lunes, 28 de septiembre de 2009

Romper una canción, nuevo libro de Prado

Vuelve la actualidad al blog.

Benjamín Prado nos prometió que seríamos los primeros en saberlo y así fue. El pasado 22 de septiembre, en un comentario del blog nos adelantó en exclusiva que "en noviembre la editorial Aguilar va a publicar mi libro "Romper una canción", en el que cuento cómo hemos escrito juntos Joaquín Sabina y yo casi todas las canciones -once- de su disco "Vinagre y rosas".


Aún no hay imagen, aún no hay textos, pero ya sabemos que hay libro.

La publicación del libro coincidirá con el nuevo disco de Joaquín Sabina, que según su web oficial, lanzará un nuevo álbum de estudio, con el nombre que ya nos adelantó Joaquín cuando "estrenó" su primera canción en la cadena Ser, y que ahora además nos regala el nombre de su primer single "Tiramisú de Limón", en el que colaborará Pereza. Además, se pondrá a la venta en dos formatos, un libro CD con dibujos y textos de Joaquín, y un CD normal. Casi simultáneamente comentará una gira de conciertos por España...


Noviembre está ahí mismo. Paciencia.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Nada es gratis

Una vez más lo ha conseguido, o mejor dicho, lo consiguió. El artículo de hoy lo he rescatado del año 2002 y en él consigue decir lo mismo que yo pienso, y esa es una de las razones por las que le sigo tan de cerca. En ocasiones tenemos un pensamiento, una idea de esas que no sabemos expresar con palabras. Cuando alguien las expresa, y tú serías capaz de tachar su firma y poner la tuya, entonces, es cuando comienza la admiración.



Maldita prensa gratuita

Por Benjamín Prado. El País. 17-10-2002


-Pan para hoy y hambre para mañana -dijo Juan Urbano, arrojando violentamente el escueto periódico que acababan de darle a una papelera.

Aquel gesto iracundo, ostensible y algo teatral, lo repetía Juan cada mañana, punto por punto, a la entrada del intercambiador de Moncloa, cuando se disponía a entrar al metro, para hacer evidente su rechazo a la prensa gratuita. Por lo general, los repartidores lo miraban con cara de a mí qué me dice usted o de habráse visto el muy imbécil, pero nunca le decían nada. Él, por su parte, se iba mascullando razones contra aquellos diarios que tanto le disgustaban, como quien roe un hueso, y por el camino, mientras atravesaba túneles y estaciones, preparaba lo que iba a decir al respecto en cuanto llegara, esa misma tarde, a su mesa del Café Gijón.


A Juan Urbano, que era una de esas personas que cree que, a pesar de los pesares, la prensa es una de las últimas madrigueras que le quedan a la libertad en este mundo de todos los demonios, entregado en cuerpo y alma al poder y al dinero, le parecía advertir un peligro enorme en esos diarios gratuitos que se repartían en las calles del amanecer.


-Son periódicos hechos sin medios y, en el fondo, sin escrúpulos -dijo esa tarde, alzando un dedo apostólico ante sus contertulios-, no tienen corresponsales, no tienen estructura, no tienen analistas serios, ni línea editorial, ni redacciones autosuficientes, ni firmas de prestigio, ni enviados especiales; se dedican a recalentar lo que oyen por aquí y por allá y a copiar las noticias de las agencias; no tienen equipos de investigación, carecen de fuentes fiables; en definitiva, son simples folletos publicitarios disfrazados de periódico que evitan que la gente lea los periódicos de verdad, no hace falta más que meterse en un metro o en un autobús por las mañanas para ver que el 80% de los viajeros lleva en la mano una de esas malditas gacetillas y da miedo pensar que, con lo que ven ahí, muchos ya se consideran informados, ya creen estar al tanto de lo que ocurre, aunque jamás llegan a saber por qué ocurre, que al final es lo que importa. Los odio, deberían estar prohibidos.


Sus compañeros de pónganos otra se quedaron un poco sorprendidos por la vehemencia de Juan Urbano, y hubo unos instantes de desconcierto en los que todos parecían estar buscando una respuesta a su arenga como quien arma uno de esos malditos cubos de rubik.


