miércoles, 28 de enero de 2009

María Teresa León (II parte)

Hoy hemos tenido constancia de que Benjamín Prado ha ido a La Habana, a Cuba, para estar en el seminario por María Teresa León. Lo intuíamos, pero la información de, desde y en la isla no tiene nada que ver con lo que estamos acostumbrados. En Granma, revista por excelencia, la periodista Amelia Duarte dice "Con la coordinación general de su hija Aitana Alberti, el poeta español Benjamín Prado, con el apoyo de la Embajada de España en Cuba, la jornada inaugural del seminario contó con las palabras de Eusebio Leal, historiador de la Ciudad de la Habana; y Aitana, quien presentó el libro El gran amor de Gustavo Adolfo Bécquer y la película argentina del mismo nombre, dirigida por Alberto Zavalía en 1946, versión cinematográfica inspirada en el texto de María Teresa y el también escritor Rafael Alberti".

En definitiva, que Benjamín Prado ha ido a La Habana a hablar de la gran autora María Teresa León. No tenemos registros de lo que allí haya podido decir, pero sí sabemos lo que sobre ella dijo, tanto en su libro "Los nombres de Antígona", como en el centenario de su nacimiento, que se celebró en el Instituto Cervantes de París. El pasado lunes publicabamos la primera mitad de las palabras de Benjamín en ese encuentro, hoy concluímos la serie y completamos su intervención:

"El primer fruto llega en el año 1928, que es cuando María Teresa publica su primer libro, "Cuentos para soñar", es prácticamente una edición muy modesta publicada por los Hijos de Santiago Rodríguez, que es una imprenta más que una editorial. Un libro primerizo, pero no desdeñable, tiene cuentos muy interesantes.

El tercer paso de su vida, tras los dos primeros que son relacionarse con la gente que vivía en torno a los Menéndez Pidal, publicar su primer libro y hacerse un huequito en el mundo de la literatura, un pequeño nombre, una puerta de entrada, es empezar a relacionarse, entrar en contacto con los escritores de su generación, la del 27. En ese momento están haciéndole el célebre homenaje a Góngora en el Ateneo de Sevilla y que ya estaban, al contrario que ella, en el apogeo de su creatividad. Fijaros que por ejemplo ese mismo año Jorge Guillén publica "Cántico", Vicente Aleixandre "Ámbito", Federico García Lorca "El romancero Gitano", Lorca ya ha estrenado Mariana Pineda, está a punto de ir a EEUU para escribir Poeta en Nueva York, Gerardo Diego ha publicado "Imagen", "Manual de espumas" y "Versos humanos", Pedro Salinas es el autor de "Presagios" y está a punto de salir, saldría el año siguiente, "seguro azar". Por último Alberti tenía en las librerías "Marinero en tierra", "La amante" y "El alba del ahelí", y al año siguiente iban a aparecer ni más ni menos dos de sus obras capitales "Cal y canto" y, quizá su obra maestra "Sobre los ángeles", también "sermones y morada". Cuando empieza María Teresa su primer libro su generación está ya bastante formada y muchos de ellos tienen algunos de sus libros capitales publicados.

A Alberti lo conoce... Alberti como casi todos los poetas del 27 quería ser autor teatral, entre otras cosas porque todos habían visto que García Lorca ganaba bastante dinero con el teatro y dijeron, nosotros también queremos de eso, y se pusieron a escribir teatro. Alberti había hecho una obra, "El hombre deshabitado", y había escrito otra obra que se llamaba "Santa Casilda", una obra que estuvo mucho tiempo desaparecida y que Luis García Montero recuperó en una edición hace no muchos años (momento en el que le señala, en la foto).

En una de esas lecturas que hizo Rafael Alberti de Santa Casilda conoció a María Teresa León. Fue conocerse y enamorarse de una manera irreparable e irrefrenable. Nada más conocerse Rafael Alberti le regaló lo mejor que tenía, el ejemplar de su primer libro "Marinero en tierra", con el que había ganado el Premio Nacional de Literatura del año 1924 y en el que él había pegado un papelito en el que Don Antonio Machado había escrito "Mar y Tierra (que era el título inicial del libro) es a mi juicio, el mejor libro de poemas presentado a este concurso". Ese tesoro, con ese autógrafo de Machado fue el primer regalo que le hizo Rafael a María Teresa. Ella lo conservó durante toda su vida, le fue añadiendo fotografías de la familia, dibujos y cada vez que estaban sometidos a uno de los, como veréis ahora, continuos exilios, guerras, problemas, huídas precipitadas, lo único que salvaba María Teresa León era ese tesoro suyo que fue el primer regalo que le hizo Rafael. Hace poco, por cierto, hemos ayudado a que se hiciera una edición facsimilar de ese libro, que está en poder de su hija Aitana Alberti.

