o Luisa, o Antonia, o Ramona-; yo te aseguro", decía, "que ni te imaginas la cantidad de libidinosos que he tenido que quitarme de encima en la mayor parte de los congresos, semanas de autor, conferencias, simposios y demás a los que he asistido a lo largo de mi vida académica, que ya son unos cuantos. Pero es que a algunos me los he tenido que sacudir literalmente a raquetazos, porque hay por ahí auténticas lapas, hay que ver."

Alicia o Carlota o Mariana te decía todo eso al oído, para salvar el estruendo de la música de ahora que en realidad sonaba a la de antes, qué era, puede que P. J. Harvey aunque tú oyeses a Patti Smith, y olías su perfume, y ella dijo la palabra respeto y la palabra nunca, y tú pusiste la mano encima de uno de sus muslos, y ella, qué buena está, debería más bien haberse enfadado, para estar de acuerdo con su discurso, pero sonrió y te acarició la mano mientras decía "comprnderás que yo no soy, ni mucho menos, de esa clase, y conste que tampoco soy una monja, ¿eh?, no te dejes engañar por mi aspecto ni por mi currículum, te aseguro que he tenido mis aventuras, antes y después de casarme, pero en ningún caso se ha tratado de asuntos cutres o viscosos; ni hablar, eso no va con mi manera de ser, mira, te lo digo con toda claridad, a mi no me echa nadie un polvo en un cuarto de baño, ni detrás de una puerta, ni nada parecido", y entonces te tiraste a su boca, qué dulce, y ella respondió al beso, tu mano apretó un instante sus pechos, qué grandes, qué duros, y la suya hacía círculos en tu nuca.

Era eso, y desear cosas que no querías pero y qué; ir al mismo tiempo en dos direcciones y que ninguna de ellas fuera la dirección equivocada y llegar a la cumbre de qué más da dónde mientras te ibas hundiendo. Eso es, eso es lo que era: hundirse hacia arriba, justo de eso se trataba.

Era pretender que nada se moviese y todo fuera cada vez más rápido, más rápido, más rápido, qué demonios es antes y después, sí o no, correcto e incorrecto. Nevaba dentro de ti, tus calles se volvían tan hermosas, tan blancas.

"Nunca lo había probado", decía Antonia o Marta o Nuria. "Bueno", yo tampoco te había probado nunca a tí", decías tú, mientras el suelo del bar se volvía el suelo de un avión y todas las cosas que miraban daban vueltas como la espiral de un hipnotizador, yo no soy esto, no soy esto, no soy esto. "En fin, decía Ramona o Elvira, tan desnuda en tu cama, o en su cama, quién sabe, y además cuándo sera ya eso, cómo saber si aún era el mismo día o tal vez otro, pero qué más daba si en ese instante era tan hermosa y estaba allí, a tu lado, como un campo de girasoles junto a una carretera solitaria, y te dieron ganas de hacerle alguna promesa, la que fiera, una de esas que son parecidas a los primeros fascículos de una colección que nunca vas a terminar, oye, me gustaría volver a verte, dame tu teléfono, apunta el mío. Dos personas que saben que se mienten, nunca se hacen daño.

"En fin", decía Verónica o Carmen con un cigarrillo de qué encendido entre los dedos, tumbada boca arriba, "tengo un trabajo que me gusta, no me falta el dinero y, cuando me apetece, puedo permitirme ciertos caprichos, y soy guapa, ¿no?, le gusto a los hombres, o eso creo, de manera que lo tengo todo pero me falta algo, cómo es posible". Y tú guardabas un silencio que a lo mejor no significaba nada y a lo mejor quería decir: no, Fátima, no, Matilde, no es que te falte nada, sino que te sobra, eso es, te sobra lo mismo que a todos, la agustia de sabernos mortales, de saber que cuanto más te acercas a lo que quieres más te alejas de lo que necesitas. Jamás te olvidaré, seas quien seas.

Era todo eso, y caminar por una ciudad en la que hubieses jurado que en unas calles era de noche y en otras era de día, y saber que dentro de un par de meses lo que acababa de pasar nunca habría ocurrido, qué bar, qué mujer o qué hombre, qué nieve.