-Si, puede que sí -dijo alguien-, pero, al fin y al cabo, lo que tú llamas los periódicos de verdad no son más que empresas, puros negocios, no son para nada organizaciones altruistas, y todos sin excepción tienen servidumbres políticas y personales, son amigos de unos banqueros y enemigos de otros, tienen ideologías que deforman todo lo que publican; sólo tienes que leer una misma noticia sobre el Gobierno en dos diarios distintos y ver cómo cada uno dice lo contrario del otro, para darte cuenta de que tengo razón.


-¿Y qué? -contestó Juan Urbano-. ¿Por qué no iban a tener ideología? Siempre ha habido periódicos de signos diferentes para lectores diferentes. ¿Por qué razón iban a ser organizaciones altruistas? Tampoco son altruistas los médicos que descubren una vacuna y ganan el Premio Nobel, por ejemplo, y eso no quiere decir que no les estemos agradecidos. En cuanto a las servidumbres, pues qué quieres que te diga: cuántas más tengan, peor periódico serán. Pero te voy a decir una cosa: sin medios de comunicación, aquí no habría democracia, imagínate la caradura y la falta de vergüenza que tienen algunos políticos con la cantidad de televisiones, radios y periódicos que hay, y luego piensa en lo que pasaría si no se sintiesen vigilados y en peligro. Si la prensa se debilita, los desalmados se fortalecen, no lo dudes.


Juan Urbano volvió a su casa preocupado. Vio más gente leyendo pequeños periódicos gratuitos en el autobús y contó cada uno como una derrota. '¿Por qué dejan que ocurran estas cosas?', se dijo. 'Si por mí fuera, prohibiría que los diesen también en la puerta de los transportes públicos. No hay derecho. Qué competencia tan desleal para los auténticos diarios y qué peligro para todos'.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Qué miedo

He aquí uno de estos artículos en los que la fecha es lo de menos. Son atemporales, pero de temporada. Esperemos que sean los menos, pero seguro que alguno a su vuelta de vacaciones ha sufrido lo que Benjamín comentó en su día sobre esta profesión a la que otra le quitó el título del oficio más antiguo del mundo.
Señores cacos, si nos van de robar, por favor, no nos quiten el ordenador...


Verano y robos.

Por Benjamín Prado. El País. 04/08/2005


Se puede evitar que alguien robe, pero no que sea un ladrón, decía en uno de sus aforismos el escritor francés Jules Renard, y ésa debe ser la causa por la que resulta tan difícil luchar contra los rateros, tan perseverantes que, según dicen las encuestas, en España se roba cada minuto en una casa.


Qué bárbaro, pensar que todo podría medirse en casas desvalijadas: un partido de fútbol dura 90 casas saqueadas; una canción de Elvis Presley, tres y media; un discurso de Fidel Castro, 15 urbanizaciones.


En las ciudades sin mar, el verano es la época de los edificios vacíos y, por lo tanto, de las casas sin defensores, de modo que uno sale hacia sus vacaciones con el temor al atraco en el cuerpo y la cabeza llena de presagios fatales.


Qué miedo.


Es verdad que en esta época nos dan consejos para intentar engañar a los asaltantes, que básicamente consisten en intentar hacer invisible nuestra ausencia: no desconecten el timbre; no bajen del todo las persianas; encárguenle a un vecino que recoja la correspondencia para que no se acumule en el buzón; deje ropa tendida en el balcón o la terraza; coloque temporizadores que enciendan y apaguen de vez en cuando las luces de las habitaciones...


Hace poco, hasta han salido al mercado unos discos con ruidos de casa habitada: conversaciones, batidoras, equipos de música, grifos...


Qué raro todo, ¿no?


Los vecinos del segundo son siempre muy silenciosos, excepto cuando no están en casa. Pero tampoco parece que esas cosas sean un remedio muy eficaz porque, por otro lado, los delincuentes cada vez son más listos y más modernos, tienen cámaras que leen los códigos de las tarjetas de crédito cuando las metes en los cajeros automáticos; usan descodificadores que copian las claves de seguridad que desbloquean los coches; llevan inhibidores de frecuencias que neutralizan las alarmas y manejan ordenadores que abren las cajas fuertes.