En el año 30 ellos se casan. Empiezan a tener, los dos, una conciencia política. Empiezan a darse cuenta de que la literatura no solo sirve para dirigirse al ojo o al oído del lector, sino para dirigirse también a su conciencia. Hay que arreglar el mundo, hay que tomar un partido, las cosas es España se están poniendo complicadas y difíciles y ellos, a parte de que María Teresa va a publicar otro libro, también empiezan a tomar una conciencia política.

María Teresa publica "La bella del mal amor". Ellos fundan una revista revolucionaria, la revista Octubre, en la que va a colaborar Antonio Machado, Luis Cernuda, mucha gente. Ellos empiezan a hacer otro tipo de literatura, que va a ser la literatura que ya ninguno de los dos abandona a partir de ese momento.

Cuando se declara la II República en España María Teresa y Rafael ya han empezado a hacer una vida que harán de continuo, la vida de los viajeros. Son personas que pasaban la vida entera viajando, yendo de un sitio para otro, estudiando el teatro en Alemania, viniendo a conocer escritores a París, viendo que había hecho la Revolución Rusa con la cultura. Están en el momento en el que se proclama la República en Rota, el pueblo del que casi somos ya Luis García Montero y yo con los años.

Después de celebrar la República, en la que ellos tienen mucha fe, y que les anuncia su madre, ellos vienen a París en ese año. Aquí se relacionan con Alejo Carpentier, con Miguel Ángel Asturias, con el poeta Luis Giampetri, conocerán a Jules Supervielle del que fueron muy amigos y tradujeron en algún momento. Van al estudio de Marc Chagal, por ejemplo. La visita a este estudio es muy importante, porque allí María Teresa encuenrta una parte muy importante de lo que va a ser la escenografía de su siguiente libro, el primero con verdadera entidad "Rosa fría, patinadora de la luna". Sacó mucho de algunos poemas de Alberti, de "Cal y Canto", pero también de la imaginería de Marc Chagal. Ella cuenta de manera prodigiosa en su autobiografía, "Memoria de la melancolía", esa visita fascinante a la casa de Chagal, que entonces estaba dedicado principalmente a pintar vacas. Hay vacas, y vacas por todas partes por el estudio.

A la vuelta a España establecen relaciones muy estrechas con gente como Luis Buñuel, José Bergmamín y demás. En el año 32 vuelven a coger las maletas, por una beca que les da la Junta de Ampliación de Estudios para que viaje una vez más por Europa e investiguen el desarrollo del teatro moderno en el continente. Visitan Alemania, la Unión Soviética, Dinamarca, Noruega, Italia, Bélgica, Holanda y demás. En Berlín presencian, por ejemplo, las primeras atrocidades de los nazis. El incendio del Raistag. Son personas que estuvieron siempre en primera línea, viendo la historia de este siglo. En Moscú conocen a Boris Pasternak, a Solojov, a Mayakovski, bueno, no, traducen sus poemas, pero conocen a la viuda de Mayakovski, que por cierto les presenta a un poeta francés que va a ser amigo suyo durante toda la vida, que es Luis Aragón, y a Lily Brik también.

Van a Holanda, en Hamburgo son casi detenidos por la policía. Al volver a España ellos hacen dos cosas muy importantes para su vida. Primero se casan, consiguen que se anule el matrimonio primero de María Teresa, creo que lo consigue su madre. Se casan y se afilian al partido Comunista. Cuando se afilian al PC hay muchos amigos, como Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Salinas, Guillén... que eran, entre otras cosas, gente bastante anticomunista. Empiezan a tener una distancia importante con ellos.

Tengo aquí una carta(en la foto), por ejemplo, en que Pedro Salinas le envía a Jorge Guillén el 19 de marzo del año 36 en el que describe así como era la militancia política de algunos intelectuales: "En una manifestación de hace 15 días se leía un gran letrero que rezaba así: Los escritores revolucionarios espaoles; lo llevaban de un extremo Rafael Alberti, del otro Luis Cernuda y seguían Manuel Altolaguirre, sin duda en calidad de masa".

