Benjamín Prado estuvo en el programa "A vivir Madrid", de la Cadena Ser, presentando Operación Gladio. Podéis escucharlo directamente clicando en el enlace que nos hemos traído desde la página de la Cadena Ser.
Hay una primera introducción musical, más unas recomendaciones de lecturas de libros, y a partir del minuto 3 aproximadamente, empieza la presentación de Operación Gladio, con los cortes originales de los informativos de día en el que la estatua de Franco fue retirada, del día en el que arranca Operación Gladio. También podréis encontrar el testimonio de uno de los supervivientes del atentado contra los abogados laboralistas de Atocha.
O podéis leer las respuestas de Benjamín en la transcripción inferior...
Por si no queréis darle al play y preferís leer, aquí os dejo algunas de las respuestas de Benjamín:
"Todo [en la novela] es verdad. Estaba pensando mientras abríais la entrevista con las noticias de la retirada de las estatuas del dictador de las ciudades españolas, una de ellas, donde empieza la novela, en la Plaza de San Juan de la Cruz que entre otras cosas intolerables tenía la de estar en frente de la casa del maestro Ángel González. Un país no se puede permitir que Ángel González se levante por la mañana, levante la persiana y esté en frente Franco a caballo. Empezar la novela así es como cuando uno se te acerca y te dice, tengo dos noticias, una buena y una mala, ¿por cuál quiéres que empiece?. Yo empecé por la buena. La retirada de los símbolos de la dictadura, no de todos, pero sí de algunos, es una buena noticia para este país, quiere decir que la impunidad de la simbología, como mínimo, y la ideología, también de la dictadura, va desapareciendo.
Hay una mala noticia también, que es el resto de la novela. Como dice uno de los personajes de la novela, la transición fue un triunfo de todos que también tuvo sus perdedores. Hay gente en este país a la que no le hemos dado las vueltas. Invirtieron mucho, mucho sufrimiento, mucho dolor, muchos padecimientos, y no se le ha devuelto el cambio. Por ejemplo, muchas de las personas que tienen a sus familiares enterrados en el Valle de los Caídos, a traición".
"Y otra gente que son víctimas como los abogados laboralistas de la calle de Atocha 55 que son una de las cosas que investiga la periodista que realiza las entrevistas, reales y ficticias, de la novela. Realmente es una de esas historias de las que todo el mundo cree saber lo que ocurrió, pero de las que nadie lo sabe todo, y lo que no sabíamos es la base de esta novela".
"La red Gladio es una red creada por los EEUU, por la CIA, inmediatamente acabada la II Guerra Mundial. Tan inmediatamente que uno de los personajes dice que mientras la bala con la que Hitler se mató en Berlín aún estaba caliente la guerra ya estaba fría. Reclutaron sus soldados invisibles entre camisas negras de Mussolini, nazis, gente de la Gestapo... muchos de ellos vivían durante la dictadura en la gloria, se han muerto en la Cosa del Sol en los 70, 80.... esa gente entre otros atentados, un terrorista de Ordine Nuevo, estuvo presente en los atentados de Atocha. Es quien llevaba una metralleta del ejército americano, es quien ametralló a los abogados, y alguien, como se cuenta en la novela, fue a cubrir los agujeros de gala para que no se vieran las ráfagas".
"Esa ametralladora provenía del ejército español. Alguien del ejército español se lo dio a uno de los policías de la brigada central que se reunían en una pizzería que había en Madrid y que se llamaba Il apuntamento, donde se reunían habitualmente. Esta metralleta acabó en manos de un terrorista italiano de la red Gladio, financiada por la CIA, que se llamaba Carlo Cicuttini, y fue el que estuvo en el despacho de los abogados y los ametralló". [...] "Al final estuvo implicado en los crímenes de los GAL, también. Cuando la justicia italiana reclamó su extradición lo casaron con la hija de un general y no lo mandaron a Italia".
"El libro es un homenaje al periodismo en estos tiempos que corren. Un homenaje al periodismo excéntrico".
"La red Gladio se creó para la Estrategia de la Tensione, para crear un clima de terror, de inseguridad que evitara que los partidos de izquierda, y en concreto los comunistas llegarán al poder en Europa".