Y luego, de pronto, quién sabe cómo, ya era de día, y el barco estaba amarrado en el puerto, y cuando miraste un reloj, pensaste las dos y media de qué, de cuándo, para quién. Encendiste la radio. Abriste un grifo. La noche que yo amo es turbia como tus ojos, larga como el silencio, amarga como el mar, dijo alguien desde una canción.

Sigue el resto en el libro "Historias para catar". O aquí, si Benjamín nos da permiso para continuar y acabar con el relato...

martes, 21 de abril de 2009

Ecuador, el poema

Hace poco publicábamos que Benjamín Prado había reeditado su compendio de poesía, "Ecuador. Poesía 1986-2001 y otros poemas". Un libro en el que figuran poemas inéditos, en su totalidad, o en parte, y que son auténticas joyas.

Quiero rescatar hoy el homónimo del libro (si no me equivoco, los últimos cuatros versos son inéditos, yo por lo menos no los había leído):

Ecuador
Por Benjamín Prado.

Hace falta la noche para ver las estrellas.

Igual que ayer, hoy busco -lo dijo Juan Ramón-
una verdad aún sin realidad;
busco en la tinta verde de todo lo que escribo
un planeta sin nombre o una jungla perdida.

Y hace falta la noche.

Yo me siento en las sombras,
prendo un fósforo,
tallo mis esmeraldas, construyo mis panales.
Todo es igual y todo es diferente.

La vida,
que fue un río,
es ahora un océano,
el pasado es la arena y el agua es el futuro.

Hace falta la noche.

Todo está en mí
lo mismo que un clavo en la madera:
cada paso en la nieve,
cada luz apagada,
cada piel encendida.

Todo se ve tan claro.
Es hora de empezar
y yo busco las sombras.

Hace falta la noche para ver las estrellas

(Inédito, 2001)

domingo, 19 de abril de 2009

El escritor pedagogo

El País publica hoy un artículo sobre una joven escritora, Elena Medel, de la que dicen es un prodigio desde bien joven (aún no he leído nada suyo), y de la que comentan que entre sus fuentes están las lecturas de Benjamín Prado.
La faceta del poeta madrileño como inspirador y como "maestro" se hizo patente también el lunes pasado en Barbastro, donde fue invitado por el grupo de lectura La Tertulia de Pedro Primero para que acudiese a hablar de poesía.

Desde aqullas tierras nos han enviado material gráfico y nos han emplazado a su blog para más información. En él podemos leer parte de lo que allí se dijo (de las visitas a las bodegas Enate y de la comida y cena ese mismo día tenemos menos información aunque seguro que las lecciones ahí aprendidas tampoco tuvieron desperdicio).

"Yo aquí no vengo a daros, prefiero quitaros. (Obviamente no se refería a nada material, estaba hablando de poesía).

-Si tuviera el secreto para escribir sería maravilloso, y no os lo diría. Escribir poesía es una buena manera de explicarse a sí mismo. Escribir es transplantar sentimientos a quien lee.

-Un poema hay que trabajarlo mucho.

-A la literatura, y por tanto a la poesía, le sobra mucho "yo", convendría que contara más cosas del lector que del autor.

El encuentro giró en torno a "Siete maneras de decir manzana" y al igual que en la clase magistral de Vallecas, Benjamín, se refirió a su iniciación en la literatura, su amistad con Alberti, y desveló algunos secretos, como el que aquí mencionamos en su día, sobre el poema de "Marga Gil en la isla".

viernes, 17 de abril de 2009

¿Qué subastarías?

Juan Urbano nos hace esta pregunta desde las páginas de El País, en su columna semanal. No le han gustado las vacas, pero no le gustan muchas otras cosas que se amontonan en su ciudad. Como a cada uno en la nuestra. Él sabe qué subastaría, por no quemarlo, ¿y tú?

Se vende Franco a caballo
Benjamín Prado. El País.