Hombre, igual te puedes enfrentar a todo eso dejando unos calcetines de tenis en el tendedero, pero suena raro. En Madrid, los asaltos a casas han ido descendiendo poco a poco desde hace un par de años, sin duda porque mucha gente se ha protegido con puertas acorazadas, cerraduras cuyas llaves no se pueden copiar, alarmas, sistemas que detectan a los intrusos y avisan a la comisaría o a un servicio de vigilantes jurados.


Pero la mala noticia es que eso ha dado lugar a otro tipo de delito, casi más inquietante, que es el de las bandas que entran en las casas justo cuando sus habitantes están en ellas, con las alarmas sin conectar, y les roban mientras duermen. Algunas de las víctimas que han pasado por esa experiencia, necesitan ayuda psicológica, a causa del pánico que les produce todo lo que no ha pasado, pero pudo ocurrir: te imaginas, estaba ahí, en mi cama, dormido, y unos extraños entraron en la habitación, tal vez me enfocasen con una linterna mientras se llevaban las cosas que había a mi alrededor.


¿Y si hubiese despertado? ¿Qué hubieran hecho ellos? ¿Llevarían pistolas, un puñal?


Qué miedo.


En algunas ocasiones se me ha ocurrido pensar si agosto es el mes en el que otras personas se pasean por nuestras calles y hacen nuestros trabajos. Pero, ¿no será también el mes en el que otras personas viven toda nuestra vida en nuestra ciudad, quizá en nuestra propia casa? ¿O quizás eso ocurre todo el año? ¿Viven otras familias en nuestras casas, usan nuestros electrodomésticos y se tapan con nuestras sábanas en los espacios en blanco que dejamos nosotros, en las horas que estamos fuera?


Quién sabe.


De momento, uno se conforma con que su casa no sea una de esas que cada minuto se llenan de invasores, porque, qué inquietante, pensar que, en el fondo, lo que se están llevando es a nosotros, al menos a ese nosotros que somos las otras veces, de enero a julio. ¿Se han dado cuenta de lo que han tardado en leer este artículo? Calculo que unas 12 o 14 casas desvalijadas.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Esta noche la pasaremos en blanco

La ciudad de Madrid celebra esta noche una de sus apuestas culturales más amplia, modena y espectacular, "La noche en Blanco". Más de 170 actividades culturales que comenzarán el sábado con la suelta de poemas (impresos en globos) de Benjamín Prado y Ajo Micropoetisa.

Una cita ineludible de la que podéis obtener toda la información en esta web, y podéis disfrutar en los cientos de lugares de Madrid que nos invitarán a pasar la noche en blanco.


Se aceptan fotos, crónicas, comentarios, vivencias personales sobre la noche y sobre la suelta de globos. ¿Te ha llegado alguno?

martes, 15 de septiembre de 2009

Los 4 plumas para Almudena Grandes

Debajo de su asiento hay un cofre lleno de tesoros, (http://lifevestunderyourseat.wordpress.com/), como este soneto a Almudena Grandes, vale su peso en firmas:

Hierro con natillas.
A four plumas, soneto extraviado, a Almudenita Grandes dedicado.
Por Felipe Benítez Reyes, Joaquín Sabina, Luis García Montero y Benjamín Prado.


Almudena de hierro con natillas,
metálica de dulces soledades,
humilde vanidad de vanidades,
a sus plantas nos tiene de rodillas.

Su cielo son dos lunas amarillas,
su infierno la poesía de Luis de Sade,
su purgatorio, rancias novedades
con premios, con sorpresas, con cosquillas.

Almudena es la cena del león,
una bala de carne de cañón,
una gota de selva en la verbena,

una nota do re mi fa sol la,
el brilllo de una ausencia que se va,
no la toquéis más que es Almudena.

Rota. Agosto de 2004

domingo, 13 de septiembre de 2009

Represión contra la depresión

El jueves pasado Benjamín Prado, y Juan Urbano andaban cabreados por cómo marchan las cosas en Madrid, y en el resto del país...

La represión como solución
Por Benjamín Prado. El País.