"Esa metralleta vuelve a Italia y cuando uno de los personajes, de los que más me gusta en la novela, aunque sale al final, el Comisario Medina, había reunido todos los datos sobre los asesinatos de Atocha y está con un pie en el avión para ir a Roma, y de ahí a Milán... iba con un álbum para enseñarle a un preso para que identifique quién le ha dado la metralleta, en ese momento lo detienen, lo apartan del caso.... luego investiga Rumasa... Si vas a la hemeroteca, yo lo hice con El País, y ves cómo la figura del comisario Medina empieza siendo un héroe, el superpolicia, un hombre incorruptible, y cuando se lo quieren cargar lo acusan de insubordinación, de robo de documentos, de robarle a Ruíz Mateos aceite de una nave industrial, e incluso de extorsión. Es increíble la caída en desgracia y cómo esos funcionamientos del espionaje que parecen más propios de la ficción, están en la realidad".
"No seré yo quien tire abajo el tejado de la transición. Creo que la Transición fue una hazaña del pueblo español. Pero lo que resulta muy extraño es que en un año se solucionen todos los problemas y se ajusten todas las tuercas a una dictadura que había durado 38". "Va a ser más fácil si la mejor manera de avanzar la hacemos mirando hacia atrás".
"Muchos jueces, como la jueza que aparece en el libro, Bárbara Valdés, que me cae fatal, aplican la justicia a granel. La justicia hay que aplicarla gota a gota".
"Las cosas que son inexplicables suelen carecer de razón. Por más que me expliques por qué al mismo juez que mandamos a investigar los crímenes de Pinochet o Videla le amargamos la vida y le arrancamos la toga a tirones cuando va a investigar el franquismo, aunque me lo expliques en 6 idiomas, sencillamente no lo entiendo". "A mi me cae mejor la causa de Garzón que él, pero es que tenía que salir".
"Yo he sido muchos años periodista, en la época de Diario16, donde estuve 8 años, y el periodismo, que yo por una parte creo que es la última oportunidad de conocer la verdad que tenemos en este mundo, por desgracia, repasas la historia de este país en los últimos años y no nos lo ha contado un parlamentario, ni un juez, sino un periodista. Lo malo del periodismo es que hace difícil tener una vida privada. Los periodistas de verdad, de raza, no creen que esto es un oficio, creen que es algo más. Luego vuelves a casa y te encuentras los problemas que se encuentra Alicia Durán al llegar a la suya".
"Juan Urbano, que es el narrador de la anterior novela, Mala Gente que camina, es también el narrador de mis artículos de los jueves en El País, se ve obligado a dedicar su vida a buscar a alguien de quien se quería librar".
"Nos hemos hecho nuestra propia cortina de humo y parece que todo lo que estamos leyendo todos los días en los periódicos es imposible. Me he visto obligado a tener que justificar que por llevar a cabo esa investigación, vea en peligro su propia vida. Tengo que explicar que lo que va de siglo XXI se ha asesinado a casi mil periodistas, se asesina a 10 periodistas en el mundo cada mes para que no cuenten lo que tienen que contar. Eso hay que explicarlo".
"Lo difícil, con tanta documentación como tenía, era escribir una novela. Corres el riesgo de escribir un tratado. Por eso en la novela hay mucha ficción, los personajes tienen mucha vida. Son muy importantes las relaciones de las tres parejas que salen y cada una simboliza un tipo de relación que haya podido ver e incluso experimentar en alguna ocasión".
"Me gustan mucho los detalles de emoción barata como lo de la enfermera de Franco... (Ojo, ¡spoiler!)"
"Las entrevistas que incluyo son todas fingidas".
"Nunca sé de lo que voy a ser capaz, pero sí sé de lo que no voy a ser capaz. No soy un historiador, no tengo ni la formación ni las ganas para escribir sobre la historia, y a mi lo que me gusta es escribir novelas. Lo que me gustaría con esta novela es que la gente me dijera que se ha emocionado a leerla, que las personas de la vida real que se parecen a los personajes de la novela, se merecen un poco de ayuda, que no los dejemos tirados, y que hayan aprendido cosas, no sólo sobre la red Gladio [...] sino algo un poco sobre el género humano, cómo son la relaciones de poder dentro de casa, pues en el dormitorio de cada uno también hay uso del espionaje, uso indebido del poder, traiciones, cambios de fila... Tanto dentro como fuera tenemos que luchar contra ellas"
"En Operación Gladio me gustaría que se aprendiera lo importante que es en este mundo el periodismo, lo importante que es tener siempre vigilancia sobre el poder, alguien que levante las alfombras de los palacios. El periodismo está acosado por la política, por la economía, por la tecnología... Todo el mundo cree que es un periodista y puede dar una opinión en un blog y puede competir con las noticias serias y bien informadas que se dan en otro medio."
¡Genial! No dejes de hacernos esto, Benjamín. Estoy disfrutando de verdad
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