Lo bello no es nada más que el comienzo de lo terrible, dicen unos versos mil veces citados del poeta Rainer Maria Rilke, y Juan Urbano, que acababa de leer que las vacas de esa epidemia llamada Cow Parade que ha arrasado Madrid en los últimos tiempos se iban a subastar con fines benéficos, se dijo que sin duda eso estaba muy bien, pero que lo contrario, que lo horrible se pudiera volver el principio de lo hermoso, sería aún mucho mejor. Porque, en su opinión, que esas vacas borrachas de pintura se conviertan en dinero solidario es el mejor destino que se les puede dar, aparte de quemarlas, y por lo tanto la noticia lo llenó de alegría. Se preguntó, eso sí, quién sería capaz de meter uno de esos bichos en su casa y para qué, pero la respuesta fue que no importaba, porque a veces el fin sí que justifica los medios, y como lo que hasta ahora se sabe de esta iniciativa es que cuando se ha celebrado en otros países ha hecho una caja de 13 millones de euros, lo que toca es cruzar los dedos y sentarse a esperar que las monedas vayan cayendo en las huchas de Manos Unidas, la ONG Acción Contra el Hambre, la Asociación Española Contra el Cáncer, la Fundación Hospital Infantil Universitario Niño Jesús y la Asociación Nuevo Futuro, que proyectan gastar lo que les toque en construir varias granjas en Perú, un hospital en Malaui y un orfanato en Senegal, y en financiar investigaciones sobre el cáncer y la obesidad infantil en España. Ojalá todo eso ocurra de verdad, y las comisiones no se coman tres cuartas partes de cada animal.

Pero, como se sabe, Juan Urbano tiene una mente expansiva, y rápidamente saltó de esos monumentos a la fealdad que iban a subastarse en la casa Christie's de Madrid a otros, en su opinión igual de espantosos, que siguen en las calles de la ciudad, e incluso a algunos de los que ya se han quitado, como la estatua de Franco que había en Nuevos Ministerios y que, entre otros agravios, cometió el de ennegrecer el horizonte que veía desde su casa de la plaza de San Juan de la Cruz el poeta Ángel González, lo cual es intolerable. ¿Por qué no vuelven a meter al dictador en el camión, lo llevan al Rastro, abren una puja y lo que salga lo utilizan, por ejemplo, para financiar la construcción de un monumento a la República en la Puerta del Sol, digo, es un decir, se dijo Juan Urbano citando a César Vallejo, pero sabiendo que si llega a decirlo en voz alta, lo atan de pies y manos, lo untan de salsa barbacoa y se lo sirven de almuerzo a los leones del zoo.

Ya puestos, Juan hizo una lista de las cosas que subastaría para quitarlas de en medio, y los primeros puestos fueron inmediatamente ocupados por la Violetera, que sin duda sería rápida y generosamente comprada por un amante de la zarzuela, y por las esculturas de Botero que tienen a la ciudad de rehén, especialmente esa mano carnosa que hay en el paseo de Recoletos y que, siempre que la ve, le hace pensar con auténtico temor en el momento en que el resto del monstruo salga del fondo de la tierra, se ponga en pie y empiece a comerse los edificios de la Castellana. Y así, hasta completar el largo etcétera de las cosas grotescas que se han ido amontonando en Madrid alcalde a alcalde.

Imagínenselo, pensó Juan Urbano, como si hablara a un auditorio invisible: nos libramos de todo lo que nos sobra y lo que saquemos se lo damos a los que más lo necesitan. Si les parece, podemos abrir la subasta en esta misma columna, y seguirla en la Red, a ver qué pasa: ¿Qué ofrecen por la Violetera? ¿Y por el general a caballo? Seguro que a alguno le gustaría tenerlos en su jardín.

jueves, 16 de abril de 2009

¡Participa! en el homenaje a Benedetti

Como contábamos en la entrada de ayer, entre las actividades programadas por Benjamín Prado se encuentra el acto que él mismo dirigirá (y en el cual deja su sello, como veremos más adelante) y que, promovido por la Fundación Instituto Cultura del Sur, servirá para homenajear a Mario Benedetti.

El próximo día 28 de abril, en la Biblioteca Nacional, en Madrid, durante prácticamente todo el día, los poemas de Benedetti se leerán por el público allí presente, durante más de 3 horas. Aunque en esta ocasión, el no estar en Madrid no es excusa para no participar en este acto. Todos, desde cualquier punto, estemos donde estemos, podremos ser parte del homenaje (sigue leyendo hasta el final).

Como reza la web de la Biblioteca "por su compromiso y contribución a la defensa de la igualdad y de los Derechos Humanos y con el objetivo de animar a nuestros estudiantes a acercarse a figuras emblemáticas. Se pretende, además, promover valores como el diálogo entre culturas, la creatividad y la innovación".