Las putas son malas, hay que esconderlas porque no se las puede prohibir, con el mismo argumento que usan los dueños de algunos bares de Nueva Orleans que ponen en las paredes de detrás del mostrador un letrero que dice: "En este local no se puede entrar con armas... porque en este Estado es ilegal matar a los negros".
Los jóvenes son una vergüenza, borrachos e inconscientes, han inventado el botellón para pervertir la vía pública, y además son todos iguales, porque lo que se ha demostrado en los disturbios de Pozuelo es que en cuanto le levantas la cola al cocodrilo del Lacoste, asoma un antisistema. Eso sí, en el mismo Pozuelo murió anteayer electrocutado un trabajador mientras trabajaba en un edificio de oficinas, y en lo que llevamos de año ya van 64 muertos por accidente laboral en la Comunidad de Madrid. ¿Alguien vigila las obras sin andamios, sin red de seguridad y demás? ¿No sobran unas cámaras o unos policías para eso?

Los conductores tienen que ser acorralados, filmados y multados a discreción por el bien común, es decir, para que los presupuestos del Ayuntamiento se saneen. Por ejemplo, ponemos un límite de velocidad ridículo en los túneles de la M-30, a 70 por hora para que no les dé tiempo ni a frenar, y nos forramos: 92euritos por ir a 76 kilómetros por hora en pleno julio y con la carretera vacía, es un buen negocio. Lo hacemos por ustedes, deberían de darnos las gracias, canta el buitre disfrazado de paloma de la paz, mientras los saqueadores cuentan las monedas.

Los fumadores son asesinos, contaminan todo lo que se les pone por delante y en los alrededores y con su maldito tabaco, que por otra parte deben de seguir comprando para que la economía marche, no dejan ver el humo de los coches. Hay que aislarlos, ponerles mala cara, construir guetos para que se suiciden sin molestar o se maten entre ellos. Imagínense, si la superioridad tuvo hasta que lanzarse a por Esperanza Aguirre, que intentó suavizar la ley antitabaco y permitir que la gente se echara un pitillito en bodas, bautizos, comuniones y actos institucionales. De hecho, la ministra de Sanidad ha dicho recientemente que se plantea ampliar la prohibición a todos los espacios públicos, incluidos los bares y lugares de ocio.

Los hombres, en su conjunto, son maltratadores hasta que se demuestre lo contrario, y para eso se han inventado las leyes de género, que sirven para equilibrar un desequilibrio de siglos cobrándoselo al señor López de turno en su divorcio, por ejemplo. Y los niños son de las madres, como le hubiera gustado a doña Pilar Primo de Rivera. Y las denuncias falsas por maltrato aumentan de tal manera que hasta el presidente de la Asociación Española de Abogados de Familia tuvo que alertar de la "cantidad enorme" de denuncias "torticeras" de violencia de género que se presentan "para conseguir un divorcio ágil, dado que las demandas se tramitan en juicios rápidos en los juzgados especiales de violencia contra la mujer". Juan Urbano conocía a uno al que le había puesto una de esas denuncias falsas su ex mujer, a la cual representaba... ¿adivinan quién?

El juez Garzón debe ir a la cárcel por atreverse a investigar el franquismo. Levantar el puño es patético, dice Rajoy, y pregunta qué pasaría si otros levantaran la mano. Y el líder del PP en Granada, señor Pérez, dice que "retirar el monolito a José Antonio Primo de Rivera" que hay en la ciudad "sería un acto talibán progre". Y en Madrid, del Valle de los Caídos ni se habla.

Los impuestos son intolerables porque los sube el PSOE, pero el alcalde de Madrid resucita uno que se suprimió en 1986, la tasa de basura, que les hará ganar 90 millones de euros, restados a las familias que tienen que pagarlo para salir de la crisis del único modo posible, que es haciéndose un avión de papel con las facturas, porque con los discursos no se puede, ya que son papel mojado.

Juan Urbano perdió la mañana redactando esa lista y, como no sabía qué hacer con ella, me la envió a mí, por si me servía para escribir uno de estos artículos. Me lo estoy pensando. Disfruten de su libertad.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Como cada 11S

Aquí está Juan Urbano.
Por Benjamín Prado. El País.