Estamos en el año 1934 que es cuando María Teresa publica "Rosa fría patinadora de la luna", un libro de ambiente entre albertiano y chagaliano que es un libro muy interesante, de cuentos casi helados, casi nórdicos, seguramente con la influencia más fría, le gustaba Adolfo Becquer. En ese año 34 viajan otra vez a la URSS, invitados a participar en el I Congreso de escritores soviéticos, vuelven a encontrarse con Solojov, con Aragón, con Pasternak. Ellos viven, sin duda, de espaldas a las atrocidades que ya estaba cometiendo Stalin en la Unión Soviética, pero claro, a los visitantes no les paseaban por los campos de concentración, sino que les enseñaban los logros de la Revolución. Conocen a Prokofiev, conocen a Einsenstein, con el que hacen un viaje divertido que narra María Teresa en sus novelas. Conocen a Máximo Gorki.

Después de viajar por media Europa, y de estar en Roma, donde María Teresa tiene una enfermedad que la tiene postrada bastante tiempo vuelven otra vez a París, y están con gente como Waldo Frank, John Dos Pasos. Luego viajan a Estados Unidos, viajan por casi toda Centroamérica, enviados por el socorro rojo internaciona, están en El Salvador, en Honduras, en Nicaragua, en Costa Rica, Guatemala, Panamá... prácticamente toda latinoamérica. Van hasta la Habana, donde conocen a quien sería uno de los grandes amigos suyos, Nicolás Guillén; van a Méjico, donde se hacen muy amigos de Octavi Paz, etcétera, etcétera...

María Teresa, antes de dejar Méjico, donde tiene experiencias estupendas, por ejemplo con los peotas y pintores Diego Rivera y Alfaro Siqueiros. Ellos decían que estaban enfrentados a muerte y que le propusieron a María Teresa por qué no hacía ella algo por solucionarlo; vamos a hacer una mesa redonda en la cual tú hagas de moderadora, como está haciendo aquí Rosana Torres.
(Te quedan 5 minutos, le dice Rosana. No, de hecho me quedan 8, dice Benjamín, y lo dice exactamente cuando lleva 22 minutos de conversación).

Ribeira y Siqueiros llegan y dicen "Buenas tardes", y lo primero que hacen es sacar una pistola y dejarla encima de la mesa, lo cual ella ve que su moderación ya va a ser difícil. En Méjico ella entrega su nuevo libro, de cuentos, que se llama "Cuentos de la España actual", de literatura básicamente política.

Cuando se declara la guerra, vamos a dar algún salto sino no acabamos, María Teresa León y Rafael Alberti son de los intelectuales que toman un inmediato y decidido partido a favor de la República y dejan de ser por una parte escritores intelectuales, digamos, dejan los despachos para ponerse casi en primera línea. No del frente, pero sí de una Institución que fundaron, la "Alianza de Intelectuales Antifascistas" donde montan obras de teatro, donde dan conferencias, donde montan recitales de poesía para irles a recitar a los milicianos en los frente. Y María Teresa organiza el "II Congreso Internacional de escritores". Fundan el Mono Azul, con colaboraciones de Neruda, Machado, Prados, Cernuda... al Congreso de escritores asiste la flor y nata de la poesía mundial, en lengua española. El Congreso se hizo en Madrid, Valencia, Barcelona y París, con una subsede. Asistieron: André Malraux, Stephen Spender, César Vallejo, Octavio Paz, Elena Garro, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Ernest Hemingway, Iliá Erenburg, Marinel, Tristan Tzara, Machado, Neruda, León Felipe, Miguel Hernández... algo impresionante.

En París hubo una sede, dirigida por Pablo Neruda, en la que estuvieron Vicente Huidobro, Aragón, John Dos Pasos...

Durante la Guerra María Teresa tiene una actitud fuerte, viaja por Europa, va a la Unión Soviética, buscando ayuda para la República, pero como todos sabemos, las guerras no las ganan los poetas, sino que las ganan los tanques. Pierden la guerra. Salen en un avión desde Monovar, en principio a Orán y desde allí se trasladan aquí a París. En París empiezan a trabajar en Radio París Mundial, por una recomendación de Pablo Picasso y pasan una temporada viviendo en casa de Pablo Neruda. Se dedican a vivir bien. Rafael siempre contaba que Pablo Neruda y él fueron engordando, engordando, y un día fueron a una librería de aquí (París), donde estaban expuestas en el escaparate todas las obras de Víctor Hugo, se ponían uno la lado de otro y decían, todavía vamos por el tomo 15, podemos seguir comiendo.