Este acto contará, además, con una Mesa Redonda (19:00 a 20:30) en la que "amigos de Benedetti, con la participación de Jesús Visor, editor de toda la poesía de Mario Benedetti en España; Luis García Montero, escritor y poeta y Benjamín Prado, escritor y director del Homenaje a Mario Benedetti a iniciativa de la Fundación Instituto Cultura del Sur".

La impronta de Benjamín se deja sentir por todos lados, desde el llamamiento y el acercamiento que se hará a los institutos de Enseñanza Secundaria, que serán los principales protagonistas de la lectura de poemas, a las actividades que se han creado en torno a este homenaje. Actividades que ayudan a acercar la poesía a la gente.

Ese es el caso del crucigrama que Mambrino ha creado con una única temática, Benedetti, y que se podrá intentar completar, y solucionar allí mismo (Descárgatelo pinchando aquí)

O algo que es Made in Benjamín el reto de completar un poema inédito , en este caso de Benedetti. (Desde aquí ya hemos jugado a esto, con el propio Benjamín). Ahora nos toca hacerlo con los dos últimos versos del poema de Benedetti (¿por qué no podría llevarse Benjamín las propuestas que surjan de este blog a la Biblioteca?)

"CUANDO LA POESÍA"
Cuando la poesía abre sus puertas
uno siente que el tiempo nos abraza
una verdad gratuita y novedosa
renueva nuestro manso alrededor
cuando la poesía abre sus puertas
todo cambia y cambiamos con el cambio
todos traemos desde nuestra infancia
uno o dos versos que son como un lema
y los guardamos en nuestra memoria
como una reserva que nos hace bien
...

miércoles, 15 de abril de 2009

Mucho, y todo bueno

En cola de publicación tengo varias noticias que irán viendo la luz de forma progresiva los próximos días. Desde la visita de Benjamín Prado a Barbastro (desde donde nos han llegado fotos, y textos, gracias José Antonio), al homenaje a Benedetti en la Biblioteca Nacional del próximo día 28, el texto semanal de Juan Urbano, alguna curiosa edición de algún extraño libro, algún poema "inédito" de la reedición de Ecuador... Sin olvidar que tenemos un Acertijo pendiente Hay mucho, y todo bueno.

Por eso, voy a contar y a ordenar las cosas tal como nos las ha dicho el mismo Benjamín en uno de los comentarios del blog. (Y que actualizaré en el apartado Sendero, donde puntualmente puedes saber dónde anda Benjamín, culturalmente hablando, claro).

"Estuve en Barbastro, Zaragoza, Sabiñánigo, Alcolea y Huesca.

(16 de abril) Mañana jueves me voy a Cuba, leeré poemas en Gibara, en una actuación que seguirá con Coque Malla, con el tal vez haré algo en el escenario; nos van a grabar un documental del viaje;
Luego presentaré en La Habana el número de Cuadernos Hispanoamericanos dedicado a la poesia cubana que acabo de publicar.

(27 de abril) Talavera de la Reina.
(el 28 de abril) Un homenaje a Benedetti que he organizado en la Biblioteca Nacional de Madrid, puedes ver la web porque hemos inventado cosas divertidas (Nota de Meadow, mañana, en el blog)
(29 de abril) Estoy en Alcalá de Henares.
(30 de Abril) Voy a lo de Argentina y Uruguay, hasta el 9 de mayo.
(10 de Mayo) Leo en el Hay Festival Alhambra, en Granada, y los dos días siguientes haré algo en el Festival de poesía de la ciudad.
(16 de Mayo) Vuelvo a Granada como jurado del premio Casa de América de poesía.

Después creo que voy a ir una semana a algún sitio de Portugal, a seguir escribiendo canciones...
25 y 26 de mayo, a Tenerife: el 25 actúan Miguel Ríos y Luis García Montero.
26 de Mayo Joaquín Sabina y yo.

Ahí me tienes.
(Ahí le tenenemos)

lunes, 13 de abril de 2009

Siete maneras de decir Barbastro

Desde la Tertulia de Pedro I nos apuntan, acertadamente (¡gracias!), que Benjamín Prado pasará hoy el día con ellos (a las 19:30), en Barbastro, y no en Sabiánigo como habíamos dicho desde este blog.

Y allí, como ellos mismos dicen en su blog "es el lunes de Pascua, festivo, pero era el día que podía estar con nosotros BENJAMÍN PRADO, con el que haremos una merienda cena poética. La tertulia la plantearemos como una especie de clase sobre poesía, a partir de su ensayo "SIETE MANERAS DE DECIR MANZANA".