Juan Urbano se detuvo y miró al cielo herméticamente azul de Madrid en busca del Gran Quizás, pero no pasó nada. ¿Qué podría suceder, por Dios santo?, se dijo. Luego, antes de seguir su marcha, cerró los puños con un gesto triunfal, su cara se volvió de color escarlata, lo mismo que si el orgullo fuese una cera roja y espesa, y el rubor le hizo sentir como si su piel centellease y emitiera calor. Aquella mañana era 11 de septiembre, se conmemoraba el primer aniversario del ataque a las Torres Gemelas en Nueva York y a Juan le había enardecido advertir la publicidad uniforme de los periódicos, las cadenas de televisión y las emisoras de radio que anunciaban con grandilocuencia sus reportajes especiales sobre el crimen, la matanza, el cataclismo, la hecatombe, el antes y el después del mundo: a casi todos se les había ocurrido construir rascacielos de palabras, hechos con los nombres de las víctimas del atentado o con preguntas apiladas unas sobre otras, ¿por qué?, ¿cuándo?, ¿quiénes?, ¿cómo?, ¿desde dónde?
Esa misma tarde, colocaría su descubrimiento en un cóctel, envuelto en alguna paradoja, algo del tipo de 'es curioso, pero ante lo inexplicable, sólo quedan las palabras'. Y luego, mientras masticaba ostentosamente un canapé -porque había observado en las películas que hablar con la boca llena y atragantándose un poco es de buenos actores, produce una sensación de naturalidad y desenvoltura-, dejaría caer lo del Gran Quizás, 'ya sabes, la incertidumbre, lo que Rabelais llamaba el Gran Quizás'. También tenía en la recámara una frase de Unamuno.

Juan Urbano revisó en el diario la sección de convocatorias, la primera que consultaba cada mañana. Para ese día estaban anunciados varios actos de interés en la Casa de América, el Círculo de Bellas Artes, la Casa de Galicia y el Museo Nacional de Ciencias Naturales, conferencias donde se iba a hablar del ataque terrorista a Nueva York, del futuro de los sindicatos, de alpinismo, de la relación entre gastronomía y sexualidad, del cambio climático... Juan eligió el Círculo de Bellas Artes y la presentación de un libro llamado Dostoievski en Manhattan. Sonaba bien. Naturalmente, ni había leído una línea de Dostoievski ni había estado en Manhattan, pero una vez vio Crimen y castigo en la televisión y llevaba preparados a Rabelais y Unamuno para hablar de las Torres Gemelas, de modo que no desentonaría a la hora de tomar unas cervezas y avivar con un poco de paja el fuego de la conversación.

Una de las especialidades de Juan Urbano era asistir a los cócteles, caer sobre las bandejas de canapés como una plaga de langostas y colocar frases en las tertulias. Naturalmente, jamás arriesgaba una teoría propia y sus opiniones iban de un lado a otro como pollos sin cabeza, intentando acompasarse al criterio general. Aquella tarde no fue una excepción, al hablar de Oriente Próximo, llamó a Yasir Arafat primero santo y después sinvergüenza; al hablar de la guerra del Golfo estuvo unas veces con Estados Unidos y otras con Irak. En un momento determinado, se fue para el novelista Antonio Muñoz Molina, presentador del acto, y tras decirle, con la boca llena de salmón y alcaparras, cuánto admiraba sus libros, le soltó: 'Al fin y al cabo, qué más da lo que pasó. Como dice Unamuno, la única Historia verdadera es la leyenda, porque es la única que creemos'. El escritor le miró con tanta perplejidad que Juan se apresuró a añadir: 'Aunque siempre es necesario conocer los hechos, qué duda cabe'. Cuando era más joven, Juan se rió mucho al ver una película en la que Groucho Marx decía: '¡Oiga usted, yo tengo unos principios! Claro que, si no le gustan, tengo otros'.

