lunes, 22 de junio de 2009

Benjamín Prado el marsista

Rescato de entre mis apuntes unas palabras de Benjamín Prado sobre Juan Marsé, con motivo de la concesión del Premio Cervantes 2008. El apunte es del programa el Ojo Crítico de RNE, del 28 de noviembre, y en él escuchan fragmentos del documental "Un jardín de verdad con ramas de cartón" que aparece en la edición de Ronda Marsé, de Ana Rodrígue Fischer. En ese libro, Ronda Marsé, también aparece un artículo de Benjamín Prado titulado el viaje interior de Juan Marsé. Con este motivo le entrevistan en directo(a partir del minuto 17), y aquí lo transcribimos.




No es actualidad, pero si los anglosajones dicen aquello de "no news, goog news" será por algo. (Bueno, y que aún no tengo nada del Festival de Poesía de Parma en el que estuvo ayer el poeta madrileño :-)

Pregunta. Qué alegría que Juan Marsé haya recibido el premio Cervantes...
Respuesta. Alegría por todas partes. Alegría porque Juan Marsé es un amigo, una persona a la que yo quiero mucho, con quien siempre paso ratos estupendos cuando voy a Barcelona y alguna vez que viene por aquí por Madrid.

Es una persona muy pijoapartesca, por hacer honor a sus novelas, muy sencillo, muy natural, al que le gusta disfrutar muchísimo de cosas muy habituales y las disfruta con gran placer.

Y una gran alegría también como lector. Yo soy de los que se define marsista (con s),creo que Juan es uno de los novelistas más grandes que ha dado este país y uno de los que mayor influencia tiene sobre los que hemos venido detrás. "De la esfinge a la caja de caudales hay un hilo tenso que atraviesa el corazón de todos los niños pobres", dice Lorca. Yo creo que de las novelas de Juan Marsé a todos nosotros también hay un hilo tenso.

Además, me parece que es una deuda que tenían los premios institucionales con Juan Marsé que a mi me empezaba a preocupar, porque creía que iba a pasar como con Jaime Gil de Biedma, que nunca se le otorgó ningún reconocimiento especial. Lo celebro por todas partes.

P. ¿Has podido hablar con él, Benjamín?
R. No lo he intentado. Somos demasiado amigos como para tener prisa. Lo que he hecho ha sido dejarle inmediatamente un mensaje diciéndole que le quería mucho, que le quería un montón y que cuando pasara un poco la tormenta ya hablaríamos, como hablamos casi todas las semanas un ratito por teléfono.

P. En este artículo al que hacíamos referencia utilizas una definición que es la siguiente:"Juan Marsé desciende a nosotros y luego nos cuenta lo que ha visto, por eso su obra es tan grande y está tan cerca".
R. En el sentido de que él entra en el lector con una profundidad extraordinaria. Él habla en sus novelas "Si te dicen que caí", "Últimas tardes con Teresa", "Rabos de lagartija", o una de las novelas cumbres de nuestra narrativa "Un día volveré", él está hablando de la infancia en general, luego está hablando de una infancia de unos niños en la posguerra que tienen que inventarse aventuras para pelear contra la realidad a base de imaginación. Pero también está hablando del lector, que es alguien que tiene que imaginar otros mundos, para eso leemos, para no tener que conformarnos con nuestra propia vida, con nuestras propias experiencias. Eso lo hace Juan como nadie, es un creador de ambientes, es un envenenador de cabezas, en el buen sentido de la palabra, magistral. Te dejan un aroma, un gusto, las novelas de Juan Marsé, que es muy difícil de olvidar.

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