Como siempre, cualquier información, comentario, fotografía, vídeo, etc... que nos ayude a todos los que no podremos estar allí a aprender algo con lo que pasó, será bienvenida.

sábado, 11 de abril de 2009

El continuo calvario

Los atascos pudieron tener la culpa, o quizá las nevadas, pero nada de eso es cierto, la única verdad es que aquel 2009 el sábado fue jueves.

Ladrones de Muertos
Por Benjamín Prado. El País.

Memoria y Justicia son palabras que deberían de ir escritas en cualquier bandera, y olvidarse de ellas es como perder las llaves de la puerta de la democracia. Por eso llama tanto la atención que los tribunales más altos de nuestro país parezcan trabajar siempre contra la memoria histórica, y hasta ser, en demasiadas ocasiones, sus enemigos mortales. Da lo mismo si se trata de la causa del magistrado Baltasar Garzón contra el franquismo; de la apertura de fosas de la guerra civil o de la retirada de las estatuas del dictador que proyectan su sangre negra sobre nuestras calles: siempre hay una Audiencia Nacional o Tribunal Supremo que prohíba las investigaciones o las dificulte, o las meta en un laberinto del que sólo se puede salir cuando ya es demasiado tarde: el tiempo siempre corre a favor de la impunidad. Qué incómodo resulta tener que caminar hacia la libertad con la balanza de la ley metida en el zapato.

Si miras hacia la derecha, ves al Tribunal Supremo, que por lo que parece no tiene cosas más importantes que hacer, enredándose en discutirle al Gobierno su derecho a quitar la siniestra estatua de Franco que había en Nuevos Ministerios, con el argumento de que, en realidad, pertenecía a la Universidad Complutense. Mala cosa, cuando hay que ponerse a hacer matices sobre un monumento a un golpista, y peor si quienes los hacen son los representantes de uno de los poderes del Estado. Sería mejor si aplicaran la misma teoría, por poner un ejemplo, al hospital Puerta de Hierro, que también era, al menos en parte, de la Universidad Complutense, y que sin embargo ha sido cerrado, sin que nadie sepa aún ni por qué ni, sobre todo, para qué; aunque estoy seguro de que la mayor parte de nosotros sabe que cuando pase la crisis económica y las hormigoneras vuelvan a dar vueltas, las palabras especulación e inmobiliaria formarán parte de la respuesta.

Si miras hacia la izquierda, ves que las asociaciones de voluntarios que pelean para limpiar de fosas comunes nuestro país, también tienen que escalar los muros de los juzgados para llevar a cabo su trabajo. Nadie les ayuda, el Gobierno les da una subvención ridícula y una Ley de Memoria Histórica miedosa y, una vez más, siempre tienen delante a un juez de la Audiencia Nacional dispuesto a cerrarles el paso y echar otra vez en las tumbas la tierra que ellos hayan sacado. El ejemplo más increíble es el del Valle de los Caídos, y cada vez que piensa en él, a Juan Urbano le ocurre lo mismo que sin duda le pasará a muchos de ustedes, y es que no se ve capaz de entender cómo es posible que una tumba espantosa, levantada para glorificar a un dictador y bendecir sus crímenes, no sólo siga teniendo ahí su sepulcro, exhibido como si fuera el de un héroe, sino que además continúe llena de cadáveres robados. Porque, como se sabe, esa cripta tenebrosa se alimentó con los restos mortales de cientos de republicanos, cuyas fosas comunes fueron saqueadas cuando se terminó el panteón y las familias de los muertos del bando sublevado se negaron a que éstos fueran desenterrados y trasladados al Valle de los Caídos. El Ministerio de la Gobernación escribió entonces a numerosos ayuntamientos que ofrecieron "las fosas del ejército rojo", y los ladrones de huesos empezaron su tarea. ¿A quién creen que se han encontrado enfrente los familiares de las víctimas enterradas ilegalmente en ese lugar, cuando hay solicitado sacarlos de allí? Naturalmente, a la Audiencia Nacional.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), va a proseguir sus investigaciones sobre el paradero de ocho republicanos fusilados en 1936, enterrados en una fosa común de la localidad madrileña de La Serna y, según todos los indicios, trasladados en secreto, como tantos otros, al Valle de los Caídos. Lo que van a hacer ahora es excavar en la zona de Cuelgamuros para demostrar que allí hubo una fosa común pero que está vacía. Santiago Macías, vicepresidente de la ARMH, ha explicado que se sabe, por lo que confesó un antiguo juez de paz local, "que los cadáveres enterrados en esa fosa pudieron haber sido exhumados de manera encubierta, para trasladarlos al Valle de los Caídos sin consentimiento familiar y con nocturnidad". Si esas sospechas se confirman, se pedirá que los restos puedan ser sacados de allí, y estén seguros de que a partir de ese momento, la Audiencia Nacional pondrá todas las trabas que pueda para que ese acto de pura justicia pueda llevarse a cabo. Qué raro, que maten a tu padre o tu marido o tu hermana, que luego profanen sus tumbas, roben los cuerpos y los entierren al lado del de su asesino y cuando tú intentas que te los devuelvan la máquina de la Justicia se ponga en marcha para impedirlo.

