jueves, 20 de agosto de 2009

El jueves de guardar

Fiel a su cita, fiel a su jueves, fiel a su Madrid. Lo mismo da que Juan y Benjamín anden por la costa o por donde quieran estar, su cita es ineludible, y la nuestra también.

¡Alerta roja, no pasa nada!
Por Benjamín Prado. El País.

En verano pasan algunas cosas, pero no todas, de manera que, a falta de política y fútbol, los telediarios se llenan de fiestas patronales y mujeres embarazadas de sextillizos. Normal, de qué iban a hablar si no, con el Congreso y el Santiago Bernabéu cerrados. Menos mal que a falta de novedades tenemos alertas: alerta naranja por las elevadas temperaturas; alerta roja ante el riesgo de incendios forestales; alerta amarilla por la subida del nivel de ozono en la capital; alerta de grado seis por la pandemia de gripe; alerta máxima ante el riesgo de atentados terroristas... y, por si no fuera poco, tenemos la operación salida, la operación retorno... Qué peligro.

Juan Urbano, que considera que vivimos en una sociedad cada vez más represiva, que necesita dar a los ciudadanos esa sensación de riesgo permanente para justificar los continuos ataques a la libertad individual a los que nos somete, me comenta un reportaje de este periódico que habla de que más de la mitad de los municipios de la región no descuentan puntos del carnet de conducir, porque no están conectados aún al sistema de la DGT, que es la DGS de los conductores, según él, una organización que ha transformado cada automóvil en una celda de castigo y cada rincón de la ciudad y cada metro de las carreteras de este país en un lugar bajo vigilancia donde no se puede dar un paso ni avanzar un kilómetro sin ser visto por las cámaras, fotografiado, descubierto por los radares. Cualquier cosa, con tal de sacarles a sus clientes hasta el último euro, a base de multas. "¿Es que acaso no es verdad?", me pregunta. "El problema de los coches lo solucionan con parquímetros, zonas azules, zonas verdes, agentes de la ORA y demás, lo cual está muy bien, pero nunca haciendo los aparcamientos municipales que prometen cada vez que llegan las elecciones. El problema de los accidentes de tráfico no lo arreglan subsanando los puntos negros en los que se repiten los siniestros y se acumulan las muertes -son 776 en toda España, según el Gobierno, y por ejemplo en la M-607, entre Madrid y Colmenar, hay ocho tramos de concentración de accidentes, como los llama el Ministerio de Fomento, en sólo 31 kilómetros-, sino a base de sanciones, de controlar las autopistas igual que los norteamericanos hacen las guerras: a distancia. Y todo eso, naturalmente, fundamentándolo todo en el castigo, que es una forma de ponernos boca abajo y sacudirnos hasta que caigan todas las monedas que nos quedaban en el bolsillo. Menuda mafia".

Juan habla desde la experiencia, que en estos casos es la hermana gemela de la impotencia, y está indignado porque le acaban de embargar de su cuenta del banco el dinero abusivo de una multa que le pusieron por dejar el coche aparcado 10 minutos dentro de una gasolinera de la calle de Alberto Aguilera, al fondo de sus instalaciones y junto a una pared, y que los policías-cobradores convirtieron en una imaginaria zona de tránsito al ponerle una falsa denuncia por "interrumpir gravemente la circulación". O sea, que fue víctima, literalmente, de una estafa. Juan envió varios recursos, pero sin ninguna fortuna, porque la burocracia se ampara en una perversa lógica circular: o demuestra usted que el agente miente, o deducimos que dice la verdad. La conclusión a la que ha llegado Juan Urbano, que es de los que piensan que la salida del horror es el humor, es que para ahorrarnos disgustos mientras nos hacen gastar dinero, deberían de obligarnos a pagar directamente, a principios de año, el tanto por ciento de multas que le corresponda como cuota de la financiación extraordinaria del Ayuntamiento. O sea, algo parecido a lo que hacen los grandes almacenes cuando incluyen en el presupuesto los robos que saben que van a sufrir.

Tengan cuidado en estos días en que sus automóviles van a recorrer largas carreteras y a retomar su sitio en la ciudad: estamos en alerta marrón, que es cuando existe serio riesgo de que la ley te meta la mano en la cartera. Por lo demás, no pasa nada.

Disfrutadlo clicando aquí.

1 comentario:

Jesús dijo...

Acabo de llegar del Homenaje a Alberti en Rota. Ya os colgará alguna foto Meadow de las que le he pasado, lástima no haber tenido grabadora. A ver si Meadow consigue los poemas que leyó Benjamín, merecen la pena. O que el propio Benjamín se enrolle y las ponga aqui. Había tanto talento en aquella plaza esta noche que se notaba algo mágico allí. Si alguno de los que estuvo grabó algo le agradeceríamos que lo compartiese.