Juan odiaba a los canaperos, esos parásitos que van a los cócteles sólo a merendar. Él era otra cosa, era el público, algo imprescindible, esa persona que aplaude a rabiar cuando terminan las conferencias y, después, se acerca a adular al autor. 'Sin personas como yo, no existiría la cultura, la ciudad sería un cementerio', pensaba. 'A ver, ¿para quién se publica la sección de convocatorias de los periódicos? Dátelas de listo todo lo que quieras, pero sin mí, no serías nadie', le dijo por dentro a Muñoz Molina, mientras masticaba una croqueta. Luego, pensó que a la mañana siguiente iba a empezar a buscar trabajo, ya tenía seleccionadas varias ofertas. Eso, sin embargo, lo contaremos el jueves que viene.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Entrevista en Chile

Benjamín Prado estuvo la semana pasada en Chile con motivo del 70º aniversario del Winnipeg, allí, además, aprovechó para promocionar su libro Mala Gente que Camina. (Un libro, que por cierto, rescatan en el diario Granada Hoy para un artículo de opinión).

De aquella promoción, esta entrevista, publicada por el diario Chileno "El Mercurio", y que nos ha enviado el propio Benjamín. En ella habla del libro, de política, de poesía...


Pregunta: ¿Se considera usted raro?
Respuesta: La gente más intolerante cree que el mundo se divide en raros y normales. Yo prefiero lo extraño a lo vulgar, no para ser llamativo, sino original. Jaime Gil de Biedma me dijo una vez: "No basta con quere escribir un gran poema, además tienes que intentar que sea un poema diferente". Aún confío en que eso sea verdad.

P. ¿Le interesa el exilio español en América?
R. Escribí una novela sobre ese tema, No sólo el fugo, que entre otras cosas cuenta la vida de los exiliados españoles en Costa Rica, El Salvador, Panamá, y más superficialmente en México.

P. Tituló "Ecuador" a su poesía completa, en mitad de su vida, a los 40. Han pasado 8 años y aparece con igual título. ¿Cree que será así de longevo?
R. Me gusta quedarme hasta el final de la fiesta, sólo si aún es divertida. Lo que acaba de publicarse no es otro libro, sino la tercera edición del mismo, sólo que con algunos poemas inéditos, las canciones que he escrito con Joaquín Sabina y algunos aformismos nuevos. Pero dentro de Ecuador siempre tendré 40 años. De hecho, en ese tomo no están los dos libros de poemas que he publicado después, Iceberg y Marea Humana.

P. ¿Cómo se toma las críticas?
R. Mal, como todo el mundo. Decía Auden: es imposible hablar mal de un libro sin pavonearse. Si te gusta un libro mío, o de cualquier otro, habla de él, estarás alentando a leer, que es una experiencia maravillosa y un armamento intelectual imprescindible para encontrarle la salida a este laberinto de realidades globales, corrientes de opinión y pensamientos únicos. Y si no te gusta, habla mal de un banquero, que sin duda se lo merece más, y cuando te encuentres conmigo recuerda que la base de la buena educación es la hipocresía.

Puedes leer la entrevista completa en su fuente original:

lunes, 7 de septiembre de 2009

Benjamín Prado, en blanco

Tal como informa EuropaPress (en la primera noticia que, por ahora, he encontrado sobre el tema), "Madrid celebrará, por cuarto año consecutivo, su Noche en Blanco el sábado 19 de septiembre a partir de las 21.30 horas, en una noche cultural que cerrará el verano con 170 actividades repartidas por el centro de la ciudad y dedicadas, todas ellas, al leit motiv de esta edición: el Regalo.

A las 21.30 horas se dará comienzo a esta celebración en la Plaza Mayor, donde los escritores Benjamín Prado y Ajo Micropoetisa regalarán sus versos inscritos en miles de globos para llevar la poesía hasta el cielo de Madrid."

La Noche en Blanco de Madrid es el acontecimiento cultural más multitudinario de la ciudad. La calles se abarrotan para consumir las cientos de propuestas culturales. En esta edición "la noche" girará en torno al regalo, que será el tema que han de interpretar, cada cual con su estilo, los artistas participantes.

Benjamín Prado tiene el honor de inaugurar "La noche en Blanco" y como nos tiene acostumbrados, no nos defraudarán, nos dará su regalo más valioso, sus poemas, que se lanzarán al aire de Madrid en cientos de globos .

¿Dónde acabarán los globos?