jueves, 9 de abril de 2009

La procesión de la utopía

Desde el día en el que en una iglesia en Roma leí la palabra humildad escrita en letras de oro (sin ningún sentido figurado), pienso un poco como Juan Urbano... (aunque el lo dijera hace un par de años, y mejor). En esta época religiosa a su medida, una mirada a la iglesia utópica.

Una Máquina del tiempo
Por Benjamín Prado. El País.
Según pasaba las páginas, a Juan Urbano se le iban llenando los ojos de iglesias, campanas y santos. Tal vez fuera por la Semana Santa, pero el caso es que entre la condena del Vaticano al teólogo Jon Sobrino, el empeño del papa Benedicto XVI en beatificar con toda la urgencia del mundo a Juan Pablo II y la rebelión de una parroquia de Entrevías contra el arzobispado de Madrid, el diario parecía una procesión, sólo que algunos de sus protagonistas iban hacia delante y otros hacia atrás, en algunos casos lo mismo que si al meterse en el nuevo túnel de Sor Ángela de la Cruz, uno entrara por la calle de la Infanta Mercedes y saliese a la Edad Media.

"Es decir", ponderó nuestro filósofo de todos los jueves, mientras removía gravemente el café que acababan de servirle en un bar de la plaza de España, "que la Iglesia corre para todo aquello que consiste en no avanzar y va despacio cuando se trata de llegar al futuro." Cualquiera lo entendía.

El motín de la parroquia de San Carlos Borromeo, que toma su nombre de un contrarreformista que llevaba cosido a la sotana un escudo con la palabra humildad grabada en el centro y que, según las malas lenguas, llegó a arzobispo de Milán con enchufe, porque era sobrino de Pío IV, se debe al cristazo sobre la mesa del cardenal Antonio María Rouco Varela, que se ha sentido afrentado en lo más Pío XII de su ser al descubrir que los curas de Entrevías se atreven, ni más ni menos, que a ayudar a los pobres y socorrer a los necesitados. Imagínense: como si nuestra Iglesia pudiera tirar el dinero en esas estupideces, con lo cara que les debe salir la Cope y lo que se gasta en autobuses a la capital cada vez que monta una manifestación contra el Gobierno.

¿Sabrá el arzobispo de Madrid que Sor Ángela de la Cruz sostenía que ser religioso es querer "hacerse pobre entre los pobres" y que san Carlos Borromeo nació rico y murió, según la leyenda, en la más absoluta miseria? ¿Sabrá que la palabra "cristazo" la inventó Miguel de Unamuno?

¿Habrá leído La agonía del cristianismo del pensador vasco? Juan Urbano hubiese jurado que la respuesta a todas esas preguntas era no, pero cualquiera sabe. En cualquier caso, el dedo del papa Benedicto XVI había tocado a Jon Sobrino y las últimas fichas del dominó en caer habían sido las de la parroquia de Entrevías, pero no iban a ser las últimas.

Es más, conociendo al arzobispo de Madrid, lo más fácil es que todo acabe con la excomunión de los sacerdotes contestatarios, la clausura del templo del Puente de Vallecas y el desalojo violento de los insolentes que se han atrevido a buscar amparo y cobijo entre sus muros: hasta ahí podíamos llegar.