La situación en París pronto se hace bastante insostenible también para los refugiados españoles y ellos dan el salto que dieron casi todos los exiliados de la República, se van a Argentina. Allí, resumiendo mucho porque allí María Teresa León hace prácticamente de todo, pues escribe novela, teatro, guiones de cine, se convierte en periodista de radio, de televisión, da conferencias, organiza actos políticos... es una cosa impresionante. Llega a hacer hasta un libro de recetas culturales. Tenía un programa en la radio y publica un libro que se llama "Nuestro hogar de cada día", que es fascinante, pues está por un lado dando recetas y por otro queriendo culturizar a las señoras que están haciendo la receta. Dice, por ejemplo, y así es como se consigue el espesor de la salsa de arándanos. Punto y aparte. Mujer moderna, en tu biblioteca nunca han de faltar los libros de Paul Éluard. Es el libro de recetas, seguramente, más extraordinario de la historia.

En Argentina María Teresa lleva a cabo prácticamente el grueso de su obra. Gran parte de su obra no se ha publicado nunca en España, y después de estar sus dos novelas más importantes "Juego limpio" y "Contra viento y marea" que están entre lo más interesante de su obra, biografías noveladas, como la que escribió sobre Gustavo Adolfo Becquer (sobre la que se ha tratado en Cuba hoy, 28-01-09), sobre el Cid Campeador, sobre Doña Jimena Díaz de Vivar. Libros de interés extraordinario.

Después de 24 años en Argentina la situación se vuelve dolorosa por la presencia de los militares, por los amagos de la dictadura, ellos deciden venirse a Europa. Se vienen a Roma. Allí, después de 24 años de exilio, porque en España seguía estando, como Alberti lo llamaba el Funeralísimo, ellos no podían volver. En Roma están otros 14 años y allí María Teresa publica otro de sus libros capitales, la primera parte y última, porque hay otra parte que no ha aparecido nunca, unos esbozos... que se llama "Memoria de la melancolía". Es un libro extraordinario en el que ella cuenta todo esto que he contado yo con mucho más detenimiento, también con más tiempo, y sobre todo con más talento, cuenta esta vida extraordinaria y es un libro que hay que leer de forma paralela a los dos tomos originales de la memoria de Rafael Alberti "la arboleda perdida". Muchas de las cosas que no cuenta Rafael las cuenta María Teresa.

En Roma María Teresa empieza a tener, casi nada más publicar ese libro, del año 1970, si no me equivoco, los amagos de una enfermedad hereditaria que tuvieron su madre y su abuela que es la enfermedad del Alzheimer. Empieza a perder la cabeza, empieza a tener vacíos de memoria y la enfermedad se va agravando hasta tal punto que cuando vuelven, por fin, después de muerto Franco, a España, en Abril de 1977, María Teresa llega a un país que ya no conoce pero sobre todo llega sin conocerse a si misma, sin saber quién es ella realmente.

Yo fui muy amigo, como lo fue Luis, de Rafael Alberti y a María Teresa la fui a ver muchas veces a la residencia geriátrica donde al final estaba por su propio bien y con muchos cuidados, con gran esfuerzo por su parte, pues Alberti dedicaba una parte importantísima de sus entonces pequeños ingresos en tener a su mujer perfectamente atendida. Recuerdo que un día le llevé un ejemplar de "Memoria de la melancolía" , a ver qué hacía, y ella, que una de las cosas que hacía era ponerse a hablar en francés, hablaba muy bien y de pronto en medio de la conversación disparatada en la que hablaba de su madre se ponía a hablar grandes parrafadas en francés. Ella leyó el ejemplar de "Memoria de la melancolía", empezó a leer su autobiografía... con una serenidad absoluta, como si estuviese leyendo la vida de otra persona. A mi eso me conmovió produndamente y pensé que realmente si hay una definición de la pérdida de cabeza es esa, leer tu propia vida como si fuera la de otro. Cuando volvió a España, murió en 1988, no sabía quién era ni qué había ocurrido.

Eso es dramático, más dramático es pensar que muchos de los libros que María Teresa publicó, básicamente en su época de Argentina, nunca se han publicado en España. Por ejemplo su novela "Contra viento y marea". A mi me gusta repetir, por si alguien me oye y me hace caso y subsana el error, que hasta que los libros no vuelvan el exilio de María Teresa, como el de tantos otros todavía no ha terminado. Creo que es una mujer extraordinaria, con una vida fantástica, con un compromiso y lealtad a sus ideas extraordinaria y con una obra que merece la pena ser leída.

Ojalá que en el año de su centenario (2003) lo que se haga fundamentalmente sea reeditar sus libros para que todos vosotros podáis leerla y celebrar el tamaño de esta mujer verdaderamente admirable."

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