Ampliaremos la información a medida que vayamos disponiendo de ella, dará que hablar.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Los Pereza, por Benjamín

He tenido que mirar varias veces la página del periódico, porque juraría que la había abierto por la sección de Madrid, donde Benjamín Prado suele publicar sus opiniones de los jueves. Y no, no estaba equivocado, la página era la correcta, y al final del texto he descubierto que la opinión también. Me ha gustado que Benjamín le dedicara un artículo a un grupo madrileño como Pereza, y que reivindique ayudas, del tipo que sean, para que esos grupos lleguen "de los sotanos a las azoteas", al igual que otras veces ha defendido teatros o espacios públicos.

Se veía venir, no hace mucho, en uno de sus artículos, tras una noche en la que coincidió con los Leyva, destacó la frase "con los pies fríos no se piensa bien", al igual que hace a menudo con sus admirados poetas, porque como decía ayer, "los buenos músicos se parecen a los buenos poetas".
Oyendo a Pereza
Por Benjamín Prado. El País.

Era una chica corriente más bonita que ninguna. Era tan joven que tenía más noches que la luna y tan afortunada que en los días de suerte dormía en las estaciones de tren. Se llamaba Lady Madrid, tiraba a matar, era lo más rocanrol de su barrio y vestía pantalones que había aprendido de los Burning, los Ronaldos y Lou Reed. Todos la conocimos y a todos nos tomó prestado el corazón. Y desde entonces, algunas veces dejábamos de haberla olvidado para siempre y nos preguntábamos dónde estaría. Ya no, porque ha aparecido en el último disco de Pereza, que se llama Aviones y que Juan Urbano asegura que está lleno de canciones a las que les darías las llaves de tu casa nada más escucharlas.

Tiene razón, porque le he hecho caso, yo también lo he comprado y me doy cuenta de que los buenos músicos se parecen a los buenos poetas en dos cosas: saben hacer himnos y saben hacerlos sobre héroes que no han hecho gran cosa para serlo, excepto vivir en línea recta, sin preguntarse si lo próximo que iba a haber delante era una pradera o un abismo. En la portada de Aviones los chicos de Pereza, Rubén y Leyva, salen con unos perros y en un descampado, sin duda para simbolizar la desnudez de su trabajo, que está hecho sin trampa ni cartón, a base de líneas limpias, ideas claras y versos sin guardaespaldas. Lo mismo que si las canciones te dijeran: "Esto es lo que hay, si quieres te quedas y, si no, te vas".

Juan Urbano y yo hemos discutido sobre las canciones que más nos gustan del disco. Uno se queda con Windsor, La chica del Tirso y Escupe. Otro, con Leones y Pirata, pero los dos estamos de acuerdo en Lady Madrid, que en realidad tiene la mejor forma de ser certera, que es ser inconcreta: él, que es más joven, ve a esa chica en los años noventa, y yo en los ochenta, aunque yo le llevo la ventaja de poder verla en muchos más sitios, porque cuando la recuerdo yo, lo que cuentan los Pereza ocurrió en plena Movida, en la época en que esta ciudad tenía sitios donde tocar, donde descubrir grupos nuevos, donde perderse entre amigos, donde buscarse una mala reputación que te favoreciese. Y el caso es que él a su modo y yo al mío hemos sentido una cierta nostalgia. Eso es lo que ocurre con las mejores canciones, con su alegría contagiosa o, como en el caso de Lady Madrid,con su tristeza prestada, esa que te da ganas de encerrarte en el baño con el iPod e interpretar la canción frente al espejo, con un peine como micrófono y convencido de que la has escrito tú para otra mujer, o la misma con otro nombre, que para el caso es igual.