Jon Sobrino es casi un resucitado que escapó milagrosamente de la matanza que unos criminales uniformados llevaron a cabo en la Universidad Centroamericana, UCA, de El Salvador en 1989, donde asesinaron a ocho religiosos, y que siempre ha defendido que hay que seguir al Dios de los oprimidos, lo cual, al parecer, equivale a enfrentarse a la jerarquía eclesiástica, mucho más preocupada por acumular poder que por repartir caridad, es decir, siempre más pendiente de los bancos que de las catedrales.

El disparate de Entrevías le pareció a Juan Urbano un buen ejemplo de cómo la parte más reaccionaria de la Iglesia se dedica a huir hacia atrás con la disculpa de que la persiguen, y lo único que logra es alejarse de la realidad.

Porque, por pura lógica, parece razonable pensar que cuando uno lleva un hábito o una sotana, todos los pasos que da hacia el poder, el dinero y la política, le apartan de la marginación y la pobreza, que son el territorio en el que, presuntamente, debería hacer su trabajo.

Pero al arzobispo de Madrid los curas de Entrevías le parecen ovejas descarriadas, súbditos contestatarios y tal vez hasta rojos subversivos, como a Benedicto XVI debe parecérselo el casi vasco Jon Sobrino, y, por tanto, ha puesto encima del altar sus herramientas de siempre: la amenaza, la descalificación y el castigo.

Como se descuide, y teniendo en cuenta la reacción de los fieles, que siguen yendo contra viento y marea a las misas proscritas, los van a convertir en héroes y, si se le va la mano, puede que hasta en mártires.

Eso sí, no creo que lleguen a santos, ni siquiera a beatos, porque, hoy día, para eso hay que recorrer un camino muy largo y hacerlo de espaldas y con una venda en los ojos, lo primero para no dar pasos en falso y lo segundo, para no ver el dolor y la injusticia que asolan el mundo.

domingo, 5 de abril de 2009

El rencor

Sin más comentarios... de Marea Humana y quizá muy al caso (indiferente en el género)

La rencorosa
Por Benjamín Prado.

Para ti que gobiernas el país del rencor
donde todo está inmóvil,
donde nada se cura.

Para ti que conviertes
cada palabra en una cicatriz
cada recuerdo en una barricada.

Para ti se inventaron la soberbia y la ira.

Yo que viví en tu mundo de horas irrevocables
y golpes sin regreso,
sé que no existe paz para tu guerra,
que no hay nada más que pasado en quien nunca habrá olvido.
Adónde vas a ir,
si a tu sed de venganza no hay agua que la sacie;
si no existe victoria que te haga sentir fuerte;
si tú vives
como
quien
para
huir
del
fuego
sube
a la azotea de una torre en llamas.

Para ti
cuyos ojos abiertos en las sombras
son las heridas blancas de la noche.

Para ti en cuyas manos
se leen los venenos,
se clavan para siempre las espinas.

Para ti se ha inventado la amargura.

viernes, 3 de abril de 2009

Pobre Madrid

El escándalo político de la Comunidad de Madrid contamina el buen pensar y el mejor sentir de Juan Urbano, pero no lo nubla y con la misma claridad de siempre y con el corazón en la mano nos resume la que es la segunda idea que se nos viene a todos a la cabeza tras leer sobre todo estos presuntos y chorizos, pobre Madrid.

Quién se esconde en las manos del ladrón
Por Benjamín Prado. El País.

Estaba leyendo el último libro de John Berger, De A para X. Una historia en cartas, y ese escritor inglés cuyo rostro se ha ido transformando con los años, misteriosamente, en el de Samuel Beckett, le dijo: "Todas las historias son historias de manos, manos que agarran, que sopesan, que señalan, que unen, que amasan, que enhebran, que acarician; manos abandonadas en el sueño, manos que cortan, que comen, que limpian, que tocan música, que se aferran, que aprietan un gatillo...". Y, claro, con la que está cayendo en Madrid, Juan no pudo resistirse y añadió: "Y manos que roban". Luego se puso a mirar las fotos de preso de alguno de los encausados en el llamado caso Gürtel y pensó en lo corto que puede ser el camino que lleva de meter las manos en la caja del dinero a poner la huella digital en una ficha de la policía. "Llevarse un poco de donde hay mucho no es robar, sino compartir", le dijo John Berger desde su novela, sin duda para provocarlo, y él le contestó: "Sí, pero eso vale para los presos políticos de tu libro, que roban contra el poder, no para estos otros, que lo hacen en nombre del poder". Hay gente que cree que una urna y una hucha son la misma cosa, y que un voto siempre vale menos que un cheque, pero no siempre tienen razón, porque a veces llega un juez con la toga puesta, de esos a los que no les puedes colar el balón entre las piernas, y te explica que, como dijo algún filósofo de los que lee Juan Urbano, no se puede evitar que alguien sea un ladrón, pero sí hacer que deje de robar.

La Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) se ha declarado competente para mirarle las alcantarillas a algunos cargos públicos y juzgar ese caso Gürtel, que es un asunto oscuro, lleno de ese barro negro de la política con que algunos manchan las alfombras del Congreso y que, de momento, ya le ha salpicado el traje a varios altos cargos del PP. El TSJM relaciona con las "actividades aparentemente ilícitas objeto de investigación" a tres diputados de la Asamblea de Madrid, de los que sospecha que pueden haber recibido "importantes cantidades de dinero en atención a sus actividades de mediación e influencia, con motivo de la adjudicación de contratos a varias empresas relacionadas con imputados en la causa seguida en dicho Juzgado Central de Instrucción". Dicho en plata: un millón doscientos mil euros en sobornos.

El magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que es quien instruye la causa, también implica al tesorero del PP en el presunto cobro de otro millón trescientos cincuenta mil euros corruptos. A Juan le volvió a extrañar que existiera esa condición, la de aforado, que hace que investigar a un cargo público sea más complicado que investigar a cualquier otra persona que, seguramente, tendría mucho más difícil cometer los delitos de los que se acusa a los presuntos inocentes del caso Gürtel: cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, falsedad y asociación ilícita.

La pregunta que nos hacemos casi todos, sin embargo, es hasta dónde llega ese dinero, y quién se esconde dentro de las manos de los supuestos ladrones, sean quienes sean. Alguno de los encausados ha afirmado haber llevado mil millones a la calle de Génova y a las casas particulares de alguno de los perseguidos. ¿Qué manos firmaron la orden? ¿Cuáles contaron las monedas? ¿Qué manos lo repartieron? Debajo de las multiplicaciones hay una gota de sangre de pato, dice Federico García Lorca. Mala cosa, tener que acordarse tantas veces de ese verso.

En cualquier caso, pobre Madrid, tan rodeado de espías de tebeo y malhechores de guante blanco. Esta ciudad se merece algo mejor, aunque algunos no se den ni cuenta. Serán como ese Herodoto de Halicarnaso del que cuenta John Berger en su libro que fue el primero que escribió que el problema de los tiranos era que dejaban de oír a los dioses porque los ensordecía el ruido de sus propias máquinas de guerra. Con el dinero pasa más o menos lo mismo: brilla tanto que a algunos les vuelve ciegos.

miércoles, 1 de abril de 2009

Para Sabina. Por el Benja

El intercambio de poesías entre Sabina y Benjamín Prado no es nuevo. Benjamín es uno de los coautores del Libro "A vuelta de correo" en el que Sabina recoge epístolas y poesías varias cruzadas con distintos escritores, entre las que hay algunas del poeta madrileño.

Si leíamos la poesía de Sabina "Para el Benja" hemos de recordar que también Benjamín escribó alguna para el de Úbeda. No reiteraremos "A mi hermano Joaquín para que no se olvide", que ya publicamos en el blog, pero sí quería dejar constancia una que Benjamín le dedicó a Sabina, pero también a Jimena Coronado, en su libro Iceberg.

Bandera blanca.
Para Jimena Coronado y Joaquín Sabina
Por Benjamín Prado.
Llegaron días oscuros,
noches sumadas al hielo.
Cada mitad de tú y yo
puso su alambre de espino,
lloró cristales y astillas,
fue un soldado en las trincheras.

Tú y yo querían abismos,
tú y yo construyeron lobos;
igual que el mercurio busca
la casa en que arde la fiebre
o inventa palomas rojas
la mano del cazador.

Entonces, volvió lo azul,
se izaron las banderas blancas,
ellos dijimos perdona,
nosotros tendieron puentes,
tú vives porque yo existo.
yo moriría por ti.

Bandera blanca, mi amor.
Bandera blanca, amor mío.