Recién vuelto a la ciudad, le digo a Juan Urbano que es bonito encontrarte con un disco como Aviones y con una canción como Lady Madrid, que te recuerdan que aquí todavía surgen de vez en cuando bandas que te puedas creer, aunque lleguen a las radios abriéndose paso contra viento y marea a través del desierto de las operaciones triunfo y demás somníferos. Y que te hacen preguntarte qué ocurriría si en lugar de prohibirlo todo se abriesen locales de ensayo y se buscara el modo de quitarle el candado a las puertas de algunos de esos antros que son la facultad donde se estudia la carrera en la música, aquí, en Londres o en Nueva York, da igual, porque todos los sótanos se parecen y todos son el único camino hacia las azoteas. No creo que lo entiendan, porque no saben mirar hacia abajo, sólo hacia arriba. Pereza son rocanrol de Madrid que parece muy de Madrid y muy argentino, como debe de ser, y que saben hacer una canción como Lady Madrid, que es familia de la Princesa de Joaquín Sabina y de la Chica de ayer de Nacha Pop, y también un poquito like a rolling stone. Las chicas que se van a veces dejan en su lugar una buena canción.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Homenaje a Alberti en las calles de Rota

En la noche del 21 de agosto la poesía se refugió en la bahía y el recuerdo a Rafael Alberti empezó en frente del palacio de Luna ("Luna mia de ayer, hoy de mi olvido") y recorrió las calles de Rota al son de las palabras de los artistas que allí se reunieron, para recitar su admiración.

Joaquín Sabina, Javier Ruibal, José Manuel Caballero Bonald, Felipe Benítez Reyes, Luis Garía Montero, Almudena Grandes, Benjamín Prado, Eduardo Mendiccutti, José Ramon Ripoll y Jesús Fernández Palacios. Verso a verso, canción a canción, encandilaron la velada.


Tenemos fotos en exclusiva de nuestro corresponsal en Rota, quien además nos contó que fue emotivo, emocionante, divertido y admirable.


Benjamín Prado, admirador, amigo, de Alberti, y beligerante contra la última esposa del poeta, leyó el poema Adefesio. En la misma línea habló la sobrina de Alberti, Teresa Sánchez, quin dijo en este recital: "Esperemos que este aniversario sirva para que su nombre deje de ser una marca registrada. Él era un hombre del pueblo, de una generosidad tremenda. No debe quedar como un hombre tacaño. A ver si llega el día en que sea el poeta de la calle".


Quede aquí el Adefesio, por Benjamín Prado.

Llega el Adefesio,
bruja que te estruja,
manos que te soban,
dedos que te roban.

Llega el Adefesio,
labios de granuja,
puños que se ensañan,
uñas que te arañan.

Cosa que te muje,
coces de ganado,
ojo que te cruje,
raspa de pescado.

Bicho que te trinca,
boca que te atraca,
clavo que se hinca,
corazón de hurraca.

Ladilla,
colilla,
polilla,
guindilla,
cuchilla que arrolla,
astilla que embrolla,

alambre y gorgojo,
calambre y cerrojo,
cochambre y despojo,

fiambre y piojo
coyote,
barrote,
gañote,
pegote,
azote y carroña,
garrote y ponzoña.

Llega el Adefesio.
Tiro por la espalda
saldo que te salda.
Llega el Adefesio,
ángel sin estrella,
mosca en la paella.

Si lo ven venir
con su sangre verde,
si lo ven venir,
váyanse, ¡que muerde!


martes, 1 de septiembre de 2009

Benjamín se embarca en el Winnipeg

El Winnipeg fue un barco cargado de emigrantes españoles exiliados por culpa de la Guerra Civil que llega a Chile gracias a las gestiones de Pablo Neruda. (Mirad aquí toda la historia de Neruda y del barco).

Con motivo del 70 aniversario de la llegada del Winnipeg a Chile, al puerto de Valparaíso, se celebrarán una serie de actividades conmemorativas que contarán con el apoyo de la Fundación Pablo Neruda; la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI); el Instituto Igualdad y la Agrupación Winnipeg.

Unas actividades que comienzan hoy 1 de septiembre, y que se prolongarán hasta el martes día 8 y entre las cuales se encuentra, el viernes 4 de septiembre a las 12:00 horas en la casa-museo La Chascona, el poeta español y Director de la revista Cuadernos Hispanoamericanos, Benjamín Prado.

Podéis consultar todo el programa, horarios, etc... en el siguiente enlace.
Esperemos poder contar con información del evento, estaremos pendientes y ojalá podamos leer o escuchar las palabras de un comprometido poeta como es Benjamín Prado.
La poesía es sentimiento, alma y compromiso, y sino que se lo digan a Neruda.